El ‘New York Times’ despedaza a los jefes de Facebook
El diario publica los secretos de la cúpula de Facebook ante la crisis, las acciones caen, los políticos se enojan y la plantilla acusa sus horas más bajas
Cada semana es más difícil para Facebook. Parece que los anales de sus secretos son un tesoro de polémicas, y cada vez son más quienes cuestionan hasta qué punto puede llegar la tecnológica si regularmente debe hacer frente a un desastre tras otro. Las novedades divulgadas esta semana echan más leña al fuego.
El miércoles, The New York Times publicó un extenso reportaje elaborado en el curso de seis meses y repleto de nuevos datos que ponen de manifiesto la disfuncionalidad de la tecnológica. El artículo llega después de más de un año de crisis por la desinformación rusa, el escándalo de Cambridge Analytica y los problemas de privacidad.
Los secretos más oscursos de Facebook
Una de las grandes noticias reveladas por el Times es que Facebook sabía, tan temprano como la primavera de 2016, que los hackers rusos estaban levantando labores de manipulación de cara a las elecciones presidenciales que tuvieron lugar en noviembre de ese año en EEUU.
«Facebook acumuló pruebas de la actividad rusa durante más de un año antes de que los ejecutivos optaran por compartir lo que sabían con el público, e incluso con su propia junta directiva», explicó el rotativo en un reportaje titulado «Retrasar, negar y desviar: Cómo los líderes de Facebook lucharon durante la crisis«.
La crisis de los hackers rusos fue un incendio que Mark Zuckerberg quiso apagar de la forma clásica: lanzando una campaña de lobbying y contratando a una cuestionada firma de relaciones públicas para crear piezas desinformativas sobre Google y el multimillonario George Soros, uno de sus más estridentes críticos.
Las críticas que Facebook recibió por parte del consejero delegado de Apple, Tim Cook, no gustaron a Zuckerberg ni a la directora de operaciones, Sheryl Sandberg. El fundador y consejero delegado de la red social se enojó tanto que recomendó a los trabajadores utilizar solo móviles Android y dejar en casa los iPhones.
Este es el tipo de decisiones que la cúpula de la red social más popular del mundo (con más de 2.500 millones de usuarios) tomó en algunas de sus horas más bajas.
La cúpula de Facebook recurre a la misma estrategia
Todo el reportaje está enfocado en la reacción de Zuckerberg y Sandberg a las múltiples crisis que han azotado Facebook en los últimos meses, explicando que en muchos casos prefirieron ocuparse de sus asuntos personales y delegar el trabajo duro antes de tomar decisiones duras sobre cuestiones fundamentales.
Es una lectura larga que de momento solo está en inglés, pero su recomendación es pertinente. La conclusión natural es que Facebook es, en realidad, todo lo que dice no ser: una empresa grande en la que la prioridad es el lucro y no la conexión de toda la humanidad, como en distintas ocasiones ha afirmado Zuckerberg.
Facebook se defendió respondiendo punto por punto las acusaciones del periódico, asegurando que nunca minimizó el papel de los «hackers» rusos en su sistema. La junta directiva también reaccionó, admitiendo que la respuesta de los ejecutivos a las crisis fue peor de la esperada pero reafirmando su confianza en Zuckerberg (que tiene el 60% de los votos) y Sandberg.
La presión obligó a Zuckerberg a responder las preguntas de los periodistas. En la rueda de prensa, el ejecutivo dijo que no sabía que la empresa había contratado a una cuestionada firma de relaciones públicas, con la que rompió lazos después de la publicación del Times, en la enésima muestra de su ya clásica frase «no sabía».
Facebook estalla por dentro y por fuera
Los senadores estadounidenses, que se encontraron con Zuckerberg hace no muchos meses, están explícitamente enojados por el comportamiento de la compañía, que en público dice todo lo contrario a lo que aparenta hacer en privado.
Los accionistas tampoco perdonan. Entre el cierre de Nasdaq el miércoles 14 de noviembre y el mediodía del viernes 16, los títulos de la compañía cayeron casi un 4%, y los analistas están recomendando vender las acciones ante posibles nuevos tropìezos.
Por si fuera poco, la masa de trabajadores de Facebook tiene la moral en mínimos. Una encuesta interna encontró que solo el 52% de los empleados son optimistas acerca del futuro de Facebook, frente al 84% que registró el mismo sondeo hace un año.
El 70% de los trabajadores de Facebook se siente orgulloso de trabajar allí, frente al 87% de 2017, mientras que el lapso medio que los empleados esperan quedarse en la plantilla de la tecnológica bajó de 4,3 años en octubre de 2017 a 3,9 años en la actualidad.
De las consecuencias reales e inmediatas de todo esto aún se sabe poco, pero la realidad ha encontrado la forma para ensombrecer más la ya oscura estela de Facebook.