Un transportista: «Si hay que llevar medicinas, se llevan»
El sector de transporte ha perdido el 60% de la actividad con el parón económico decretado por el Gobierno
El sector del transporte ha reducido su actividad habitual en más del 60% a raíz del parón económico decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez según constatan las patronales y asociaciones profesionales. Aunque se les considere un servicio esencial, los transportistas se enfrentan a sobrecostes porque, con frecuencia durante el estado de alarma, se ven obligados a realizar el trayecto de vuelta de vacío.
Plantean una moratoria de tres meses en el pago de las letras de sus vehículos, ajustes en el precio del combustible y medidas de seguridad para los conductores. Todos llevan mascarilla, pero no por decisión personal sino porque cada vez más contratistas exigen que estén debidamente equipados -mascarilla, guantes, gafas o pantalla facial- para acceder a sus instalaciones para cargar o descargar.
Ante las dificultades para conseguir equipos de protección, el Gobierno entregó un cargamento de mascarillas a los transportistas para que puedan seguir con su trabajo. Desde este lunes, pueden recogerlas en las oficinas de correos que les corresponda por el domicilio social de su empresa. No obstante, solo se les entregan un par de mascarillas de protección media, del tipo FFP2. Con ellas deberán aguantar todo lo que dure el estado de alarma y mucho más, porque las mascarillas han venido para quedarse.
Mascarillas / “Las mascarillas serán imprescindibles en la vida laboral, para entrar en cualquier compañía a cargar o descargar. Incluso se está exigiendo en los procedimientos internos del sector de la automoción para recibir a los conductores: uso obligatorio de mascarilla, guantes gafas o pantalla. Las mascarillas serán perennes”, afirma Carmelo González, presidente de Conetrans, del Comité Nacional de Transporte por Carretera y vicepresidente de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM). También es el director general del grupo Vía Augusta, con sede en Zaragoza.
Carga y descarga / La CETM reclama que se prohíba al conductor participar en la carga y descarga de su vehículo, una tarea que hasta ahora era habitual, tal como plantea la Unión Europea. Carmelo González indica que si se sigue esta recomendación se evitarán contagios. En estos momentos, ya se evitan los contactos personales para entregar la documentación. Evidentemente, en algún subsector, como la paquetería, es inevitable que el conductor colabore con la descarga.
Afectación / Los transportistas dedicados a servicios no esenciales han quedado “a cero”, parados, señala Carmelo González. Pero incluso los que operan en servicios esenciales atraviesan por enormes dificultades. Por ejemplo, con la gran mayoría de los ciudadanos en sus casas, el consumo de combustible ha descendido en un 80% y, en consecuencia, los transportistas que abastecen las gasolineras han reducido su actividad en el mismo porcentaje. La industria pesada se mantiene al mínimo y otros sectores están completamente paralizados.
Viajes “de vacío” / Al estar muchas actividades paradas, muchos transportistas se ven obligados a realizar el trayecto de vuelta sin carga, tanto en viajes nacionales como internacionales. Europa también ha parado. Ante esta situación, se deben “compensar los retornos”, señala Carlos Marín, presidente de la CETM en Castilla-La Mancha y de la Federación de Empresarios de Ciudad Real (FECIR). También es el director general de Transcentro Marín, con sede en Santa Cruz de Mudela.
Hay dos propuestas de compensación sobre la mesa: que el cliente se haga cargo del 50% del costo de la vuelta de vacío o que abonen un porcentaje sobre la facturación. La primera opción se ha realizado con clientes que les corre mucha urgencia el transporte, aunque la segunda es la más habitual.
Precio del gasoil / Carlos Marín recuerda que los transportistas llevan mucho tiempo reclamando que se elimine el “efecto cohete-pluma”: los incrementos en el precio del barril de Brent se aplican inmediatamente en el combustible mientras que las bajadas se hacen con suavidad y tiempo. Esto también ocurre con el descenso del precio del petróleo a causa del coronavirus, que repercute muy lentamente en el precio que se paga en el surtidor.
Moratoria / El sector ha planteado al Gobierno un aplazamiento de tres meses en el pago de los créditos o leasings por los vehículos. Marín indica que prefieren que se haga de forma “automática” en vez de que cada transportista negocie con su banco. Se planteó al Ministerio de Transportes, la propuesta tuvo buena acogida, pero, de momento, no se ha llevado a cabo.
Crisis económica / Carmelo González afirma que la pandemia sanitaria pasará, pero “la pandemia económica dejará muchas empresas de transporte y, evidentemente, también de otros sectores, en la cuneta”. Recuerda las empresas de transporte cuentan con una media de tres o cuatro camiones, que la mayoría son autónomos y que no pueden pasar mucho tiempo sin facturar. Pide al Gobierno medidas de apoyo más contundentes, no con “cuentagotas”.
Un sector de duros / González recalca que el sector del transporte seguirá siendo una “arteria vital” para la industria y los ciudadanos. “No hay que quitar ningún medio a los sanitarios, pero nosotros vamos detrás. Si hay que llevar medicinas, se llevan. El Gobierno nos preguntó si íbamos a transportar medicamentos en Jueves y Viernes Santo. Somos conscientes de lo que debemos hacer y ahí estaremos. A las duras y a las maduras. Somos esenciales para la actividad del país, sin más”, afirma González.
Por su parte, Marín destaca el “sentido de responsabilidad”, “el orgullo de ser transportista”. “Son gente dura”. Recuerda que si fuese una Semana Santa normal, los camioneros estarían tirados en las áreas de servicio para que los ciudadanos pudieran hacer una operación salida más fluida. Muchos no se dan cuenta de que “son los que llenan los supermercados” donde van a hacer la compra.