Urkullu vende la cesión de las prisiones como un paso hacia el autogobierno
El País Vasco toma el poder de las cárceles de Basauri, Martutene y Zaballa tras la cesión de competencias acordada en junio por el Consejo de Ministros
Íñigo Urkullu ha celebrado la cesión de la competencia sobre las prisiones que ha materializado este viernes el País Vasco. El lehendakari ha vendido este cambio en el modelo de gestión, fruto de las negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez, como un avance en sus objetivos por dotar de mayor autogobierno a la comunidad autónoma.
«Estamos ante un nuevo paso en el autogobierno y nuestra primera responsabilidad ha sido hacer un traspaso tranquilo», ha expresado al resto de grupos en la sesión de control celebrada en el Parlamento vasco.
El País Vasco gestiona desde hoy directamente las cárceles de Basauri, Martutene y Zaballa, que pasarán a llevar el nombre de las tres provincias (Vizcaya, Guipúzcoa y Álava) tras quedar bajo el control de la Consejería de Justicia. Desde ahora, el Gobierno vasco se encargará de la atención de más 1.300 presos repartidos entre las tres prisiones.
El acuerdo es el resultado de la batería de reales decretos acordados el pasado 29 de junio en el Consejo de Ministros para formalizar los traspasos de competencias al País Vasco y se han formalizado justo en plenas negociaciones a nivel nacional para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del 2022.
Se trata de una de las iniciativas contemplada en el Estatuto de Guernica, que Urkullu ha colocado como hoja de ruta para reivindicar ante el Estado mayor margen de gobierno en el País Vasco. «Se suele decir que el primer paso es el más importante. Hoy es un día señalado porque hace 85 años se aprobó el primer Estatuto de Euskadi», ha agregado el lehendakari.
Para poder garantizar la gestión de las prisiones, el líder del Partido Nacionalista Vasco (PNV) ya ha adelantado que elevará las partidas en su propuesta para los presupuestos autonómicos del próximo curso. Su objetivo pasa por implementar mejoras inmediatas en las condiciones laborales de la plantilla que ahora dependerá directamente de su gobierno.
Urkullu rehúye de la vía unilateral
La gestión de las prisiones es un ejemplo de la política de Urkullu para negociar concesiones con el Gobierno de Pedro Sánchez que se aleja de las vías nacionalistas más rupturista. El lehendakari ha vuelto a insistir ante el resto de grupos en buscar acuerdos entre las principales instituciones políticas basados en el respeto a la «pluralidad».
El líder del PNV se ha alejado así de las presiones de EH Bildu para que incluya la consecución de un nuevo estatus para el País Vasco entre sus prioridades de gobierno. Urkullu ha contestado que el derecho a decidir no está jurídicamente regulado en España y ha pedido alejarse sobre «definiciones maximalistas» de la autodeterminación.
Urkullu sí que ha dejado abierta la puerta a conseguirlo, pero dentro de un marco de consenso institucional e incluso a través de un referéndum. «El derecho a decidir se debe basar en un acuerdo político e institucional que luego deberán ratificar los ciudadanos», ha expresado.