Un contador gigante en Las Ramblas recuerda a Colau el retraso de las obras
Los comerciantes de Las Ramblas de Barcelona urgen al Ayuntamiento la reforma de esta arteria ahora y no cuando vuelva el turismo
Los comerciantes de la Rambla de Barcelona se han cansado de esperar. Este miércoles han colgado un contador gigante en medio de este conocido bulevar en el que se anotarán los días de retraso de la prometida reforma de la Rambla.
El Ayuntamiento aprobó el plan de ordenación el 27 de junio de 2016, de ello hace más de cuatro años, cerca de 1.600 días, sin que haya ninguna previsión de cuando empezarán las obras.
Con la pandemia de coronavirus, la Rambla se vació de turistas e, incluso, de barceloneses. El 65% de los establecimientos comerciales continúa cerrado, algunos para siempre, según datos de la asociación Amics de la Rambla.
Ante esta situación, comerciantes, empresarios y residentes suplicaron al gobierno de Ada Colau que iniciase cuanto antes el proyecto de reforma integral.
Insisten en que es el momento oportuno porque la mayoría de las tiendas están cerradas y las obras supondrían un perjuicio mínimo para los negocios.
Temen que el Ayuntamiento acometa la reforma dentro de un par de años, cuando se haya superado la pandemia, el turismo esté de vuelta y en plena actividad. Entonces “reventarán” La Rambla de pies a cabeza. Advierten que esto supondría la muerte de los establecimientos que aún queden con vida.
El concejal del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, no les ha concretado ningún calendario. En realidad, el gobierno de Colau está pendiente de la revisión de los presupuestos municipales.
A causa de los gastos extraordinarios para paliar las consecuencias de la pandemia, se han quedado sin recursos. Los comerciantes consideran que no es solo por problemas económicos, sino una cuestión “ideológica”. Entienden que se les castiga porque hasta ahora ha sido una arteria que ha vivido de los turistas.
El Ayuntamiento ha anunciado algunas medidas para la Rambla pero nada tienen que ver con la prometida reforma. Se trata de un plan de mejora urbana del tramo de Santa Madrona y de la promoción de actividades culturales. Sin embargo, en plena crisis sanitaria, con los contagios en aumento en la ciudad, pocos se sentirán atraídos por estos actos.
Más de una década esperando que se cumpla la promesa
Los comerciantes esperan esta reforma desde hace más de diez años. Durante el segundo mandato del socialista Jordi Hereu, se prometió una reforma integral de la Rambla. El convergente Xavier Trias aseguró que se haría en su mandato. Con Colau, se aprobó llevar a cabo las obras y se convocó el correspondiente concurso internacional para decidir el modelo de reforma.
El equipo que ganó el concurso, KmZERO, presentó un ambicioso proyecto en 2018. Abordaba el aspecto de transformación urbanística y también las estratégicas para su adecuación al entorno. Una de las arquitectas de este estudio, Itziar González, exconcejal socialista, señaló a La Vanguardia que entregaron el proyecto hace dos años. Sin embargo, el Ayuntamiento lo está tramitando con demasiada calma. Aún falta la fase de alegaciones antes de su aprobación definitiva.
Desde Amics de la Rambla se apunta que han pasado tantos años que quizás este proyecto ya este desfasado. Ante lo que consideran un olvido “injustificado”, desde este miércoles colgará visible en medio de este bulevar un marcador que recordará los días de retraso de la reforma.
Campaña para reformar la Rambla
Los Amics de la Rambla ofrecieron este miércoles una rueda de prensa con la participación de su actual presidente, Fermí Villar, y dos de sus antecesores, Enric Pantaleoni y Joan Oliveras Bagués, para presentar la campaña reivindicativa. El encuentro se realizó en el centenario Café de la Opera, en cuya fachada se ha colocado el marcador gigante.
Enric Pantaleoni, de 86 años, verdadero impulsor de la campaña, apuntó que la recuperación de la ciudad debe empezar por este bulevar: “Si no se arregla la Rambla, Barcelona no se arreglará”.
Oliveras Bagués insistió en que la reforma no se puede afrontar desde el “interés partidista” porque interesa a toda la ciudad.
Fermín Villar recordó que, cuando llegó a la alcaldía, Colau paró el plan especial de 2014 elaborado por el gobierno de Trias. También indicó que “se inventaron un concurso internacional que, de internacional, solo tuvo el nombre”. Se les aseguró que el proyecto ejecutivo se les presentaría el pasado julio, pero no tienen ninguna noticia de ello.
“Ahora nos toca arremangarnos para coser compromisos políticos. No buscamos confrontación sino el beneficio de Barcelona. Las administraciones deben ponerse las pilas. No solo el Ayuntamiento, sino también la Generalitat y el Estado porque tienen inmuebles en la Rambla”.
Claret Serrahima es el diseñador de la campaña y del contador de días que cuelga en la fachada del centenario Café de la Ópera. Serrahima recordó que también se publicarán 5.000 carteles.
El Liceo de Barcelona se ha sumado a la campaña. En su interior se colocarán elementos explicativos de la necesidad de la reforma de la Rambla. El presidente, Salvador Alemany, expresó su apoyo a la campaña e, incluso, estuvo presente en la rueda de prensa de este miércoles.
Salvador Alemany, presidente del Liceo, a la salida de la rueda de prensa de los Amics de la Rambla. Estaba entre los asistentes para mostrar su apoyo a la campaña. / JMC
El proyecto de reforma está dividido en cinco fases. Todavía no se ha definido como quedarán los quioscos y las terrazas. El presupuesto inicial era de 60 millones de euros.