Yolanda Díaz promete una energética y un banco públicos y subir el SMI por encima siempre del IPC
La coordinadora de Sumar especifica que no se trata de "un programa ex novo, ni es un refrito de otros programas donde se cuenta lo que no pudo ser"
La propuesta económica que la vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y candidata a las elecciones generales por Sumar, Yolanda Díaz, ha elaborado para ganar el 23J incluye desde una energética y un banco públicos, hasta un gran pacto de rentas, pasando por crear un Banco de Inversión para la Nueva Economía (BINE), como el KfW alemán, o por hacer una reforma integral del sistema fiscal español.
Todas estas medidas, que integran el programa electoral de Sumar, presentado este jueves y al que ECONOMÍA DIGITAL ha tenido acceso, tienen como eje central la economía, con hasta 70 propuestas distintas, pero también con una intencionalidad feminista y verde. Durante la exposición pública del texto, llevada a cabo por los portavoces de campaña de la plataforma y sin la presencia de Díaz, la coordinadora del programa, la eurodiputada María Eugenia Rodríguez Palop, ha especificado que no se trata de «un programa ex novo, ni es un refrito de otros programas donde se cuenta lo que no pudo ser». «Es un programa que hace compatible la vida con su sostenimiento», ha sentenciado.
El documento, muy amplio, con ideas concretas y ambiciosas, incluye la creación de una empresa pública de energía que incluya la gestión de las centrales hidroeléctricas, propiedad del Estado, según vayan finalizando las concesiones. También promete subir el salario mínimo interprofesional por encima del IPC anual.
Herencia universal o portabilidad de hipotecas
A pesar de que la situación macroeconómica de España «es buena», en palabras del responsable de Economía de Sumar, Nacho Álvarez, al estar «creciendo casi al 3% con la eurozona entrando en recesión», el país aún sufre de problemas estructurales que llevan a que los hogares y las empresas españoles se encuentren con «problemas, con retos y desafíos». Y la solución que propone la plataforma de Díaz pasa, en primer lugar, por crear un bono de emergencia para la compra de su vivienda habitual dirigido a los hogares hipotecados a tipo variable, que sufren la fuerte alza de los tipos de interés del BCE.
Además, establecer de forma obligatoria la portabilidad de hipotecas, crear precios obligatorios de referencia para los alquileres, reducir los precios de los abonos de transporte o determinar que el contrato indefinido a tiempo completo sea la forma normal de empleo en nuestro país. Todo esto, aderezado, claro, por las propuestas ya conocidas de estos días, como la herencia universal de 20.000 euros para jóvenes de 18 años, la reordenación del tiempo de trabajo, reducción y redistribución de la jornada sin reducción de salario o el establecimiento de una cesta de la compra básica a precios asequibles.
También prometen desde Sumar dejar el actual Impuesto a las grandes fortunas de manera permanente, reformar el impuesto de Sociedades pra hacer efectivo el tipo del 15%, manteniendo el impuesto a las energéticas y banca mientras se apruebe la reestructuración de Sociedades, aumentar la progresividad del IRPF, así como eliminar los privilegios fiscales de las SICAV y SOCIMI, reformar la normativa del IBI o del impuesto de Transacciones Financieras.
«Hombres en crisis» y tasas a ultraprocesados
El apartado de Feminismo busca diferenciarse de la línea marcada hasta ahora por el Ministerio de Igualdad que ostenta aún Irene Montero, de Podemos. Así, desde Sumar pretenden darle aún más rango dentro de la estructura del Gobierno de España y proponen crear una Vicepresidencia de Feminismos y Economía de los Cuidados para «dirigir y coordinar estas reformas con el resto de las Administraciones y de agentes sociales, así como recuperar la Comisión Delegada de Igualdad».
El cambio de rumbo que Díaz y los suyos quieren dar continúa con la puesta en funcionamiento de un nuevo servicio de atención telefónica para «hombres en crisis», «buscando alternativas no violentas, derivando a servicios que trabajen otras formas de masculinidades, fomenten el cuidado y la empatía, para que puedan recibir el apoyo profesional necesario». Eso sí, la financiación de estas acciones no supondrá en ningún caso una
merma de la financiación de los programas contra las violencias machistas destinados a mujeres, especifican en Sumar.
Díaz también hace hincapié en la necesidad de tener un plan de «fiscalidad saludable». Esto es: convertir las políticas fiscales «en un activo para la salud, actuando de forma preferente en la implantación de un impuesto a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultraprocesados no saludables«. Sumar también promete revisar los impuestos actuales al alcohol y el tabaco.
«Un nuevo pacto entre Cataluña y España»
En el programa electoral de Sumar se incluye un pequeño epígrafe dedicado a Cataluña. Así, Díaz y los suyos prometen dar impulso de una mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat. «La relación entre el Govern de la Generalitat y el Gobierno de España ha mejorado notablemente gracias a la política del diálogo, la negociación, la desjudicialización y la construcción de acuerdos impulsado por ambos Gobiernos», cree Sumar, pero también considera «necesario reforzar los mecanismos de concertación multilateral y bilateral entre las instituciones de la Generalitat de Catalunya y del Estado para el pleno desarrollo del autogobierno».
«Un diálogo permanente y respetuoso basado en el reconocimiento de una gobernanza multinivel y teniendo como horizonte que España debe avanzar hacia el pleno reconocimiento de su carácter plurinacional. Hay que avanzar hacia un nuevo pacto territorial entre Cataluña y el Estado alcanzado a través del diálogo, la negociación y el acuerdo. Un diálogo bilateral, de Gobierno a Gobierno, en la mesa de diálogo. Al mismo tiempo, debemos impulsar todos los espacios de negociación bilateral que recoge el Estatuto de Cataluña y todos los espacios multilaterales que deben funcionar de forma regular avanzando en nuevos acuerdos», reza el programa.
Eso sí, el acuerdo surgido de la negociación entre la Generalitat y el Gobierno tiene que ser votado por la ciudadanía de Cataluña, como ya adelantaron los Comunes hace unos días, a pesar de que Yolanda Díaz había afirmado en entrevistas que el referéndum «no está sobre la mesa». «Cataluña es la única comunidad que se rige por un Estatuto que no ha sido votado por la ciudadanía y no es fruto de un pacto entre Gobiernos, de manera que el nuevo pacto político entre Cataluña y el Estado debe pasar por las urnas».