Yolanda Díaz redobla la presión a ERC por la reforma laboral: «Yo no me levantaré de la mesa»
La ministra de Trabajo asegura que Seat fue "una empresa clave" para que se alcanzase un pacto de la patronal con los sindicatos
La vicepresidenta Yolanda Díaz no desiste de su afán por convencer a ERC para que vote a favor de la reforma laboral. A una semana para que el texto se someta al Congreso, la titular de Trabajo está de gira por Cataluña solicitando a los diferentes actores sociales que hagan presión a los republicanos para que se sumen al pacto. El miércoles fue el día de los sindicatos. El jueves, el de la mayor empresa del territorio: la automovilística Seat.
La líder de Podemos visitó esta mañana las instalación de Seat en Martorell (Barcelona). Tras reunirse con el presidente de la compañía y de la patronal Anfac, Wayne Griffiths, y con el comité de empresa, realizó una breve comparecencia en la que apenas reveló detalles sobre las conversaciones mantenidas. «Yo no me levantaré de la mesa», fue de lo poco que dijo ante los medios de comunicación.
La dirigente se mostró confiada de que convencer a los republicanos «todavía era posible» y les advirtió de que «agotará la negociación» hasta el final. Su esperanza: anunciar un acuerdo con la formación catalana antes de la propia votación. «Seguimos negociando con ERC y con Jordi Salvador –diputado de ERC en el Congreso– con el que estamos trabajando», añadió.
Para ello, Díaz exhibió su argumentario para asegurar que la nueva reforma laboral «es el primer acuerdo que recupera derechos para los trabajadores». Se primará el convenio colectivo frente al de empresa –algo en lo que no está de acuerdo la patronal de fabricantes Anfac–, se reducirán los supuestos para firmar contratos temporales y se protegerá a los empleados del abuso de la ultraactividad.
«Para que las cosas salgan bien, la discreción es fundamental», insistió.
El automóvil ante la reforma laboral
A pesar de que no desveló el contenido de las conversaciones, Díaz sí admitió haber hablado de la reforma laboral con Griffiths y con los sindicatos. «Seat ha sido una empresa clave para que se alcanzase el pacto», dijo. Sin embargo, Anfac fue de las patronales que se abstuvo en la votación interna de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Entonces estaba eso sí presidida por José Vicente de los Mozos, cabeza visible de Renault en España.
Más allá de la escasa relevancia que se dio a los afiliados a la CEOE durante la negociación con los sindicatos, la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa fue el gran punto caliente del acuerdo. Agrupa bajo un mismo paraguas a pymes y multinacionales. No está de acuerdo Anfac.
Los fabricantes de automóviles acostumbran a contar con buenos convenios –también gracias a la fuerza de sus sindicatos– muy diferentes a los de las pymes del sector, pero la flexibilidad juega un papel muy importante. Más en un momento en el que las ventas de coches no se ha recuperado después del coronavirus y los centros productivos acumulan jornadas de cierre y ERTEs por la escasez de semiconductores.
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Por ello, ni siquiera los sindicatos del sector salieron a defender la reforma laboral. En Seat, además, Matías Carnero, presidente del comité de empresa y primer español en la historia del comité de vigilancia de Volkswagen AG, cerró las listas del PSC en las últimas elecciones de la Generalitat de Catalunya.