UPyD denuncia a Mas por organizar el 9N
La formación carga contra el presidente de la Generalitat, Rigau y Espadaler por desobediencia, prevaricación y omisión del deber de perseguir delitos
UPyD ha presentado este domingo sobre las 9 horas una denuncia contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y los consejeros de Educación, Irene Rigau, e Interior, Ramon Espadaler, por organizar el 9N.
La formación que lidera Rosa Díez ha solicitado la actuación de las fuerzas de seguridad para el cierre de los edificios públicos que albergan las urnas del 9N, el decomiso del material y la detención de los voluntarios en caso de que se les identifique y se nieguen a hacerlo.
Varios delitos
UPyD carga contra el Govern por delitos «flagrantes y permanentes» de desobediencia, prevaricación y omisión del deber de perseguir delitos, así como contra todos los cómplices, cooperadores necesarios, encubridores y demás coautores que resulten de las actuaciones que se practiquen este domingo.
El portavoz de UPyD de Cataluña, Ramon de Veciana, ha explicado a las puertas de la Ciudad de la Justicia que serán las fuerzas de seguridad quienes decidan si detener o no a algún presidente de mesa por «oponerse a las actuaciones policiales».
Oídos sordos al Constitucional
La denuncia recoge cómo «a pesar de la suspensión taxativa del Tribunal Constitucional (TC) realizada hace 15 días, la Generalitat ha abierto institutos y edificios públicos que dependen de la consejería de Educación para la realización de la consulta suspendida facilitando su logística y los medios necesarios para realizarla».
También consideran que el Govern ha puesto a disposición del 9N funcionarios públicos y a los Mossos d’Esquadra «en la realización de actos ejecutivos de la organización del proceso de participación ciudadano y ha hecho entrega de las llaves de los edificios a voluntarios de afiliación desconocida dependientes en su mayoría de la ANC».
«Golpe de Estado»
De Veciana ha declarado a los medios que Artur Mas está cometiendo actos muy graves que se podrían calificar de «golpe de Estado» en los que no se utiliza la violencia, pero sí la coacción. Ha criticado, además, la impasividad del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante la situación de Cataluña.