Una dosis de la vacuna de Pfizer o Astrazeneca reduce un 65% el contagio covid
Las vacunas de Pfizer y Astrazeneca protegen por igual a personas mayores o jóvenes, según un estudio llevado a cabo por investigadores británicos
Una sola dosis de la vacuna de Pfizer o Astrazeneca reduce en un 65% las probabilidades de contagio. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por la Universidad de Oxford y la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido, que además indica que el pinchazo protege por igual tanto a las personas mayores y vulnerables como a las más jóvenes y sanas.
Los investigadores analizaron los resultados de las pruebas de coronavirus de más de 350.000 personas entre diciembre y abril y comprobaron que las inyecciones fueron más efectivas en los casos de infecciones sintomáticas que asintomáticas. En el primero de los casos las tasas de enfermedad se redujeron en un 72% -en comparación con la población no vacunada- mientras que, en el caso de las personas sin ningún tipo de dolencia este porcentaje cae al 57%.
En cuanto a las segundas dosis, entre los inmunizados con Pfizer la protección aumentó provocando un descenso del 90% de casos sintomáticos y un 70% en los no asintomáticos. Respecto al antídoto de Astrazeneca todavía se desconocen los datos porque su lanzamiento fue más tarde y todavía es pronto para evaluar el impacto
Las inyecciones fueron más efectivas en los casos de infecciones sintomáticas que asintomáticas
Una segunda inyección de la vacuna de Pfizer aumentó aún más la protección, provocando que las infecciones sintomáticas cayeran en un 90% y las asintomáticas en un 70%, según la investigación a la que ha tenido acceso The Guardian. Debido a que la vacuna Oxford se aprobó y se lanzó más tarde, es demasiado pronto para evaluar el impacto de esas segundas dosis.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que los ensayos clínicos se han ensayado con dos dosis. Si las farmacéuticas han decidido establecer dos pinchazos pese a que el primero ya es eficaz puede ser porque “no se ha comprobado cuan robusta es esa inmunidad y cuánto tiempo puede perdurar.”, aseguró el microbiólogo, José Antonio López, en una entrevista con Economía Digital.
“Cuando se puso una segunda dosis vio que la inmunidad se fortalecía y la eficacia también era mayor. Ahora, por estos efectos adversos que se están viendo, dejamos solo la primera dosis, a priori uno puede pensar que abarcamos a más población con menos vacunas y conseguimos la inmunidad de rebaño. Pero por otro lado puede ocurrir algo perverso: que la inmunidad no sea total, tanto como la que desearíamos y el virus tuviera recovecos para poderse hacer resistente y mutar y que aparezcan variantes resistentes”, matizó el experto.
Reino Unido se respalda en su decisión de retrasar la segunda dosis
Pero el Reino Unido ha aprovechado estos hallazgos para respaldar su decisión de priorizar la administración de primeras dosis y retrasar la segunda. “No hubo evidencia de que las vacunas fueran menos efectivas entre los adultos mayores o aquellos con problemas de salud a largo plazo”, ha señalado Koen Pouwels, investigador del equipo, en declaraciones recogidas por el diario británico.
“No hubo evidencia de que las vacunas fueran menos efectivas entre los adultos mayores o aquellos con problemas de salud a largo plazo”
Koen Pouwels, investigador
El equipo de expertos también analizó las respuestas de anticuerpos a las vacunas. Según han apuntado, estos aumentaron más rápido con una inyección de Pfizer, pero luego volvieron a bajar, sobre todo en el caso de las personas mayores, a un nivel similar a la vacuna de Astrazeneca. Las respuestas fueron distintas dependiendo del fármaco inoculado. No obstate, David Eyre, miembro del Big Data Institute de Oxford ha garantizado que se logró una fuerte respuesta de anticuerpos en el 95% de las personas.
“En las personas más jóvenes, una inyección de la vacuna elevó los anticuerpos a los niveles observados después de la infección con Covid, mientras que en las personas mayores esto tomó dos dosis”, ha indicado Eyre. “Nuestros hallazgos resaltan la importancia de que las personas reciban la segunda vacuna para una mayor protección”, ha añadido.
El estudio también ha concluido que al reducirse las tasas de infección gracias a las vacunas no solo se evitan hospitalizaciones y muertes, sino que se logra romper las cadenas de transmisión, lo que permite poco a poco reabrir la actividad en el Reino Unido.