La cocina robot que prepara platos de estrella Michelín a 7 euros
La cocina robotizada del restaurante Spyce, fundado por estudiantes del MIT, prepara platos saludables a precio asequible.
“Spyce es el primer restaurante del mundo que tiene la cocina robotizada”, dice Luke Schlueter. «Nuestro objetivo es utilizar la automatización para ofrecer comidas saludables, de gran sabor y calidad y a un precio asequible«.
Luke Schlueter es, junto a Braden Knight, Michael Farid y Kale Rogers, fundador del restaurante Spyce, que abrió sus puertas el pasado mes de mayo en Boston. Los cuatro se conocieron en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y desarrollaron la tecnología de Spyce bajo el programa MIT delta v, que ayuda a los estudiantes del instituto de tecnología a impulsar la puesta en marcha de empresas viables y sostenibles.
Platos de estrella Michelín a 7 euros
Los comensales pueden elegir entre media docena de platos basados en la cocina latina, mediterránea y asiática al precio único de 7 euros por plato, complementos opcionales aparte. El precio es más o menos la mitad de lo que Luke pagaba por un plato similar cuando era estudiante si quería comer saludable. Dar con una forma de ofrecer este tipo de platos a un precio más asequible fue el punto de inicio del proyecto. Qué mejor manera podía encontrar un grupo de ingenieros para reducir costes que poner un robot en la cocina.
En Spyce los clientes hacen su pedido a través de un kiosco interactivo, de forma parecida a como sucede en cada vez más restaurantes convencionales. Pero en este caso una vez que se finaliza el pedido el plato «lo prepara la cocina por sí misma»: los ingredientes se vierten en el wok y empieza el proceso de cocinado que dura apenas unos minutos. Los clientes pueden ver todo el proceso al otro lado del mostrador.
En el restaurante Spyce los clientes hacen el pedido en un kiosko interactivo y pueden ver cómo el robot lo prepara
El último paso de la preparación recae sin embargo en un cocinero humano que supervisa y remata cada plato añadiendo las especias; cosas como semillas de calabaza, cilantro o queso de cabra desmenuzado.
“No queríamos que la comida de los clientes apareciera sin más de la nada”, dice Luke. “Por eso decidimos que sería conveniente que los clientes pudieran ver cómo era el proceso de preparación. Ante una idea nueva lo mejor es ser lo más transparente posible.” Los platos han sido diseñados por el chef estrella Michelin Daniel Boulu, que respalda el proyecto y cumple el papel del asesor culinario del proyecto.
El equipo de ingenieros del restaurante Spyce es consciente de que una cocina robot no deja de ser una herramienta, por lo que de momento no tienen previsto prescindir del factor humano. «Diseñamos la cocina robótica para que trabajase en armonía con personas; sin ellas nuestra cocina robótica no funcionaría.»
Otros robots cocineros
La cocina robot del Spyce no es el primer intento de poner robots a cocinar. A principios de este año Miso Robotics instaló un robot llamado Flippy con una función muy concreta: dar la vuelta a las hamburguesas sobre la parrilla. Como ventaja el sistema de visión artificial de Flippy cocina las hamburguesas de forma homogénea y al punto justo que ha pedido el cliente. El problema es que Flippy dejó de funcionar a las pocas horas de empezar a trabajar.
Otra compañía, Moley Robotics, también trabaja en el desarrollo de un robot de cocina provisto de sendos brazos y manos humanoides con los que coge los ingredientes y utiliza el menaje que se puede encontrar en cualquier cocina común. Eso sí, para que el robot de Moley pueda cocinar hay que dárselo casi todo hecho: preparar antes los ingredientes (medidos, cortados y limpios) y poner a su alcance los utensilios y el menaje necesarios. Además los brazos tienen que alcanzar el horno, los fuegos y el fregadero. Y hay que limpiarlo todo cuando termina.