Bicicleta eléctrica para la ciudad: beneficios y selección de modelos
La bicicleta eléctrica gana atractivo como medio de transporte urbano: favorece el distanciamiento interpersonal, mejora la forma física y reduce el tráfico y las emisiones
Numerosos estudios respaldan algunos de los principales beneficios que tiene la bicicleta eléctrica, especialmente cuando se utilizan en entornos urbanos.
Se sabe que cuando se dispone de una bicicleta eléctrica, en propiedad o como servicio público en modalidad compartida, se hace uso de ella de forma más o menos frecuente, con tendencia a usarla más de los previsto inicialmente.
Incluso cuando se utiliza de forma ocasional —por ejemplo, dependiendo de la meteorología, del tipo de trayecto o de si se va solo o acompañado— la bicicleta eléctrica reemplaza el uso del automóvil.
Según un estudio firmado por investigadores de la University College London y otras universidades del Reino Unido, y del Transport Research Laboratory de aquel país, los usuarios de bicicleta eléctrica reducen en hasta un 20% el uso del coche.
Un menor uso del automóvil evita emisiones de contaminantes y de CO2, la congestión del tráfico en las ciudades y da acceso a zonas urbanas con restricciones o cerradas al tráfico.
En las grandes ciudades españolas la distancia promedio que se recorrer en automóvil es de unos 5 kilómetros, una distancia que se puede cubrir con una bicicleta eléctrica favoreciendo además el ejercicio físico regular sin exigir un gran esfuero.
Profun, de montaña con 21 velocidades
Con 21 marchas y cuadro de aleación de aluminio, alcanza una velocidad máxima de 30 km/h y puede funcionar en diferentes modos, desde eléctrico puro a la asistencia al pedaleo, o únicamente a pedales. Dependiendo del modo de funcionamiento puede recorrer entre 25 y 55 kilóemtros.
Tiene ruedas de 26 pulagas y batería extraíble, con llave, para cargarla en un enchufe doméstico convencional.
COMPRAR (789,99 €)
NCM Milano con hasta 120 kilómetros de autonomía
La Milano incorpora suspensión tanto en la horquilla como en el asiento Selle Royal. Dispone de cambio de marchas Shimano de 7 velocidades y varios niveles de asistencia al pedaleo. En modo Eco (mínima asistencia) la autonomía es de hasta 120 kilómetros dependiendo de la orografía y el peso. Cuenta con pantalla de ajustes y control, y toma USB para cargar el móvil y otros gadgets.
Está disponible en dos tamaños (rueda de 26 o de 28 pulgadas) y como ventaja adicional el fabricante permite probarla durante 10 kilómetros y 30 días. Tiene iluminación led y frenos de disco en ambas ruedas.
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Cityboard E-city, con batería extraíble
La batería extrapole de la Cityboard E-city facilita la carga: se puede sacar de la bicicleta y llevar a casa o a la oficina para enchufarla a la corriente. Se trata de una bicicleta urbana de rueda grande (26 pulgadas) que se resulta más estable sobre firme irregular. Dispone de frenos de disco en ambas ruedas y cambio de marchas Shimano de 21 velocidades, con 9 niveles de asistencia al pedaleo.
Tiene una velocidad máxima de 25 km/h y una autonomía de entres 60 y 70 kilómetros máximo dependiendo del nivel de asistencia seleccionado.
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Windgoo. Plegable y con 25 kilómetros de autonomía
La MoovWay es una bicicleta eléctrica plegable y compacta, adecuada para jóvenes y adultos gracias a sus múltiples ajustes. Circula a una velocidad máxima de 25 km/h y tiene una autonomía de 25 kilómetros.
Tiene frenos de disco en ambas ruedas y dispone de iluminación led, delantera y posterior y campanilla para alertar de su presencia a los peatones. Se pliega rápidamente por completo para subirla al transporte público, meterla en el maletero o guardarla en casa.