Amazon patenta cómo espiar a los clientes con drones de reparto
Los drones aéreos de Amazon escanearán de las propiedades de sus clientes y aprovecharán los datos para enviar información de artículos y servicios
Amazon realiza, al menos en los últimos tres años, diversos experimentos para entregar pedidos con drones, una solución económica y práctica para los clientes que viven en zonas remotas, islas o zonas de acceso muy complicado. La empresa de comercio electrónico realiza sus «betas» en el Reino Unido.
Todavía es una tecnología que tardará un par de años en implementarse de forma masiva, pero Amazon no pierde la oportunidad de pensar en nuevos negocios, y ya ha encontrado un nuevo filón para su distribución aérea.
Jeff Bezos ha presentado una patente que desarrolla un sistema por el que sus drones recogen información de la propiedad donde deben realizar una entrega, y la aprovechan para fines publicitarios. Amazon lo presenta como una mejora de las sugerencias para el usuario, pero la idea suscita un debate sobre la privacidad.
En la patente de Amazon se pone el ejemplo de un dron que entrega una mercancía en una casa. Mientras se acerca y aterriza, recoge una gran cantidad de datos sobre la propiedad: el jardín, sus plantas y árboles, el coche aparcado y hasta la raza del perro que descansa en el portal.
Amazon: un dron aéreo puede recabar información de la casa del cliente y proponerle artículos para mejorarla
Una vez el cliente recibe su pedido, a través del móvil o por correo electrónico comenzará a recibir las sugerencias de Amazon: el techo está dañado y propone a un profesional para repararlo. Los árboles se muestran algo alicaídos y la plataforma exhibe su catálogo de fertilizantes.
Repuestos para el coche, una nueva máquina para cortar el césped o el mejor alimento para mascotas son algunas de los otros artículos que la empresa de distribución le propondrá a su cliente.
En realidad lo que patenta Amazon no es muy diferente al análisis del big data que hace en base al historial de navegación y compras de sus clientes. Para frenar la ola de críticas la plataforma advierte de que ningún usuario recibirá publicidad si no cuentan con su autorización previa.
Pero el debate está instalado sobre los límites que debería tener la empresa de comercio electrónico a la hora de recoger información para fines publicitarios.