Votantes del PSOE piden perdón en Colón: «No voto más a Sánchez»
Los políticos dejaron que la ciudadanía fuera la gran protagonista de la manifestación en contra de los indultos que anticipa el Gobierno este domingo en la madrileña Plaza de Colón.
«Yo voté a Pedro Sánchez pero no entiendo este giro que ha dado. Ahora se alía con los golpistas, aquello que combatía, y he venido hoy aquí para pedir perdón y prometer que no voy a votar más a Pedro Sánchez porque me ha traicionado». Así de contundente se muestra José María, de 57 años. Como él, algún que otro votante del PSOE se ha acercado este domingo a la madrileña Plaza de Colón para decir ‘no’ a los indultos que el Gobierno anticipa a los 12 presos del procés.
Miguel de 22 años también asegura haber votado a Sánchez «por el modelo social que defiende, pero no estoy de acuerdo con que ahora defienda dar el indulto a los presos independentistas cuando tampoco se han arrepentido», señala a Economía Digital. También una manifestante que no quiere dar su nombre a los periodistas muestra una pancarta donde asegura que no votará más a Sánchez.
Los políticos dejaron todo el protagonismo este domingo a la ciudadanía y a la Plataforma Cívica Unión 78, fundada por la expresidenta de UPyD Rosa Díez, que junto con el escritor Andrés Trapiello y el presidente de la organización, S’ha Acabat, Yerai Mellado, han leído varios manifiestos al pie del gran monumento de la plaza de Colón.
La plaza estaba a rebosar una hora antes de la cita. Mucha gente se quedó fuera del cordón oficial que la organización tuvo que poner alrededor del recinto por medidas contra el Covid que de nada sirvieron. No había distancia de seguridad y se vivió algún que otro susto por deshidratación.
También hubo la ya tradicional, en estos actos, ‘guerra de cifras’. Y es que mientras la delegación del Gobierno cifró en 25.000 personas los asistentes a la Plaza de Colón, los datos de la Policía Municipal de Madrid elevaron la cifra a 126.000. Un número que encajó más con lo que los periodistas y personal de la organización vieron.
El generador encargado de aportar el audio a los protagonistas falló y el acto se retrasó hasta una hora, pero la gente, lejos de irse, siguió al pie del cañón con un calor insuperable al grito de «Sánchez dimisión», «Basta ya», «Fuera Sánchez» o «Indultos no».
También hubo festival de pancartas, donde se podía leer «Sánchez, España no te indulta», «Sánchez no metas a España en esto» y otra dirigida al Rey Felipe VI pidiéndole «Majestad, no firme».
«Hemos venido desde Tarragona en autobús. Nos hemos levantado a las 4 de la mañana. Pero la ocasión bien lo merece», señala un matrimonio. Varios autobuses llegaron este domingo directos a Colón desde Barcelona. «Nosotros somos grupos de Vox que nos hemos pagado el viaje entre todos para apoyar a Abascal y pedir la dimisión de este Gobierno. No pueden estar ni un minuto más en el poder», señalan.
También Pablo Casado tenía su público. Una pareja de 32 años con pulseras de España y del Partido Popular en la muñeca insiste en que «la juventud tiene que despertar. No podemos consentir todo lo que nos están haciendo, especialmente a los jóvenes. Somos el país con más paro de Europa. Nosotros apoyamos a Casado y al PP porque pensamos que esto sólo lo pueden arreglar ellos», comentan.
Sin duda, el discurso del escritor Andrés Trapiello fue el que más ‘vivas’ y aplausos despertó entre el público. «Nadie es facha por decir lo que decía el presidente del Gobierno hace meses», destacó.
La ex dirigente de UPyD Rosa Díez acusó al Gobierno de «pervertir» la democracia y «premiar a los enemigos declarados de la nación». Díez vuelve a color platino y al corte que la vio resurgir para subirse al escenario y recordar al Ejecutivo aquello que ya advirtió Fiscalía y después el Tribunal Supremo: «Sin arrepentimiento no puede haber indulto».
Díez cerró el acto pidiendo un minuto de silencio por las víctimas de la Covid-19 a lo que siguió el himno de España interpretado por un trompetista.
Los políticos se echan a un lado
Las formaciones de izquierdas aseguraron los días previos a la cita que «las derechas» imitarían nuevamente aquella ya famosa ‘foto de Colón’ donde se pudo ver a PP, Vox y Cs en conjunto y en contra del Gobierno de Pedro Sánchez.
Este domingo, los tres partidos han considerado que había que estar en la protesta en contra de la defensa que está haciendo el Ejecutivo con la determinación de indultar a los 12 presos del procés. Sin embargo, ésta vez cada uno fue por su lado. El líder del PP, Pablo Casado, convocó a los medios a las 11:30 horas en la sede de Génova. Casado se sintió más cómodo hablando desde su sede, que tiene los días contados, que quizás en la Plaza de Colón.
El líder del PP asistió al acto flanqueado por sus incondicionales, la presidenta de la Comunidad de Madrid en funciones, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez Almeida. Más que atender a los discursos, Casado hablaba con los suyos y saludaba a distancia de la plaza. Todo lo contrario que la diputada y ex portavoz, Cayetana Álvarez de Toledo, a quien se pudo ver casi en primera línea de la plaza y acompañada por el escritor Mario Vargas Llosa.
Quien sí se dio un gran baño de masas fue Vox y su líder Santiago Abascal. Acceder a él era casi como alcanzar el Santo Grial. Custodiado por un equipo de seguridad, una gran masa de gente se zafó de la seguridad para sacarle fotos. «Yo solo quiero tocarlo y felicitarlo», decía una señora.
El líder de Vox estuvo acompañado por la candidata por Madrid, Rocío Monasterio; el portavoz, Jorge Buxadé, diputados como Víctor Sánchez del Real, Pablo Sáez e Ignacio Gil Lázaro y sus incondicionales: Macarena Olona e Iván Espinosa de los Monteros. Los «verdes» se situaron debajo de la estatua de Blas de Lezo y allí se quedaron escuchando los discursos y atendiendo a la gente que se acercaba.
En cambio, fue difícil de encontrar a la representación de Ciudadanos entre todo el maremágnum de gente. Frente a la Biblioteca Nacional, Inés Arrimadas lamentaba que Sánchez «se arrodille» para ganar tiempo en la Moncloa y ceda ante «los golpistas» y subrayaba que «no es Cataluña la que se indulta con esto, lo que se indulta es a quienes han roto Cataluña».
Arrimadas asistió acompañada de su ‘mano derecha’, el diputado Edmundo Bal; la vicealcaldesa Begoña Villacís y algún diputado que tímidamente posaba en la plaza junto a la bandera de España. Los dirigentes naranjas aplaudieron bien fuerte cuando el público grito «¡viva el centro!», que tanto les gusta reivindicar.
Críticas desde el Gobierno
La izquierda que no asistió también deslizó sus críticas vía redes sociales tras ver la enorme asistencia y el éxito de la convocatoria.
Podemos, en boca de su nueva secretaria general, Ione Belarra, elegida precisamente este domingo como sucesora de Pablo Iglesias y con menor participación de la historia del partido, ha pedido «pelear por un país mejor» frente al «odio» de las derechas «que vuelven a petrificarse en una foto en blanco y negro en la plaza de Colón».
Asimismo, el secretario general del grupo parlamentario socialista, Rafael Simancas, reclamó al PP un «ejercicio de patriotismo» para que coloque el interés general por encima de los cálculos partidistas, y reiteró que «necesitamos menos gritos y más lealtad, menos rencor y más solidaridad».
Las críticas a la concentración de Colón también llegaron desde ERC y mientras su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, la comparaba con «una especie de narcosala de la ultraderecha en la que se va a repartir metadona de la mala», el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, reivindicó en Twitter la amnistía, la autodeterminación y la independencia, «aunque el fascismo y la derecha rabien».
Desde el Gobierno, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, insistió, en una entrevista en La Vanguardia, que los indultos a los presos independentistas están cerca y «llegarán pronto a la mesa del Consejo del Ministros», al tiempo que desde Córdoba ha afirmado que el acto de Colón es «la foto de la impotencia de no haber aceptado el PP la llegada del PSOE al poder».