Los fondos europeos son la última ola de España para subirse al coche eléctrico
Volkswagen basa la expansión del vehículo de cero emisiones en el aluvión de millones de Bruselas. España está a la cola de Europa en electrificación
“El Gobierno va a destinar 10.000 millones de los fondos Next Generation EU para una movilidad sostenible, inteligente, descarbonizada y conectada”, prometió este viernes el Rey Felipe VI para escenificar el compromiso de España con el coche del futuro. La segunda industria automovilística de Europa tiene trabajo: está a la cola del continente en electrificación y solamente Stellantis –la antigua PSA— apuesta por la península para producir vehículos totalmente limpios.
La patronal de fabricantes Anfac publicó a comienzos de febrero el último Barómetro de la Electromovilidad del año 2020. Al terminar el año, solamente República Checa y Hungría estaban por detrás del país, según los criterios utilizados por la institución. De hecho, la puntuación media europea dobla la española.
Ni siquiera los polos tradicionalmente más avanzados del país; como Madrid, Cataluña o el País Vasco; se acercan a los estándares continentales. “España progresa, pero de forma lenta: la mejora se produce por la evolución del mercado electrificado, mientras que las infraestructuras apenas avanzan”, lamentan desde la organización.
Lo cierto es que la distancia frente a las principales economías en Europa comienza ya en la producción de coches. Mientras los grandes grupos alemanes y franceses centralizan por el momento la fabricación en su país, solamente Stellantis –la matriz de Opel, Citroën y Peugeot— ensambla automóviles eléctricos de manera masiva en sus plantas de Vigo, Madrid y Zaragoza.
«Hay que definir que automoción queremos: una sin coches y sin industria o una con coches que genera empleo», avisa Anfac
Según los datos patronales, en 2020 se fabricaron 55.992 turismos totalmente limpios en la red de centros españoles. En un año marcado por el desplome de los datos por culpa del coronavirus, el porcentaje de coches de cero emisiones escaló hasta el 2,47% del total. El año anterior, la porción eléctrica del pastel había sido del 0,6% del total.
“Ahora mismo tenemos 11 modelos electrificados y está previsto que el número crezca hasta 16 entre hoy y 2022”, cuantifica Noemi Navas, directora de comunicación de Anfac. “Es necesario que el compromiso no sea solo del sector. Hay que definir la industria de automoción que queremos: una sin coches y con menos industria o una con coches que genera empleo e impulsa la economía real”, añade la patronal, que pide “un proyecto de país” con el respaldo del Gobierno.
Para afrontar la transformación pendiente, los fondos europeos Next Generation EU son una pieza imprescindible. “Estos fondos han de servir para seguir potenciando nuestra industria automovilística e impulsarla para lograr nuevos proyectos y adjudicaciones de nuevos modelos electrificados”, advierte la dirigente.
Buena parte de la industria ya presentó los Manifiestos de Interés (MDI) que el Ministerio de Industria solicitó para conocer los proyectos a licitar. Uno de ellos fue el Clúster de la Indústria d’Automoció de Catalunya (CIAC), que junto a la Generalitat y el centro tecnológico Eurecat diseñó una iniciativa tractor para el sector en Cataluña. “En diciembre terminamos con el proyecto tractor, en el que incluimos a un gran número de empresas”, explica el presidente de la organización, Josep Maria Vall.
“La propuesta la dividimos en varios pequeños apartados; desde el coche eléctrico y la creación de una planta de baterías a la industria 4.0 y la investigación en el campo del hidrógeno. En total hay 30 proyectos”, detalla Vall. Tras la elaboración del informe, el Govern incluyó varias de las proposiciones entre los 27 proyectos que presentará al Ejecutivo para captar fondos continentales.
España sufre con los fondos europeos
Históricamente España siempre tuvo problemas a la hora de gastar los distintos paquetes de fondos europeos que se diseñaron en los últimos años. Ya sea por la falta de proyectos verdaderamente innovadores o por el exceso de papeleo requerido, el país no gastó ni la mitad de los fondos disponibles durante el periodo 2014-2020.
De hecho, fue el tercer país de la Unión Europea con menor absorción de ayudas (un 39%). Solamente lo hicieron peor Italia y Croacia. Ahora, la duda se cierne sobre si la administración será capaz de atender en tiempo y forma a los requerimientos.
Rápido no será. Para empezar, solo el Ministerio de Industria se puso fecha para comenzar a repartir las ayudas. El ministerio que dirige Reyes Maroto prometió abrir la primera convocatoria en primavera para una inyección que se adjudicaría en septiembre, como pronto. España tiene hasta 2023 para comprometer el 70% de los 140.000 millones.
«Hasta 2022 el dinero de los fondos europeos no llegará a la economía real», frenan desde Grant Thornton
En el seno de la administración se valoran los esfuerzos del Gobierno por dotarla de recursos, pero no desaparece el manto de escepticismo. Un portavoz del sindicato CSIF explica a Economía Digital que el Estado está inmerso “en un proceso de cambio de procedimientos para agilizar los trámites”. Cada departamento tiene un mes para definir sus planes, por lo que los funcionarios se muestran cautelosos: “todavía es pronto para saber si la tarea nos desbordará, pero el trabajo es ingente”.
«En esta ocasión, el dinero no se va a acabar gastando en infraestructuras, los fondos van a ir para proyectos punteros. Y aquí engancha el coche eléctrico», detalla Carlos González, socio de la consultora Grant Thornton.
“Hasta 2022 el dinero no comenzará a llegar a la economía real; el primer año nos pondremos nerviosos y durante el segundo es cuando se empezará el reparto de fondos”, avisa ¿Un consejo? “No repetir los errores del pasado y terminar usando el dinero para el dinero, vías de tren y estaciones de AVE”.
El gran acto de Volkswagen
En España, el primer gran acto vinculado a los fondos europeos se celebró el pasado viernes en la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona). El rey Felipe VI, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el presidente de Volkswagen AG, Herbert Diess; y el presidente de Seat, Wayne Griffiths escenificaron que empresa y administración viajan en sintonía en el uso de las ayudas continentales.
“Los fondos europeos son una oportunidad histórica para transformar la segunda industria de automoción de Europa”, celebró Diess. “Volkswagen y el Gobierno están juntos en dar la vuelta a la industria hacia un futuro sostenible”, añadió.
“Tenemos en marcha un proyecto de país; un proyecto liderado por Seat y el grupo Volkswagen con Iberdrola, Telefónica y Caixabank«, añadió Griffiths. “Pero no podemos hacerlo solos, necesitamos la colaboración del Gobierno y de las instituciones. Es vital que España impulse la creación de infraestructura de recarga, solo así la electrificación será posible. El país no puede perder este tren”.
Juntos pretenden impulsar una fábrica de baterías e impulsar la infraestructura de carga en España. Además, se espera que el conglomerado alemán asigne un vehículo eléctrico pequeño a Martorell, que comenzaría a producirse en 2025. Seat se comprometió a una inversión de 5.000 millones hasta la fecha.
Pero el grupo germano no es el único que trabaja con el Ejecutivo para obtener fondos europeos. Ford trabaja junto con la Generalitat Valenciana para conseguir un fábrica de baterías cerca de Almussafes (Valencia). A mediados de febrero, el presidente de la región, Ximo Puig, presentó el proyecto en sociedad.
«Nuestros planes van más allá de la fabricación de eléctricos», dicen en Renault
Un portavoz de Renault también admite que la firma gala se reunió con Industria para el desarrollo de la electrificación en España. «Nuestros planes van más allá de la fabricación de coches en España –hasta el momento la apuesta de la compañía son los híbridos–. Estamos aliados con varios partners tecnológicos y energéticos», explica, sin entrar en detalles.
Las automovilísticas liderarán los proyectos, pero lo harán escoltadas por las grandes energéticas del país. Según el barómetro de Anfac, España es la penúltima región en Europa si se analizan las infraestructuras de carga disponibles: solo está por delante de Hungría y solo Cataluña y Baleares se acercan a la media continental.
Anfac denuncia que existen seis tramos en la Península Ibérica en la que no hay cargadores eléctricos durante más de 100 kilómetros. “Casi toda la infraestructura disponible no permite cargar en tiempos razonables, una barrera fundamental para el usa del coche de cero emisiones”, lamenta.
Será vital incrementar el número de cargadores. Aquí es donde entrarán las eléctricas. Iberdrola participa en el gran proyecto tractor de Seat y Naturgy también tiene planes en este campo. Como explicó Econonomía Digital en enero, la energética presentó casi 100 proyectos en búsqueda de 13.000 millones de euros.
Si no se venden eléctricos no hay nada que hacer
Pero es imposible desarrollar la industria del coche eléctrico si en España no se venden coches eléctricos cuando ni siquiera se comercializan los de combustión. Y en España, con la entrada de 2021, desaparecieron los incentivos a la compra de vehículos, subió el impuesto de matriculación y la tercera ola del coronavirus golpeó con fuerza. En el primer mes del año el descenso fue del 51,5% de las matriculaciones; en el segundo mes la caída fue del 38,4%.
Según los datos hechos públicos este lunes por el sector, en febrero se vendieron 58.179 automóviles en España, el 38,4% menos que en el mismo mes del año anterior, todavía antes del estallido de la pandemia en el país. El dato fue mejor, eso sí, que los 41.966 coches que se comercializaron en enero.
“La conjunción de la tercera ola de la pandemia, la mala coyuntura económica y la caída de la confianza de los consumidores sumados al fin del plan renove y la subida del Impuesto de Matriculación está teniendo un impacto muy negativo en las ventas”, diagnostica la patronal de fabricantes Anfac.
El desplome general ayudó a que los vehículos electrificados ascendieron al 4,5% del total, todavía un porcentaje prácticamente insignificante. La porción de coches totalmente limpios es incluso más pequeña (del 1%), debido a que el 3,5% del total del mercado son híbridos enchufables.