Bruselas, a un paso de acusar a Apple por recibir ayudas fiscales ilegales
La compañĂa se habrĂa beneficiado de una tarifa del 2% de los impuestos durante 20 años gracias a los acuerdos secretos con el Gobierno de DublĂn
¿Es legítimo que una multinacional reciba un trato fiscal favorable en Europa por las artimañas contables, que le propician pérdidas sine die? La Comisión Europea ha puesto en el punto de mira desde hace tiempo a grandes grupos como Apple, Google o Starbucks para que paguen las tasas que les corresponden en cada país en el que operan. Parece ser que esta semana se concretará la acusación de Bruselas, que tiene listo el dictamen en el que culpa al gigante tecnológico de beneficiarse durante años de ayudas fiscales ilegales en Irlanda.
Los estadounidenses habrían firmado un acuerdo bajo la mesa con el Gobierno del país para rebajar las tasas que le correspondía y pagar sólo el 2% durante más de 20 años, según Financial Times. La denuncia implica una multa de varios millones de euros, la primera que abonaría el grupo capitaneado por Tim Cook por este motivo.
Nuevos procesos
El proceso contra Apple abre la puerta a más sanciones a otros gigantes mundiales, que habrían llegado a pactos similares con los gobiernos de Holanda, Luxemburgo o Irlanda, donde tienen la sede fiscal la mayoría de estos grupos, precisamente, por sus ventajas fiscales.
Para evitar este escenario, la maquinaria de presión ya está en marcha. La compañía de Palo Alto ha negado que exista ningún acuerdo en materia impositiva con el Ejecutivo irlandés de estas características. “Nunca hemos llegado a un pacto especial ni nada que se le pueda parecer”, declara uno de los responsables financieros del grupo, Luca Maestri, al rotativo británico.
Informe del Senado estadounidense
La estrategia de defensa se concretará cuando la Comisión haga público su informe. Bruselas inició su pulso contra los gigantes internacionales a raíz de un informe del Senado estadounidense. El documento demostraba cómo los grandes grupos han ahorrado miles de millones de dólares con mecanismos de optimización fiscal poco transparentes. En plena crisis, permitir que no se prolonguen más ha sido uno de los caballos de batalla del gobierno comunitario.