Yolanda Díaz desafía a Podemos y rechaza negociar ahora su candidatura
La vicepresidenta marca sus tiempos y también distancias con Pablo Iglesias. "Si queréis sumar, yo sí voy a dar un paso adelante, pero de manera colectiva y feminista", asegura
Yolanda Díaz no va a permitir que Podemos le marque los tiempos. Tras los ataques por parte de Pablo Iglesias y la formación morada, que le exige que decida ya si va a presentar o no su candidatura propia, la vicepresidenta ha dejado claro que no es el momento. La fecha límite para decidir si su plataforma Sumar se convierte en un proyecto político es febrero. Y de momento, está lejos de ser candidata a la presidencia del Gobierno a través de Sumar. No tiene ninguna prisa.
La también ministra de Trabajo está de gira por España para conocer los problemas «reales de la gente» en su proceso de escucha. Su entorno no quiere entrar a valorar el enfrentamiento que se ha creado entre Podemos y Sumar. Sin embargo, este martes ha celebrado un acto en Iruña (Navarra), en el que ha eludido responder de forma directa a las críticas del exlíder de Podemos, que le pidió «respeto», pero en el ha dejado clara su postura.
«Si queréis sumar, yo sí voy a dar un paso adelante, pero de manera colectiva y feminista»
«Sumar es un proyecto común. Pido que nos detengamos, que no tengamos prisa y que metamos a todo el mundo dentro. Aquí no sobra nadie». Pero ha pedido hacerlo «con paciencia» y «con lentitud, como Montxo Armendáriz», ha apuntado en alusión al cineasta navarro. «Sumar es imparable, no hay marcha atrás. Si queréis sumar, yo sí voy a dar un paso adelante, pero de manera colectiva y feminista», ha recalcado.
Díaz marca distancia con el personalismo de Podemos
Díaz ha matizado en que su plataforma no caben los personalismos. Así, ha lanzado un dardo a Podemos y a Iglesias, quien ha estado durante siete años al frente de la formación y todavía sigue muy presente y con papel protagonista, como ha mostrado en los actos de la Universidad de Otoño 2022 del partido. En este sentido, ha indicado que quiere hacer una política «más seria, más profunda, y no a golpe de titular».
«Nadie desde arriba nos tiene que decir qué hacer. La res publica va de cambiar la vida de la gente, no de decir una cosa hoy y mañana lo contrario en atención a los votos a la gente. Hablarle claro a la gente es hacer política desde abajo y de manera diferente«, ha añadido.
Sumar no es, de momento, un proyecto con ambiciones electorales. O no lo será al menos hasta que Díaz finalizado su proceso de escucha. Por si en Podemos tenían alguna duda, incluso en el PSOE, ya que le preocupa que un nuevo partido de izquierdas pueda fragmentar el espacio político, la vicepresidenta ha aclarado que Sumar «es un movimiento ciudadano que lo que quiere hacer es levantar un proyecto de país para la próxima década».
Suárez, González, Aznar, Zapatero y…¿Díaz?
Díaz ha querido aclarar a qué se refiere cuando habla de «proyecto de país». Para la vicepresidenta, en España ha habido cuatro. Uno de ellos fue el de Adolfo Suárez, que culminó con la Transición; el siguiente el de Felipe González, «que emprendió una parte de la modernización»; luego llegó José María Aznar, que «se encargó de liberalizar absolutamente nuestro país»; y, por último, el de José Luis Rodríguez Zapatero, que «completó una parte del Estado del Bienestar».
«Ahora toca que desde sumar levantemos un proyecto de país a varias manos»
La ministra, que no ha entrado a valorar si estaba de acuerdo o no con los cuatro expresidentes del Gobierno, espera que el siguiente proyecto sea el suyo. «Ahora toca que desde sumar levantemos un proyecto de país a varias manos, para eso necesitamos todas las inteligencias, manos y afectos», ha afirmado.
Y para ello ha hablado de dar salida a los problemas de España «con leyes del futuro». «Yo trabajo a diario con normas con son del pasado, que no se ha repensado nuestro país», ha subrayado. «Cuando se ha hecho la reforma del mercado laboral estamos hablando de normas de la década de los 80. Nuestra sociedad es profundamente compleja, tenemos unas relaciones sociales complejas y damos respuestas publicas que beben de la fuente del pasado», ha criticado.
Díaz ha puesto como ejemplo el estatuto del becario. «Para que los jóvenes puedan poner un pie en una empresa tienen que seguir siendo esclavos», ha apuntado la vicepresidenta, alegando a la postura del PP. «Ese modelo es el pasado. No queremos jóvenes que trabajen gratis. Eso es el pasado. El futuro es los jóvenes con derechos», ha agregado. Y ha concluido su discurso diciendo que «si dejamos de soñar, es que nos han derrotado».