Última maniobra de ERC para que Junqueras vuelva a ser candidato
Esquerra reclama a la junta electoral que su líder pueda ser elegible el 10-N porque el TS suspendió su inhabilitación en espera del tribunal de Luxemburgo
ERC se sacó de la manga este jueves un golpe de efecto para la recta final de la campaña del 10-N en forma de doble reclamación: por un lado, Esquerra pide que su líder, Oriol Junqueras, sea excarcelado, y, por otro, que vuelva a ser admitido por la junta electoral como candidato a los comicios del domingo.
Las razones que sustentan semejante aspiración descansan en un mismo pilar: la decisión que tomó el Tribunal Supremo (TS), tras dictar la sentencia de la causa del procés, de suspender la inhabilitación de Junqueras, pero no su condena de prisión, un dato que no había trascendido hasta ahora.
El caso es que el 14 de octubre, el TS sentenció al exvicepresidente catalán a 13 años de prisión y otros tantos de inhabilitación, aunque en la resolución de ejecución de sentencia mantuvo la pena de privación de libertad pero en cambio dejó en suspenso la otra parte de la condena. ¿El motivo? Según el propio tribunal, la inhabilitación podía resultar «condicionada» por la resolución que adopte el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en relación a la consulta prejudicial planteada por el Supremo sobre el alcance de la inmunidad de Junqueras en tanto que eurodiputado electo.
La junta electoral ordenó a ERC sustituir a Junqueras en base a una inhabilitación que no ha entrado en vigor
El problema es que, tan pronto como trascendió la sentencia, la Junta Electoral Provincial ordenó a ERC sustituir a Junqueras al frente de la lista por Barcelona en base a esa inhabilitación que, en realidad, no ha entrado en vigor.
En Esquerra tuvieron noticia de esta circunstancia el pasado 30 de octubre,cuando se les notificó la resolución de ejecución de sentencia de su jefe de filas, y los abogados de la formación presentaron ayer dos escritos, uno a la Junta Electoral Central y otro al Supremo.
En el primero de ellos, se solicita que Junqueras sea restituído como candidato, aunque, pese a que el criterio de la junta provincial para sacarlo de la candidatura fue esa inhabilitación que no se había hecho efectiva, su condición de condenado en firme a prisión le convierte igualmente en inelegible.
Pero los abogados de Junqueras entienden que eso también es revisable, y ahí entra en juego el segundo recurso: el que se presenta ante el TS para que sea puesto en libertad. ¿Con qué argumentos? El equipo legal de ERC entiende que no hay ningún precepto legal que justifique que el Supremo deje en suspenso a la espera del TJUE solo una parte de la sentencia, y no también la que hace referencia a la pena de cárcel. Y, si la condena a prisión quedara congelada, Junqueras debería salir en libertad, porque su prisión provisional caducaba el pasado sábado día 2 de noviembre.
Golpe de efecto y último empujón para ERC
Más allá de las posibilidades de éxito de los recursos, la maniobra busca dar un último empujón preelectoral a una Esquerra que cuenta con volver a ganar en Cataluña, como ya hizo en las generales del 28 de abril, pero que asume que la irrupción de la CUP por primera vez en la carrera al Congreso le va a pasar factura en mayor medida que a JxCat. Al menos, admiten fuentes de la dirección, así lo indican los sondeos internos de que dispone el partido.
Además, el golpe de efecto busca contrarrestar el lanzado por JxCat este mismo jueves con la carta en la que Carles Puigdemont y los exconsellers Clara Ponsatí y Toni Comín (este todavía diputado de ERC en el Parlament) se sumaban a la petición lanzada por la candidata de los posconvergentes, Laura Borràs, de que los partidos independentistas se integren en un mismo grupo en el Congreso que ejercería la interlocución política con el resto de formaciones presentes en la cámara «en nombre de la república catalana».
La propuesta no deja de ser la última versión de ese pressing recurrente de JxCat a los de Junqueras que en otras ocasiones, y siempre apelando a la unidad independentista, se ha traducido en la propuesta de integrarse en la Crida, el protopartido que encabeza Puigemont, o en la exigencia de presentar candidaturas conjuntas tanto a las catalanas como a las españolas, las europeas y las municipales.
Su recorrido ha sido tan corto como en intentos anteriores: la CUP ya ha rechazado la idea de plano, y en el seno de Esquerra también se descarta, aunque no se admita abiertamente. Así que, para los de Junqueras, nada mejor que volver a hablar de su líder para evitar que sean los posconvergentes los que marquen la agenda independentista en las últimas horas de la campaña.