Urkullu busca un gesto de Moncloa para ir a la Conferencia de Presidentes
El lehendakari estudia solicitar una comisión bilateral a Pedro Sánchez, al igual que Cataluña, para no acudir a la Conferencia de Presidentes
La presencia del lehendakari Iñigo Urkullu a la Conferencia de Presidentes que se celebra este viernes en Salamanca sigue en el aire. El dirigente vasco ha enviado hasta tres cartas a Moncloa para que el Gobierno adopte medidas más drásticas contra los nuevos aumentos de casos de Covid y Pedro Sánchez no ha contestado. Desde el PNV esperan «un gesto de Moncloa» para acudir a la reunión y exponer sus quejas.
«El lehendakari está muy molesto», señalan en el partido. A esta reivindicación se suma el «poco caso» que, según el PNV, está haciendo el Gobierno a sus propuestas y, a estas alturas, Urkullu dice tener un «estado de ánimo no positivo» con respecto al presidente por su «dinámica» de no atender a las peticiones que le hace llegar.
La secretaria general del PSE-EE y vicelehendakari segunda del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, ha decidido mediar este lunes emplazando al lehendakari a que asista a la Conferencia de Presidentes «para defender los intereses de los vascos». Sin embargo, desde Ajuria Enea siguen pensando su asistencia y expresan que «aún hay tiempo».
Los temas a tratar en esta cumbre bilateral son: la campaña de vacunación, los efectos del coronavirus, la gestión de los fondos de recuperación y la estrategia frente al reto demográfico.
Mayores restricciones contra la pandemia
Urkullu fue el primero en plantear en octubre la necesidad de un estado de alarma en toda España para adoptar medidas más drásticas con las que poder controlar las nuevas olas de la pandemia.
El País Vasco cerró la semana pasada con 10.276 casos de Covid, la semana con más contagios de toda la pandemia. Una nueva ola, la sexta desde marzo, en la que la cifra de infecciones se multiplica por ocho en solo un mes.
La preocupación del gobierno vasco aumenta y el lehendakari ya ha contactado con Aragón, Navarra, Cantabria, Castilla y León y «otras comunidades«, según su gabinete, para analizar con ellas la situación, de nuevo condicionada por sentencias de los Tribunales Superiores de Justicia en un sentido y en el contrario.
Urkullu ya ha enviado hasta tres cartas al Gobierno central, para hacer más solemne su petición y que adopte un «paraguas» que dé «garantías jurídicas» a posibles restricciones, siendo reacio a utilizar la palabra «estado de alarma».
Desde el gobierno vasco critican que, simplemente, han podido adelantar una hora el cierre de la hostelería porque el resto, «no podemos hacer nada más», señalan. «No tenemos competencias», insisten desde Ajuria Enea.
Asimismo, no concretan el mecanismo pero esperan que Sánchez dote a las comunidades de más «herramientas jurídicas» para que las comunidades «no se vean sometidas a la disparidad de criterios» de sus respectivos Tribunales Superiores.
«No es ya que La Moncloa no acepte lo que plantea Ajuria Enea, «el problema es que no hay respuestas y la gravedad de la situación exige mayor ejercicio de responsabilidad», señaló el lehendakari.
Mascarillas, el IMV o la «relación preferente»
Esta no sería la única reivindicación del PNV. La semana pasada, Urkullu se dirigió también a Sánchez para que no ratificara en el Congreso el decreto que exime del uso de mascarillas en la vía pública si hay distancia suficiente y se volviera al marco anterior, con obligatoriedad en todo caso. No lo logró.
El trasfondo del PNV es mayor, según explican, cuando el pasado lunes se cumplió un año de legislatura del Gobierno saliente del 12-J y los vascos sienten que Sánchez les da largas, para luego desoír sus reclamaciones en ámbitos como el Ingreso Mínimo Vital (IMV), el Estado de Alarma, el TAV o la «relación preferente» que le pidieron con la llamada ‘cogobernanza’.
Desde el Gobierno vasco recuerdan que Sánchez sólo se ha reunido con Urkullu en dos ocasiones. El cruce de cartas y peticiones por parte del lehendakari ha sido constante y, según indican, la respuesta de Sánchez siempre fue «desequilibrada». Es decir, que contestaba «de vez en cuando» y «cuando le interesa».
Entre sus primeras reivindicaciones se encuentra la promesa del ministro Escrivá: el traspaso del Ingreso Mínimo Vital (IMV) al País Vasco, tal y como les prometió, no se ha efectuado todavía. El Gobierno de Pedro Sánchez habría dado marcha atrás con la medida y ahora pretenden que funcione, al igual que en el resto de territorios, sólo mediante una ventanilla de recogida de peticiones y no sea País Vasco quien gestione la ayuda, tal y como se pactó.
Tampoco ha llegado esa «relación preferente» entre el Gobierno y el País Vasco cuando a Sánchez se les ocurrió el término de ‘cogobernanza’. Desde Ajuria Enea pidieron poner fin al mando único en la lucha contra el virus y tras lo vivido estos días con la sexta ola en auge, los de Urkullu se plantean solicitar una comisión bilateral, al igual que ha hecho Cataluña para no asistir a la Conferencia de Presidentes del viernes.
Tampoco falta entre las críticas habituales del gobierno vasco, el Tren de Alta Velocidad (TAV). Así, explican que con el Gobierno de Mariano Rajoy se pactó un calendario de inversiones que Pedro Sánchez se comprometió a respetar. Algo que «no se ha respetado», aseguran, e , incluso, puede que pueda terminarse en 2027 por la crisis económica tras la Covid.
El Gobierno de Urkullu se enorgullece, por contra, de haber cumplido con una de sus mayores reivindicaciones, pese a señalar en privado que inicialmente no la pidieron, como es el traspaso de la gestión de Prisiones y el avance en el acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas o próximas al País Vasco.
Desde octubre, el Gobierno vasco gestionará las tres prisiones vascas: Basauri, Zaballa y Martutene. Y el siguiente paso, en línea con Cataluña, será reclamar, a partir de septiembre, el reconocimiento de los derechos históricos que le asisten al País Vasco para dotar de un nuevo modelo confederal al País Vasco del futuro como nación.
De ahí que el enfado del lehendakari pudiera servir para arrancar otra comisión bilateral con el Gobierno de Pedro Sánchez para acelerar los trabajos y seguir completando el traspaso de competencias para mirar al ‘nación de naciones’ del que ahora reniega buena parte del PSOE visto lo visto con Cataluña.
Mientras el resto de autonomías seguirán cogiendo sus cinco minutos de turno de palabra, es lo que les permite Sánchez en la Conferencia de Presidentes del viernes, para ver si el Gobierno escucha las quejas del resto de territorios.