Un batacazo electoral del PP empujará a Feijóo a Madrid
El presidente de la Xunta decidirá con los resultados de las generales en la mano y con la negra perspectiva de perder la mayoría absoluta en Galicia
Debate sobre el estado de la autonomía. Interviene el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y pronuncia una despedida encubierta muy poco encubierta. «Gracias por todo, Galicia (…). Gracias por permitirme el honor de ser el presidente en el momento más difícil y también ahora, en el más ilusionante. No existe mayor honor que servir a Galicia, ninguno».
Poco después decía a los periodistas en privado que él no se muda a Madrid. Feijóo se siente cómodo jugando en dos plazas. Cree que no le perjudican en Galicia, entre su electorado, los rumores de su salto a la política estatal, obstaculizado por su foto en el yate junto al conocido narcotraficante Marcial Dorado, que salió a la luz en 2013.
A la espera del 20D
No desvela su futuro porque no lo ha decidido. Esperará a las generales y el oportuno congreso del PP gallego, en el primer trimestre del próximo año, le da el margen temporal que necesita. En el PP de Galicia se ha propagado hace tiempo el temor a una debacle electoral el 20D y Feijóo se ha borrado este lunes del posible batacazo, descartando su presencia en la lista al Congreso o al Senado. La información de las generales es clave, tanto en Madrid como en Galicia.
El presidente de la Xunta no se arriesgará a perder las elecciones autonómicas, que se celebran un año después de las generales. Pero si Rajoy se estrella y todo pinta mal, será el primer nombre en las listas para renovar el partido.
Dicen sus allegados que en su memoria está la derrota de Fraga en 2005. Él no pasará por eso, no saldrá derrotado con la mayoría de votos en el bolsillo. Y también está el presidente al que desbancó, el socialista Emilio Pérez Touriño, que pasó a un segundo plano tras perder las elecciones.
El ‘renovador’ que está con Rajoy
La decisión la tomará con datos en la mano. Viene de un desastre en las municipales, en las que el PP gallego se quedó sin seis de las siete ciudades y sin tres de las cuatro diputaciones, lejos de la mayoría absoluta. Si la crisis no amaina y la sangría de votos en España y Galicia persiste, el presidente de la Xunta tendrá un motivo más para cambiar de aires.
Sus palabras son calculadas. Se alinea con Rajoy para medir su fuerza en Galicia, donde es el principal activo del PP; y envía mensajes que apuntan a que no repetirá en las autonómicas. «Lo lógico es estar dos mandatos», dijo este lunes a la Cadena Cope. Todos los escenarios le favorecen. Si Mariano Rajoy queda en fuera de juego, su figura emergerá como el renovador de los populares que nunca ha perdido unas elecciones. Si el PP resiste, tendrá la posibilidad de postularse en Galicia sin que nadie le rechiste.
En el partido no se aclaran
Así que actúa blindando sus opciones en las dos plazas. En España, desde bambalinas. En Galicia, renovando el partido. Limpió una crisis de magnitud en el nuevo hospital de Vigo destituyendo a la conselleira de Sanidad, Rocío Mosquera, que se llevó todas las culpas de los problemas de gestión en la instalación, con urgencias colapsadas y falta de medios. Incluso con operaciones canceladas porque no había recursos. Era una crisis de modelo, un centro con servicios privatizados, pero fue una crisis de la Consellería de Sanidade.
En el Gobierno de Galicia aparcó a los tecnócratas que pilotaron la etapa de austeridad y se rodeó de perfiles más políticos, mientras avanzaba unos presupuestos expansivos y una rebaja de impuestos para el año electoral. En el partido no se aclaran. Unos interpretan que son movimientos para presentarse a las autonómcas porque, dicen saber, «no tiene ninguna gana de irse a Madrid». Otros entienden que el ciclo político de Feijóo en Galicia «está agotado». Lo cierto es que el presidente de la Xunta tiene cartas ganadoras en ambos escenarios.
Sin presión en Galicia
Entre otros motivos, porque en Galicia no se ve claro su relevo. El último en entrar en las quinielas fue José Manuel Rey Varela, ex alcalde de Ferrol y nuevo conselleiro de Política Social. Rey Varela ganó unas elecciones con mayoría absoluta y perdió otras, las últimas. El tapado podría ser Agustín Hernández, ex alcalde de Santiago, que salió malparado de las últimas municipales. Ambos afines a Feijóo. No harán nada sin que él se lo diga.