Los vecinos de Sant Andreu critican los cambios superficiales de Colau en el ‘puerta a puerta’
Cristina Galán, presidenta de la Asociación de Vecinos Sant Andreu Sud, lamenta que el ayuntamiento solo repita "eslóganes previamente aprendidos" para defender el modelo
Los vecinos desconfían de los tímidos cambios que Ada Colau ha aplicado en el ‘puerta a puerta’ tras las quejas vecinales por problemas derivados con los residuos textiles sanitarios o el excesivo ruido de los camiones de noche. Desde la asociación de vecinos Sant Andreu Sud critican una «falta de voluntad real» de repensar este modelo de recogida de basuras.
«Chocamos contra un muro sin ninguna voluntad de arreglar nada ni de diálogo«, ha lamentado la presidenta de la entidad vecinal, Cristina Galán a Economía Digital tras explicaciones del consistorio en la Comisión de Seguimiento. «No debatían entre iguales a partir de la información de la que disponen, sino que repetían eslóganes previamente aprendidos».
Pese a que valoran positivamente la idea de acabar con el camión itinerante que iba recogiendo los residuos textiles, lamentan que el nuevo sistema pensado por el ayuntamiento –unos buzones asignados a vecinos que generen desechos como pañales a 200 metros de sus casas– se acabe llevando a cabo sin perspectivas realistas sobre los que lo necesitan.
«Hablaban de que un 17% de las viviendas generan textil sanitario y esto no es verdad. En la mayoría de casas hay una mujer que menstrúa», ha lamentado Galán. La presidenta de la asociación de vecinos también recuerda que hay ciudadanos con enfermedades que generan residuos sanitarios, como en el caso de los diabéticos.
«Los camiones siguen siendo los mismos»
Tampoco se ha mostrado muy esperanzada con las promesas del gobierno municipal de eliminar ruidos con los camiones de diésel que hacen las rutas de recogida de basuras, y que perturban el descanso de los vecinos. El ayuntamiento se ha comprometido a quitar papeleras y otro mobiliario urbano que dificulte las maniobras.
«Los camiones siguen siendo los mismos, es la compactadora lo que produce más ruido. Ellos proponen no compactar la basura cuando la recogan, y hacerlo en una esquina de la calle: «Es beneficiar a un vecino para perjudicar a otro». Además, «respondieron con toda la desvergüenza que antes lo padecía el que tenía contenedores bajo la ventana y ahora lo sufren todos».
Los vecinos responden así a los ajustes planteados por el consistorio de Ada Colau en la comisión de seguimiento. El ayuntamiento instalará unos buzones especiales asignados a vecinos con necesidades de eliminar residuos textiles a un máximo de 200 metros de las viviendas y eliminarán el punto itinerante existente en la actualidad que los vecinos deben localizar.
El ‘puerta a puerta’ que mantiene en pie de guerra a Colau
El ‘puerta a puerta’ se ha convertido en un auténtico dolor de cabeza para Ada Colau. Los vecinos llevan meses batallando contra un sistema que ha llenado las calles de bolsas de basura que son recogidas en función del tipo de residuos algunos días a la semana y que, en caso de no tirar la bolsa correcta, el ayuntamiento se niega a retirarlas de la vía pública.
La acumulación de basuras por el ‘puerta a puerta’ ha provocado los primeros avistamientos de ratas y otros animales en las calles consecuencia de las altas temperaturas, que favorecen la putrefacción de los residuos orgánicos. Pese a las quejas de muchos ciudadanos, que aseguran que se ha comunicado, lamentan que el ayuntamiento niega que exista tan problema.
Pese al enorme descontento vecinal, el gobierno de Ada Colau insiste en vender el buen funcionamiento de este sistema de recogida de basuras. Según los datos del propio consistorio, el sistema ha permitido consolidar un 76% de recogida selectiva respecto al 37% que había antes de su implantación.