Alierta da el primer paso de la industria para jubilar la SIM
Telefónica estrenará en abril un dispositivo virtual, integrado en el 'smartwatch' de Samsung, que sustituirá las tradicionales tarjetas. La innovación llegará a los teléfonos inteligentes en 2017
La industria móvil afronta cambios de envergadura en los próximos meses. Este jueves GSMA, la patronal que agrupa las principales operadoras telefónicas del mundo, liberó las especificaciones técnicas para activar la primera fase de la nueva SIM electrónica, una tarjeta virtual, integrada en el hardware del equipo. Acabará con el microchip físico que acompaña a los móviles desde siempre.
Telefónica se ha dado prisa para tomar la delantera en una innovación que cuenta con el apoyo de los grandes fabricantes de la industria, como Apple, Samsung, Huawei, LG y Microsoft. La compañía de Cesar Alierta estrenará en abril la eSIM o SIM integrada en el smartwatch de la compañía surcoreana Samsung, el Gear S2 classic 3G.
Alemania será el país donde se lanzará este dispositivo con la nueva tarjeta, aunque Telefónica no ha anunciado todavía cuándo llegará a España. La segunda fase para la implantación en el mercado de la nueva tarjeta virtual se iniciará en junio. Entonces está previsto que GSMA libere la tecnología que permita integrarla en el resto de dispositivos, incluidos los teléfonos inteligentes.
A partir de ahí los fabricantes y operadoras decidirán los tiempos para empezar la comercialización de los nuevos productos. Un proceso que el sector calcula que no se iniciará hasta finales de 2017, cuando los smartphones con SIM electrónica previsiblemente llegarán de forma masiva a las tiendas.
Ventajas para el usuario
Esta SIM renovada vendrá instalada de serie en los equipos y permitirá almacenar los perfiles de decenas de operadoras, aunque sólo uno de ellos podrá estar activado. Sin embargo, este cambio traerá, al menos a priori, numerosas ventajas para los usuarios.
Para empezar, resultará más sencillo el cambio de una operadora a otra, acabando con las tan criticadas políticas de permanencia que imponen algunas compañías. Igualmente, los consumidores podrían esquivar con más facilidad el sobrecoste de utilizar sus equipos en el extranjero (roaming), haciendo uso de las operadoras locales que necesiten en cada caso.