Didi: la nueva amenaza china de Uber y Cabify
La marca china de transporte, DiDi, amenaza a los gigantes del sector con la presentación de su primer vehículo sin conductor
La marca de transporte Didi Chuxing Technology amenaza a los gigantes del sector, como Uber y Cabify, con la presentación de su primer modelo de vehículo sin conductor y autónomo.
Tras la autorización del gobierno de Shanghái, DiDi pondrá en marcha 30 coches autónomos para ofrecer un servicio que pretende extender a las principales ciudades del continente asiático. “Estamos a la espera de que otro departamento expida las licencias para que los automóviles puedan transportar pasajeros. Esperamos poder arrancar en los próximos meses”, manifestó el responsable tecnológico de Didi, Zhang Bo.
Según Bo, el vehículo –que ha sido presentado en la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial– forma parte de un proyecto piloto y es capaz de ver todo lo que hay a 20 metros a la redonda: «El sistema tampoco se cansa, ni se ve impedido por el alcohol. Y su eficiencia logrará que haya menos coches en las calles y que se reduzcan los atascos”, subraya.
Una información de El País concreta que los nuevos vehículos autónomos siguen el mismo sistema que el de aplicaciones como Uber o Cabify. Los clientes abren la aplicación, seleccionan el trayecto que desean realizar y esperan que el coche llegue hasta el punto en el que el GPS localiza al cliente. Una vez dentro, el pasajero confirma el destino y el coche, sin conductor, inicia el viaje de manera automática. De momento, pese al funcionamiento autónomo los vehículos cuentan con un conductor para reforzar la seguridad.
El origen de DiDi
El creador de DiDi es Cheng Wei, que tras ocho años trabajando en la división de pagos móviles de Alibaba, en 2012 decidió crear Didi Cache, una aplicación que imitaba los servicios de movilidad de Uber y sus competidoras y que comenzaba a plantear una plataforma similar en el gigantesco país asiático.
DiDi se ha convertido en absoluta protagonista en China, donde su dominio es tal que acabó comprando la división de Uber en agosto de 2016 por 35.000 millones de dólares. Además ha iniciado su expansión en países como México, Japón o Australia. La empresa afirma ofrecer sus servicios a 550 millones de usuarios en 1.000 ciudades gracias tanto a su operativa propia como a los acuerdos con diversos rivales.
La firma lleva mucho tiempo invirtiendo en inteligencia artificial y es mucho más que el «Uber chino». Ha fundado ya varios centros de investigación (uno de ellos en Silicon Valley), cuenta con 700 empleados y está trabajando en varias plataformas que van más allá del coche autónomo. Por ejemplo, en DiDi Smart Transportation Brain, un sistema de captación de datos que permita gestionar el tráfico de las ciudades con «semáforos inteligentes» que puedan adaptarse a ese tráfico gracias a la información recibida.