Una consellera de ERC critica la estrategia de Quim Torra
La consellera de Agricultura, Teresa Jordà: "Señalar a Madrid siempre es ridículo"
Hasta en el gobierno de Quim Torra hay hartazgo por la insistencia del president en primar siempre la crítica al Estado. El martes, Torra volvió a hacerlo, a la vez que presentaba un balance del primer año de su ejecutivo carente de autocrítica, pese a la evidente parálisis en la que está instalado. Y este miércoles, una de sus conselleras ha considerado públicamente que es necesario superar la fase de reproches continuos al gobierno de Pedro Sánchez y el resto de poderes del Estado.
«Soy de las que digo que ya basta de señalar a Madrid siempre, es ridículo. Madrid puede tener culpa de muchos de nuestros males, pero no de todos», espetó la titular de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Teresa Jordà, en una entrevista en la cadena Ser.
Jordà, que presumió de haber impulsado una de las dos leyes aprobadas en lo que va de legislatura, la de espacios agrarios, compró la tesis del entrevistador, Josep Cuní, de que el gobierno está parado, y admitió que «autocrítica se tiene que hacer» y que «hay momentos en que seguramente se tiene que aparcar» el eje reivindicativo y de denuncia de la situación de los líderes huídos o en prisión porque eso «nos haría avanzar y poner la sexta, que es lo que necesitamos como país».
ERC y el posibilismo
Jordà es una de los siete consellers de ERC, cuya alianza con Junts per Catalunya (JpC) no ha dejado de encadenar sacudidas a base de continuos enfrentamientos entre ambas formaciones, que discrepan en el énfasis que hay que poner en la retórica independentista con la que se camufla que el Govern ha renunciado a la práctica a la unilateralidad: si los neoconvergentes, con Torra a la cabeza, quieren subir el volumen, los de Oriol Junqueras tiran ahora de pragmatismo.
La consellera sí se alineó con Torra en su apuesta por volver a intentar sacar adelante los presupuestos de 2019 ahora que se ha completado el ciclo electoral, pero insistió en que eso significará «sentarse y ceder». «Las cosas las tenemos que hacer diferentes, porque si no, tenemos un problema muy, muy, muy grave como país», dijo en referencia a la negociación de las cuentas, para las que el govern mantuvo conversaciones con los comunes que finalmente embarrancaron a principios de año.
ERC y los presupuestos
Eso sí, Jordà, cuyo departamento maneja el presupuesto más bajo del ejecutivo catalán, dejó claro que, como ya pasó con la primera intentona fallida de aprobar los presupuestos, la primera negociación habrá que hacerla en el seno del propio govern, que ya dilató incluso los primeros esbozos presupuestarios por los problemas que encontró para cerrar un acuerdo entre las consellerias de ERC y las de JpC.
«No me importa ser la última de la fila, pero sí tener el presupuesto más rancio para un sector imprescindible para la ciudadanía. No podemos tirar con 300 millones de euros», protestó la consellera, que entonó un «qué hay de lo mío de manual» y se quejó de que, cuando se queja, sus compañeros en el govern le dan la razón, pero luego «continuamos con esos 300 millones».