Una nueva cepa del coronavirus más resistente se expande por Nueva York
Un grupo de investigadores identifica la presencia de la la variante B.1.526 en un 25% de las pruebas secuenciadas en la ciudad estadounidense
La comunidad científica ha vuelto a poner el foco en la aparición de una nueva cepa del coronavirus que ya se ha instalado de forma masiva en Nueva York. Las primeras indagaciones han despertado todas las alarmas porque los investigadores sospechan que cuenta con una mutación, que ayuda al virus a esquivar al sistema inmunológico.
La variante, denominada científicamente como B.1.526, fue detectada por primera vez en el mes de noviembre. Sin embargo, ha sido ahora cuando se ha demostrado su alta presencia en la ciudad estadounidense. A mediados de febrero, ya representaba aproximadamente el 25% de las secuencias virales que se analizaban en los laboratorios.
Un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de California ha desarrollado un nuevo software para medir el impacto de las variantes en Estados Unidos que les ha permitido obtener estos primeros datos preliminares. “Con esta herramienta, detectamos un linaje emergente de aislados virales en la región de Nueva York que comparte mutaciones con variantes reportadas previamente”, han expresado los autores en el documento, publicado en línea.
El temor de que la nueva variante cuente con una mayor resistencia ante el ataque de los anticuerpos de las personas que ya han pasado la enfermedad ha llevado a los autores de la investigación a ponerse en contacto con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos para que activen sus planes de contención.
La nueva variante deja en un punto crítico a Estados Unidos
El hallazgo de esta nueva variante ha colocado a Estados Unidos en un punto crítico debido a la alta incidencia de la Covid-19 que ha contabilizado en los últimos días. El último informe epidemiológico sumó 71.836 infecciones y 2.337 fallecidos en todo el país en apenas 24 horas.
El balance total de muertos desde el inicio de la pandemia ya alcanza el medio millón de personas, superando con creces las previsiones que manejaba la Casa Blanca. California es el estado más golpeado por la pandemia con un recuento de 49.944 muertos. Mientras que Nueva York, donde se ha detectado la nueva variante, ha sido escenario de 47.156 decesos.
Los cálculos del futuro no son demasiado esperanzadores. El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Bideb, calcula que morirán en el país más de 600.000 personas a causa del coronavirus. Las investigaciones de la Universidad de Washington todavía aumentan un poco más el parte: se alcanzarán los 615.000 muertos para el 1 de junio.
La nueva variante, una amenaza internacional
La aparición de la nueva variante ha complicado todavía más el escenario en Estados Unidos pero también en el resto del potencias del mundo. La aparición de las cepas de Reino Unido, Brasil o Sudáfrica ya han activado todos los protocolos de emergencia en buena parte de Europa, ya que se considera que son más transmisibles que el modelo original.
España ha restringido el tráfico aéreo con Brasil y Sudáfrica para tratar de poner freno a la llegada de visitantes y que las nuevas variantes no se extiendan de forma generalizada por el país, aunque ya se ha contabilizado su presencia en varios territorios, como Cataluña.
Ahora la incógnita pasa por saber si el impacto de esta nueva mutación más resistente en Nueva York forzará también un plan de choque con el territorio estadounidense, justo cuando encara una nueva fase en las relaciones diplomáticas por la llegada de Biden.