Xavier Trias: «Barcelona no puede dar esta imagen de ciudad sucia y desordenada»
Economía Digital entrevista al excalcalde de Barcelona: "Colau no se ha dado cuenta de que se ha convertido en una poderosa"
Xavier Trias i Vidal de Llobatera (Barcelona, 1946) fue alcalde de Barcelona de 2011 a 2015. Llegó al poder tras tres décadas de hegemonía socialista, pese a aguantar únicamente una legislatura tras ser desbancado por Ada Colau. Desde su retiro de la primera línea política municipal, aborda los principales retos de la capital catalana, como la seguridad, el urbanismo o las grandes inversiones en la ciudad. También, de la situación actual de su partido, un mundo donde todavía se reivindica como «convergent» y para el que pide recoser heridas, pese a cerrar filas con Junts per Catalunya y Carles Puigdemont.
¿Barcelona tiene un problema de seguridad?
Hay un problema relativo e histórico que existe desde hace mucho tiempo. Antes de los Juegos Olímpicos teníamos 3.300 agentes, pero al final del mandato solo había 2.800. Barcelona necesita más Guardia Urbana, pero también que la Generalitat dedique más Mossos d’Esquadra. Este es el primer punto. El segundo punto es que la ciudad se ha vuelto compleja. Hemos pasado de una situación donde Cataluña tenía 6 millones de habitantes, hasta los 7 millones y medio, y se ha pasado de saber dónde estaba la pobreza y las problemáticas sociales a una situación donde la pobreza está escondida dentro de los edificios. Hoy en día no se ven barracas.
Pero la inseguridad se ha convertido en el principal problema para los barceloneses, según el barómetro municipal del ayuntamiento
Hay edificios con pisos de 80 metros cuadrados donde viven cuatro familias. Hay situaciones verdaderamente insólitas, y eso genera problemas de convivencia. Y luego hay otra cosa que se debería de arreglar y no entiendo que no se arregle. Tenemos a mucha gente que está en una situación alegal, y es ilógico que no les demos permisos de trabajo temporal que les dejen hacer una vida normal. Esto no se lo dejamos hacer, y se meten en un mundo sumergido que es el mundo de los manteros, de las bebidas por la calle. Se está poniendo a esta gente en manos de mafias que en muchos casos los explotan incluso vendiendo droga. Es un problema muy gordo de Barcelona.
Ante la falta de turistas, es el ciudadano quien se ha convertido en víctima de robos y hurtos
Es evidente, pero uno siempre se tiene que plantear por qué pasa esto. Puede ser porque vengan bandas organizadas, que están y que se las tiene que perseguir, o puede ser que nosotros tengamos a una gente al límite de la desesperación y roben antes de suicidarse o morirse. Si a esta gente no se la deja trabajar, no se la deja vivir, acaba haciendo tonterías. Tenemos una cierta idea malentendida de lo que se tiene que hacer. La gente sin techo no es cuestión de decir: «Bueno, pues tenemos gente durmiendo en la calle». Nos tiene que remover la conciencia, tenemos que hacer lo posible para que esta gente pueda hacer una vida normal.
Pero los sindicatos han denunciado que la Guardia Urbana se siente desatendida
El ayuntamiento ha tomado una cierta posición con la Guardia Urbana, que es que ciertas cosas no las tiene que hacer. Si eres alcaldesa de Barcelona y sabes que tienes menos Mossos d’Esquadra de los que necesitarías, puedes pasarte el día llorando diciendo que te faltan agentes o, si tienes policía local, que esta pueda colaborar estrechamente con los Mossos. Esta era la filosofía que teníamos con Joaquim Forn y conseguimos excelentes resultados. También, hay un problema de cierta desmotivación en la Guardia Urbana, que se tiene que sentir íntimamente ligada al ayuntamiento, aunque creo que han puesto a una persona competente al frente como es Albert Batlle. Aunque Batlle tiene un problema, y es que parte de su equipo de gobierno no estará de acuerdo con lo que quiera hacer.
Hay un problema de cierta desmotivación en la Guardia Urbana, que se tiene que sentir íntimamente ligada al ayuntamiento
Sobre la ampliación de la tercera pista Aeropuerto de El Prat, Colau se ha convertido en una de sus más firmes opositoras. ¿Cómo lo habría gestionado usted?
Protestando. El señor Lucena ha hecho una cosa muy fea que es presentar esto públicamente y sin haberlo hablado antes ni con el alcalde de El Prat ni con la alcaldesa de Barcelona. Creo que es un hecho insólito si tu lo que quieres es ampliar el Aeropuerto de Barcelona. Se ha equivocado del todo en la presentación.
El señor Lucena ha hecho una cosa muy fea que es presentar esto públicamente y sin haberlo hablado antes ni con el alcalde de El Prat ni con la alcaldesa de Barcelona
Pero no podemos renunciar a esta infraestructura
Dicho esto, pues se tiene que hablar. No es verdad que la única solución aeroportuaria de Cataluña sea que la pista de El Prat tiene que aumentar. Hay varias posibilidades y se tienen que estudiar bien, pero se tienen que ver todos los pros y los contras. Pero el señor Lucena hace este planteamiento porque sabe que el Ayuntamiento se opondrá. En lugar de hablar con el Ayuntamiento y buscar una solución, haces un planteamiento para que se opongan.
Siguiendo la estela de infraestructuras que afectan a la ciudad. ¿Qué le parece que Ada Colau y Janet Sanz hayan tumbado la construcción del Hermitage?
Es un error no permitir el Hermitage, una pataleta. Digámoslo claro, la Barceloneta tiene unos problemas que se les tienen que resolver, pero el Hermitage no afecta en nada, e incluso puede traer un tipo de turismo que bienvenido sea.
Alegaron que era un proyecto ajeno a Barcelona…
Sí bueno, del Hotel W Barcelona también decían que no daría trabajo, y da trabajo. Y con el Hermitage hay un acuerdo sobre que el personal que se pueda contratar, si puede ser, sea de la Barceloneta.
¿Cree que la planificación urbanística de Barcelona ha sido un fracaso? Por ejemplo, con las ‘superilles’
Nosotros inventamos las ‘superilles’, no es una idea de la señora Colau. La primera que hizo fue en Poblenou, que es una zona de oficinas donde no vive mucha gente: vas y haces una ‘superilla’, pues bueno. Además, lo que quiere hacer la alcaldesa en la calle Consell de Cent no es una superilla, es un jardín. Entonces te preguntan: «¿Tú estás en contra o no?» Y yo: «Hombre, depende de cómo encaje con el funcionamiento del Eixample». Si el que estuviera gobernando fuera yo, me estarían diciendo que hago calles para ricos y calles para la gente que no llega.
¿Y la unión de los tranvías?
Había gente en la Generalitat que quería la unión de los tranvías y yo les decía: «¡No!». Yo creo que es el disparate más grande que se va a hacer en esta ciudad. Es una tontería de tamaño natural, una propuesta del señor Hereu que se votó y que perdió. Es como lo de hacer de la Diagonal una calle sin coches, arbolada. Bueno, escuche, es que en 15 años los coches no van generar polución, serán todos eléctricos.
Sobre la gestión del ‘puerta a puerta’, tiene a los vecinos completamente en contra pese a que el ayuntamiento dice que ha aumentado la recogida selectiva…
Esta ciudad, le guste o no a la alcaldesa, tiene un problema: que está sucia. Habíamos conseguido que estuviera bastante limpia, pero no veo una exigencia de Colau con las entidades que llevan la limpieza de: «Esto no puede ser». Barcelona no puede dar esta imagen de sucia y desordenada, con este urbanismo extraño de ensayo-error. Tú puedes inventar cosas si quieres, pero si lo haces sin hablar con los vecinos, pues acaba mal.
Esta ciudad, le guste o no a la alcaldesa, tiene un problema: que está sucia
Eloi Badia dice que es «irreversible»
Bueno, porque el señor Badia es irreversible él. Y no hay alternativa si no tienes nada mejor. Seguro que esto no se ha hecho para fastidiar a nadie. Si se demuestra que no es mejor, que tiene tan mala aceptación, pues te tienes que plantear si esto qué te ha pasado vale la pena o no.
Usted se despidió del pleno municipal tendiéndole la mano a Colau, y ejemplificó con la buena relación de amistad que tiene con Joan Clos o Jordi Hereu. ¿Xavier Trias y la alacaldesa de Barcelona han mejorado su relación?
No, no tiene ningún interés. Yo le dije que me invitara a comer, evidentemente no me ha invitado ningún día a comer. Con el señor Joan Clos y el señor Jordi Hereu nos encontramos, nos vemos, vamos a comer, tenemos una relación excelente. Con la alcaldesa diría una mentiría si dijera que tengo una buena relación. No, no tengo una buena relación. Tengo una relación educada.
Cordial
Educada, yo creo que no pasa de educada. Creo que es una mujer que todo lo que represento yo le molesta. Ella está en contra de lo que ella dice que son los poderosos. ¿Es que no se ha dado cuenta que en dos días estará en contra de sí misma porque se ha convertido en una poderosa? Cuando tu eres alcaldesa, pues te has convertido en los poderosos. Además, tiene un punto de sectarismo, de favorecer a los suyos. Es una mujer muy inteligente, muy teatral, y a ella no le conviene tener relación con los que ella llama los poderosos.
Al final es una consecuencia del poder
Aunque ella no lo explique favorece mucho a los suyos, tiene ese punto de sectarismo, y su poder lo ha montado en base a eso. Política es saber que tú tienes adversarios que quieren cosas que no son las que quieren los otros. La obsesión por destruir al adversario es una obsesión maligna. También, puede haber gente que piense como yo que su obsesión sea destruir a Colau, lo que es otro error.
En cuanto su partido, ¿cree que Junts y el Pdecat tienen que encontrar de nuevo puntos de encuentro?
Si no lo hacen se equivocarán y se harán daño los dos. Sabemos que este es un espacio que existe, que exige unas definiciones y que exige también asumir liderazgos. No se puede convertir en una cosa personal. Dentro de Convergència había una cosa muy curiosa: gente socialdemócrata, gente liberal, gente que venía con Ramon Trias Fargas, gente de Pallach (PSC), yo traje a varias personas del PSUC. Configuramos un partido que era muy plural, pero para esto había un liderazgo claro, que era el de Jordi Pujol.
Pero al final mucha gente se fue enfadada. Puigdemont mismo se dio de baja del partido…
Se dio de baja porque consideraron que era la manera de hacer un partido grande, que yo también lo creo, y por eso hicieron Junts per Catalunya. Es una posición que, aunque yo hubiera hecho diferente, no creo que sea equivocada. El Pdecat tiene un problema, y es que se siente maltratado. Yo, apoyando a Junts, creo que no ha tratado bien al Pdecat. Al final, nosotros [Convergència] fuimos muchos años con Unió, y anda que no había tensiones. Ellos se creyeron muy importantes, no quisieron unirse, y el resultado es que han desaparecido.
El Pdecat tiene un problema, y es que se siente maltratado. Yo, apoyando a Junts, creo que no ha tratado bien al Pdecat
Un poco de aviso para el Pdecat…
Se tiene que ir con cuidado. Yo creo que el Pdecat es muy importante pero tiene la fuerza que tiene, y deja de ser importante si no tiene fuerza. En la vida se tiene que pactar, que no significa renunciar a lo que uno piensa.