Una Hispanidad en Barcelona acaparada por Vox
La diversidad ideológica y de sensibilidades en la manifestación del 12-O se ve ensombrecida por los aspavientos del partido de Ignacio Garriga y sus seguidores
12 de octubre, día de la Hispanidad. Una fecha no exenta de polémica en España: desde las posiciones revisionistas que tildan de racista a esta festividad, a una cuestión puramente identitaria que genera urticaria a nacionalistas vascos y catalanes. Una fiesta que en Barcelona tiene un sentido anti-independentista, y donde Vox ha acaparado el protagonismo.
Una marea de banderas de España que ocupaban el Paseo de Gracia, entre una amalgama de gente muy dispar. Pese a que Vox era quien animaba más el espectáculo, también había representación del PP, así como ciudadanos constitucionalistas. No faltaban gritos de «España una y no cincuenta y una», y tampoco los típicos «Puigdemont a prisión».
Los de Ignacio Garriga acapararon la mayoría de la atención. Varios voluntarios de la organización se dedicaron a repartir carteles por la macha con eslóganes firmados por la organización política. También con bengalas de humo, y marcando desde sus megáfonos el compás de las consignas gritadas por los concentrados.
Garriga saca pecho
E Ignacio Garriga y la plana mayor de la formación sacando pecho del aplauso fácil y vítores que recibían de otros manifestantes. «¡Viva España!», gritaba una manifestante mientras el líder de Vox en Cataluña atendía a los medios de comunicación. Aplausos, concentardos con banderas carlistas, y otros símbolos típicos de todo ese mundo social y político a la derecha del PP.
El constitucionalismo ha dibujado su división en esta manifestación. Más allá del ensombrecimiento de los demás por parte de los jaleos de Vox, Cs se ha desmarcado de la concentración. Garriga no ha dejado pasar la ocasión, atacando con dureza a los de Carlos Carrizosa, a los que han acusado de llevar «décadas bajando la cabeza» y de preferir «fotos con Sánchez».
Más allá de los vítores a Vox, la manifestación contaba con diversidad ideológica y de planteamientos, siempre dentro de una idea de españolidad determinada. Desde militantes del PP –algunos de los cuales intelectuales del ala liberal cuya presencia parecía impostada–, a otros manifestantes sin adscripción política. También, latinoamericanos con trajes tradicionales.
«Es nuestra Fiesta Nacional»
«Es nuestra Fiesta Nacional, no solo nuestra fiesta nacional de España, sino también para conmemorar todos los lazos que nos enlazan con nuestros hermanos de América Latina», explica el joven Ignacio Rigau, militante de NNGG y entusiasta del 12-O. Una admiración que expresa a una festividad que define como «lúdica y bonita».
Rigau explica incluso que cada año tiene por costumbre ver «el desfile militar», algo que le parece admirable. Considera que para ser puente el nivel de afluencia es aceptable: «Tenemos buen tiempo, tenemos buen ambiente». «Lo importante es que se nos vea, que se nos escuche, más allá de si somos 90 o 100.000».
Una situación que comparte Francisco, un barcelonés de 61 años asiduo de este tipo de actos. «En vez de romper la unidad entre comunidades o nacionalidades es un día de unidad, más allá de lo que piense cada uno». Este señor, que se define como «catalán y español», celebra su doble identidad: «Puedo celebrar el 11 de septiembre y el 12 de octubre».
«El nacionalismo en España ha hecho mucho daño»
También, muchos latinoamericanos se han acercado a la festividad barcelonesa. Es el caso de Wilson, que se ha acercado con otros miembros de la comunidad boliviana de Barcelona a bailar en este día. Bromea con el colonialismo español, y dice que es un día cuyo significado es muy distinto para los latinoamericanos: «La venganza es un plato que se sirve frío».
No es la única persona de origen latinoamericano que asiste a esta marcha. «La lástima es que la gente esté tan dividida, y el tema del nacionalismo aquí en España ha hecho mucho daño», explica el joven Rolando Alberto, que se encontró con la manifestación mientras barceloneaba con su novia.
El joven de origen cubano aborda la polémica sobre la Hispanidad como algo pasado, bajo la premisa de que no se puede abordar con los ojos de hoy la colonización de América. Además, recuerda que al final ha habido movimientos migratorios en todas las épocas: «A España también vinieron de muchos sitios».
Más allá de la convocatoria oficial
Paralelamente a la manifestación constitucionalista, que ha transcurrido sin incidentes, se ha producido el habitual acto de la extrema derecha con motivo del 12-O, convocado por Democracia Nacional, en el que se han quemado banderas independentistas y se han proferido gritos a favor del dictador Francisco Franco.
Asimismo, en la plaza Universitat –cerca de donde estaba la concentración oficial constitucionalista– la plataforma Som Antifeixistes ha convocado un protesta bajo el lema “nada a celebrar”, si bien han sido desviados hacia la Estación de Sants por los Mossos d’Esquadra para evitar incidentes con la marcha del 12-O.