Visa critica la decisión del Gobierno de prohibir las tarjetas a los altos cargos
La multinacional dice que la vuelta a los sistemas de pago en metálico facilitan la opacidad y la corrupción
Una honda preocupación aqueja a los responsables de Visa España y Visa Europa por las nuevas medidas de regeneración democrática que se están tramitando en el Senado y que plantean, entre otras medidas, la prohibición de tarjetas de crédito para que los altos cargos públicos paguen sus viáticos y gastos de representación.
La compañía de pagos electrónicos ha mostrado su inquietud por la proposición de ley que haría que los viajes y los gastos corrientes de los altos funcionarios y cargos políticos se paguen en efectivo. «Es un sistema que contribuye a la opacidad fiscal y facilita la corrupción», explicó este jueves Cinzia Pilo, responsable de marketing en Europa de la división de tarjetas corporativas Visa.
La multinacional ha defendido que los pagos electrónicos, por la información que registra en cada una de las transacciones, garantiza una transparencia de la que carecen los sistemas de pago en efectivo. También aseguran que el pago manual multiplica el gasto administrativo.
Vuelta al control manual
«El sistema de pago electrónico permite que las empresas puedan restringir el pago a cierto tipo de establecimientos o incluso a líneas aéreas concretas. También ofrecen la posibilidad de que un superior apruebe los gastos y, de lo contrario, que se carguen en las cuentas personales del usuario de la tarjeta», explica la representante del negocio de tarjetas corporativas de Visa.
La empresa también se ha visto salpicada por el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid y Bankia, que ha destapado un uso irregular y extendido entre los consejeros de la entidad que gastaron ingentes cantidades en tiendas de lujo, viajes, restaurantes, centros de masaje y prostíbulos.
Opción no utilizada
Pero el control exhaustivo de las tarjetas es una opción de la empresa que emite las tarjetas corporativas y no de Visa, explican los responsables de la multinacional. Es decir, la causa no reside en el método de pago sino de la falta de controles internos de la entidad.
«Todo el mundo es consciente de que el regreso a los métodos de pago en efectivo es una medida inconveniente y un paso atrás», explica la directora general de Visa en España, Carmen Alonso.
El paquete de medidas de regeneración democrática y lucha contra la corrupción anunciadas por el Gobierno de Mariano Rajoy contemplan, en teoría, un mayor control de gasto de los altos cargos de la administración pública y la obligatoriedad de la publicación de todas las retribuciones percibidas.