Un sector de Podemos, ERC y Compromís se rebela contra Iglesias por la subida de la luz
Los expertos apuestan por eliminar un impuesto que recuperaron los socialistas para aliviar el excesivo coste del recibo
El precio de la luz en España sigue descontrolado. El coste de la tarifa regulada de la luz se ha disparado un 27% este viernes respecto a hace un año hasta 95 euros/megavatio hora (MWh), alcanzando su máximo histórico en plena ola de frío. El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, fue uno de los políticos que más criticó estas subidas desde la oposición y ahora el silencio impera en la Vicepresidencia Segunda del Gobierno.
Incluso sus propios compañeros de partido, según ha podido saber Economía Digital, piensan que «se deberían de tomar medidas ante esta injusticia». «Esto no es justificable y confío en que el Gobierno esté en ello», aseguró este viernes un responsable de la formación. A este giro crítico contra su propio líder también se han sumado los socios del Gobierno de coalición y ahora de Presupuestos. Desde Compromís hasta ERC denuncian que «la situación es insostenible» y el Ejecutivo debería actuar.
El precio de la luz en el mercado mayorista se ha disparado en medio de la ola de frío y este viernes el precio medio diario se sitúa en 94,99 euros/megavatio hora (MWh), el segundo más alto en la historia después de los 103,76 euros que marcó el 11 de enero de 2002. Una situación que ya criticaron parte de los diputados que ahora forman el Gobierno cuando la tarifa eléctrica sufrió también una brusca escalada -si bien una tercera parte de la subida actual- en enero de 2017 y septiembre de 2018.
«Bajaremos la factura de la luz poniendo firmes a las grandes eléctricas», defendían desde Podemos cuando estaban en la oposición. «Miles de familias no podrán mantener sus casas a temperaturas adecuadas, lo que repercutirá gravemente en la salud de los que menos tienen. Ningún Gobierno decente debería tolerarlo», criticaba el actual ministro de Consumo, Alberto Garzón, en diciembre de 2017, con una cifra (10%) muy alejada del 27% de este 2021.
Tras varios días consecutivos de subidas, el titular de Consumo reaccionó este viernes, a través de las redes sociales, asegurando que «estamos buscando soluciones definitivas para una tarifa regulada que proteja especialmente a las familias más vulnerables». Pero desde ERC quieren «hechos» y no «palabras vacías». Así, indican que «no se puede permitir esta subida habiendo gente que lo está pasando tan mal, en plena ola de frío y, además, con la pandemia», aseguran fuentes del partido en el Congreso.
La subida es «especialmente perversa»
El tuit, a modo de explicaciones, del ministro Garzón ha resultado «insuficiente» para un sector de Podemos y sus socios. Este viernes, los primeros en dar la cara públicamente fueron los de Compromís. Los portavoces de la formación valencianista en el Congreso y el Senado, Joan Baldoví y Carles Mulet, respectivamente, consideran que el Gobierno no puede permanecer inactivo ante una subida que califican de «especialmente perversa» puesto que coincide con la ola de frío causada por la borrasca ‘Filomena’.
Para Baldoví, medidas como el bono social eléctrico «van en buena dirección» pero no son suficientes al contemplar únicamente de descuentos de un 25% en parte de la tarifa, estar sujeto a un límite de consumo energético y se deban cumplir unos requisitos muy concretos para poder beneficiarse del mismo.
«Por mucho bono social existente, si el precio de la energía y del gas se disparan en plena ola de frío, se arroja a miles de economías familiares a la pobreza energética. Muchos hogares con un menor poder adquisitivo necesitan más consumo energético para luchar contra el frío estos días por las propias condiciones de su inmueble», dijo el diputado.
Mulet, por su parte, recordó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez anunció en diciembre la congelación de 14.000 millones de euros de costes del sistema eléctrico, hasta el 1 de abril de 2021 y por tanto «tiene la capacidad de regular esta subida de precios».
«El Gobierno ha de tomar las riendas, y poner freno a la especulación energética con el control de Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor», continuó Mulet, quién apeló directamente a Pablo Iglesias: «Si el actual vicepresidente segundo del Gobierno hace unos meses, desde la oposición, dejaba claro que el Gobierno puede impedir este tipo de subidas desproporcionadas y regular el precio o parte de él, ahora es el momento de ponerlo en práctica».
Errejón apunta a una «especulación vergonzosa»
El líder de Más País y ‘exmano derecha de Iglesias’, Iñigo Errejón, también criticó la subida calificándola de «especulación vergonzosa». Precisamente, «en los días más fríos llega la especulación más vergonzosa», señala Errejón, quien a través de sus redes sociales también señaló la necesidad de «una profunda reforma del mercado eléctrico».
Unas críticas que han servido a la derecha parlamentaria a atacar directamente con las frases que los ahora ministros lanzaban desde la oposición y pidiendo «medidas serias» para solucionar el problema.
En el Partido Popular han querido ir más allá y a la solicitud de comparecencia del presidente del Gobierno y de seis ministros más para que expliquen diversos asuntos como la gestión de la pandemia, han pedido este viernes la comparecencia urgente de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera y de Garzón para explicar la «espectacular subida de la luz» a 14 millones de hogares.
Según informan fuentes del Gobierno, la propia Ribera ha enviado una carta este viernes a la presidenta del regulador, Cani Fernández, en la que le exige que «en circunstancias extraordinarias como esta vigile y acredite de forma transparente si todo ha funcionado bien».
Los populares se han ganado la mayoría del éxito en las redes sociales dirigiéndose con ironía a «Sánchez, Iglesias y Garzón; tus políticos de confianza».
También recordaron las palabras textuales de Iglesias: «Disparar la factura de la luz un día como hoy sólo demuestra la codicia de las eléctricas. Si el Gobierno lo consiente, será cómplice». A las críticas también se ha sumado Cs mediante las palabras de su diputado valenciano Toni Cantó, quien ha sacado los colores a los morados señalando que «nos votaron casi cuatro millones de personas, queremos que esos votos se transformen en dignidad y queremos que baje la factura de la luz», recuerda para continuar escribiendo: «No era el Ministro de Consumo, era el ciudadano Garzón».
La asociación de consumidores Facua también ha reaccionado este viernes pidiendo al Gobierno «que no mire hacia otro lado ante la auténtica salvajada tarifaria que se está produciendo en el mercado eléctrico en plena ola de frío». La plataforma reclama a Sanchez «medidas regulatorias urgentes» ante lo que considera un movimiento especulativo en el mercado.
Un tributo que eliminó y rescató el PSOE
El recibo eléctrico vuelve a convertirse en arma política mientras que la ciudadanía sufre las consecuencias. Los expertos consultados por Economía Digital aseguran que «esto podría tener varias soluciones» y sólo hace falta un movimiento del Gobierno.
Los expertos consideran que, a falta de «una importante reforma de calado», lo que el Gobierno podría hacer es eliminar los enormes costes que nos incluyen en la factura y que no tienen nada que ver con el consumo de luz, como por ejemplo, el término fijo de potencia, los costes y peajes (primas a las renovables) o el alquiler del contador.
También apuntan que la eliminación de diferentes trabas e impuestos aliviaría la excesiva subida del recibo. Así explican que en España «un 5% del término fijo como del consumo más un 21% de IVA». También se recoge el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica, «aunque en teoría pagan las compañías se traslada al consumidor final en el precio de la energía», determinan.
Un impuesto que, según recuerdan, los socialistas eliminaron en 2018 «para aliviar la factura eléctrica de los consumidores en un momento excepcional«, declaró entonces la ministra Ribera y al año siguiente (2019), el Gobierno lo volvió a recuperar.
En los seis meses que los socialistas lo eliminaron, el ahorro para las familias supuso entre 49,48 y 114,2 euros. Desde 2018, Ribera lleva asegurando que la «reforma de la fiscalidad energética es una de las asignaturas pendientes para el gobierno entrante». Según fuentes del Ministerio de Transición Ecológica, este tributo supone una recaudación de unos 1.400 millones de euros al año y se aplica sobre el total de la producción en España, que se sitúa entorno a los 250.000 gigavatios hora al año.