Una bronca entre Quim Torra e Inés Arrimadas caldea el Parlament
La líder de Ciudadanos exige explicaciones por la lista de 21 peticiones a Sánchez. El president estalla y la ataca por el apoyo de Vox en Andalucía
La proximidad del arranque del juicio del 1-O, previsto para el martes que viene, 12 de febrero, se ha traducido en un aumento de la tensión política este miércoles en el Parlament de Cataluña. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se enzarzó en agrios cruces de andanadas con el jefe de filas del PP, Alejandro Fernández, y, sobre todo, con la líder de Cs, Inés Arrimadas, a la que acusó casi a voz en grito de no ejercer de líder de la oposición.
Torra aprovechó la sesión de control a la que el Parlament le somete a él y a su gobierno al principio de cada pleno para anunciar que el fin de semana acudirá a visitar a los líderes independentistas presos a las cárceles de Soto del Real y Alcalá-Meco, a las que fueron trasladados el viernes, e insistió en que la apuesta del independentismo es «acusar al Estado» en una especie de juicio ante la opinión pública.
Fernández a Torra: «Menuda jeta»
La primera muestra de tensión se dio, como es habitual, con la intervención de Fernández, que acusó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PSC, Miquel Iceta, de «humillarse» ante Torra al aceptar la figura de un «relator» que participe en una mesa de partidos. Fernández le djo a Torra que el independentismo «ha sido derrotado», y el president replicó: «Igual le ha traicionado el subconsciente ¿Se refiere al 1939?».
«Menuda jeta la suya», espetó el líder del PP a Torra, al que acusó de querer presentar España como una dictadura. Fernández esgrimió el ránquing de The Economist que sitúa España como una de las 20 «democracias plenas» en el mundo y acusó a la Generalitat de estar «chantajeando continuamente al Gobierno. «La única dictadura es la que ustedes quieren imponer en Cataluña», remató.
Torra se remitió a las palabras del fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Rubira, que el martes puso en duda que la causa del 1-O pudiera ser juzgada de forma imparcial en Cataluña, y a Platón: «Dijo que la peor clase de injusticia es la justicia simulada, y eso es a lo que nos enfrentamos».
El president recetó a Fernández paseos por la el parque de la Ciutadella -donde está ubicado el Parlament- para calmarse antes de los plenos, pero en cambio se dejó la ironía en casa cuando tuvo que replicar a Arrimadas, con quien el intercambio fue mucho más bronco.
Arrimadas también reprochó a Sánchez la concesión del «relator», y acusó a Torra de «humillar y obviar a más de la mitad de los catalanes» con la lista de 21 peticiones que entregó al presidente del Gobierno en diciembre y que no hizo pública hasta este martes. El partido naranja ha pedido una comparecencia de Torra específicamente para explicar esos 21 puntos, como también ha hecho en el Congreso con Sánchez.
Torra contraataca con Vox
Con el presidente del Parlament, Roger Torrent, teniendo que intervenir para hacer callar al público, la líder de Cs le preguntó con cuál de esas exigencias se mejora algún problema social, y Torra replicó que «con todas, porque, como decía Muriel Casals (la expresidenta fallecida de Òmnium Cultural), para tener un estado del bienestar primero hay que tener un estado».
«Vamos, que le importan un pimiento los problemas sociales», le espetó Arrimadas, y entonces llegó una de las réplicas más soliviantadas que se le ha visto a Torra, que la acusó de haber renunciado a ejercer de líder de la oposición porque Cs se niega a asistir a la mesa de partidos catalanes creada a instancias del PSC. «Está dejando sin voz a más de un millón de catalanes», dijo en referencia a los votantes del partido naranja, al que instó a «a negociar, a hacer política» y dejar «los espectáculos».
Mientras el president intervenía, Arrimadas, como también es habitual, esgrimió un cartel, esta vez haciendo referencia a la agresión de la que fue objeto un militante suyo en Torroella de Montgrí. «¡Eso, el cartelito, ya tenemos el cartelito! ¡Muy bien!», ironizó Torra, visiblemente enfadado.
Torra fue subiendo el tono y acabó reprochándole a Arrimadas que lo tache de «racista, xenófobo y supremacista». «Ustedes han pactado con un partido racista, xenófobo y supremacista», le afeó en referencia al apoyo de Vox que hizo posible la formación del gobierno de coalición PP-Cs en Andalucía, y ahí, ya fuera de tiempo, le cortaron el micro y el bloque independentista le dedicó una ovación.