Apple hace frente a la primera polémica del iPhone 6: el #BendGate
Las medidas del Ăşltimo smartphone del grupo provocan que el dispositivo sea demasiado blando y se doble
Salir de casa, ponerse el teléfono en el bolsillo del pantalón y, al sacarlo para contestar una llamada, darse cuenta de que el dispositivo se ha doblado. Literalmente. Esto es lo que ha ocurrido, con el consiguiente enfado, a algunos de los primeros usuarios del iPhone 6, el smartphone de Apple que ha batido los propios récords de la compañía en el inicio de la comercialización. Los damnificados han empezado a compartir sus quejas y, en plena era de la comunicación 2.0, en la sede de Cupertino los ingenieros y responsables de márketing del grupo de la manzana deben lidiar con la primera gran crisis de su último gadget: el #BendGate.
La primera conclusión a la que han llegado los usuarios es que, en su intento de hacer el dispositivo más ligero y delgado, Apple ha hipotecado la solidez del móvil. El iPhone 6 es demasiado blando y se curva (bend en inglés) y, si se aplica presión en el sitio adecuado, se dobla. Un poco, pero la reparación sale a 297 euros tal y como denuncia el sitio especializado MacBidouille, uno de los primeros en denunciar el fallo. El punto débil es la zona cercana a las teclas del volumen.
Errores anteriores
Por el momento, el gigante tecnológico dirigido por Tim Cook guarda silencio sobre la polémica generada. El error empaña lo que había sido un lanzamiento modélico (por volumen de comercialización) que había superado el bochorno de la salida al mercado del Iphone 5, cuando quedó demostrado que la aplicación de mapas (Maps) de Apple no estaba lista para geolocalizar correctamente la inmensa mayoría de rutas del mundo. La dirección entonó el mea culpa por el #MapsGate y se cobró, más tarde, la cabeza de los principales responsables de su desarrollo.
Anteriormente, el grupo también capeó como pudo el fallo en la antena que existía en el Iphone 4. De forma menos cortés. Steve Jobs, que aún estaba vivo, afirmó que la solución más práctica para las afectados era cambiar el teléfono de mano.