Yolanda Díaz deja de lado a Podemos y se vuelca en Más Madrid para el 28-M
Díaz anunció que mostraría su apoyo a las "fuerzas progresistas", y eso incluía a Podemos, sí, pero también a Ada Colau, a Compromís, a IU y a Más Madrid
Las negociaciones, ahora paralizadas, que mantienen Yolanda Díaz y la cúpula de Podemos, con la secretaria general Ione Belarra al frente, para encontrar el encaje de los morados en el proyecto electoral de la vicepresidenta segunda, Sumar, son la vara de medir con la que la también ministra de Trabajo está afrontando la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del 28-M. Aunque ni ella ni Sumar concurren, Díaz anunció que mostraría su apoyo a las «fuerzas progresistas», y eso incluía a Podemos, sí, pero también a Ada Colau, a Compromís, a Izquierda Unida y a Más Madrid, entre otros.
Y así se vio este lunes en la Pradera de San Isidro, sede de la fiesta popular del patrón de Madrid. Junto a los chulapos, los puestos donde comer gallinejas y entresijos y los bailes de chotis junto a los escenarios, también abundan las casetas de asociaciones y, sobre todo, de partidos políticos. Más ahora, a dos semanas de las elecciones, es el sitio justo para ver y hacerse ver por parte de quienes se presentan a las elecciones al Ayuntamiento o a la Comunidad.
Díaz empezó su recorrido tras alegar que, aunque es legal, «es clave respetar a las víctimas» y «no instrumentalizar su dolor» tras la inclusión en las listas de EH Bildu de 44 condenados por pertenencia o colaboración con ETA. Tenía dos paradas: una primera con Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, candidatos de Podemos. Después, un paseo con la plana mayor de Más Madrid: Rita Maestre, Mónica García, Íñigo Errejón, Carla Antonelli o Eduardo Rubiño.
Dos partidos, dos paradas
Las diferencias se dispararon. Primero, porque Yolanda Díaz arrancó su jornada madrileña entre algún que otro abucheo y gritos de ‘presidenta, presidenta’ que inició su propio equipo. Pero tenía una cita, y allí, junto a Jacinto y Sotomayor, se prodigó en sonrisas durante un minuto, tal y como atestiguó Economía Digital. Besos, abrazos y fotos. Después, cada uno por su lado.
La siguiente parada era con Más Madrid, pero sus candidatos hicieron esperar a la vicepresidenta segunda cerca de 45 minutos. Más fotos, más abrazos y más besos, pero ahora con una complicidad especial que se hizo patente en las carantoñas en las que se deshicieron Maestre y García, principalmente, con la hija de Díaz, presente en toda la jornada de campaña de su madre. Sobre todo, aquí reinó una palabra: unidad.
Las preferencias
Tras unos largos quince minutos frente a la prensa, Más Madrid optó por irse a su caseta. Y, tras unos minutos de reflexión, el equipo de Sumar decidió unirse. Allá que fueron a tirar cañas, a posar ante los focos y parada técnica para comer. En total, casi una hora.
El mensaje estaba claro, aun sin citar a nadie en particular: Díaz ha pedido a los votantes movilizarse en favor de las fuerzas progresistas para acabar con la desigualdad. Pero sus preferencias, y la importancia de los apoyos explícitos, ya sean en San Isidro o en el pabellón Magariños donde ella lanzó su candidatura, hablan por sí solas. Y la opción por la que se decanta Yolanda Díaz es clara. Aunque, formalmente, nadie pueda reclamarle nada.