Una crisis de Gobierno ‘low profile’
El presidente Zapatero acude al número dos del Ministerio del Interior, Antonio Camacho, para sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba. En la etapa final de la legislatura, el PSOE toma fuerza dentro del Ejecutivo con la designación de José Blanco como portavoz
La marcha del Gobierno de Alfredo Pérez Rubalcaba para centrarse en la carrera electoral ha provocado una crisis en el Ejecutivo low profile. El mismo portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, ha certificado tras la comparecencia del presidente Zapatero que los cambios “han sido mínimos”. El número dos de Rubalcaba, Antonio Camacho, será sus sustituto en la cabeza del Ministerio del Interior. El hasta la fecha secretario de Estado de Seguridad “tiene una dilatada trayectoria en este ámbito, tanto en la gestión de la seguridad como en la lucha antiterrorista”, tal como ha descrito el jefe de Gobierno.
De hecho, las novedades más destacadas están lejos de la cartera que gestionaba el candidato socialista desde abril de 2006. El Ejecutivo español pasará de tres vicepresidentes a dos: Elena Salgado en el ámbito económico y Manuel Chaves en la política territorial. Es decir, Rubalcaba no tiene sustituto. Ante la proximidad de las elecciones generales, es un hombre del PSOE quién asumirá la tarea de portavoz del Gobierno: el ministro de Fomento, José Blanco. Toda una declaración de intenciones en el tramo final de la legislatura pactada con el candidato socialista, así lo ha reconocido el presidente.
Eso sí, Zapatero sigue sin soltar prenda sobre la fecha de los próximos comicios a pesar de que “es el acontecimiento que todos los españoles esperan”, según la portavoz del PP, Maria Dolores de Cospedal. “Ahora tenemos que pisar el acelerador. Nuestra gran prioridad es mantener la estabilidad, avanzar hacia la recuperación y ganar empleo”, ha respondido el presidente. Sobre todo ante “el proceso de tensión y desconfianza en la zona euro que se extiende cada vez hacia más países tan importantes como Italia”.
Final de ETA
Por otro lado, el presidente ha hablado de “la debilidad profunda de ETA” y la “presión que continuará ejerciendo el nuevo ministro del Interior”. Asimismo, ha aplaudido la tarea hecha a lo largo de la gestión de Rubalcaba. “Ha dado muy buenos resultados”.