Trump va de farol con el impuesto al iPhone (según los analistas)
Los expertos hablan de "táctica negociadora" del presidente estadounidense, pero advierten que hasta el 25% de los ingresos de Apple estarían en juego
La guerra comercial entre Estados Unidos y China amenaza a una nueva víctima. El presidente de EEUU, Donald Trump, amenazó esta semana con un impuesto del 10% sobre los productos de Apple procedentes del gigante asiático. Una advertencia que llega a pocos días de reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, y que los analistas toman como una simple medida de presión antes del encuentro.
En una nota enviada a los inversores, el banco suizo UBS asegura que el arancel “podría ser una simple táctica negociadora antes de la cumbre del G20 que comenzará el próximo viernes”. La firma Wedbush tampoco esconde sus augurios: “Creemos que todo es parte de una negociación más amplia con China a medida que las conversaciones se intensificarán”.
Los análisis a los que tuvo acceso la CNBC, ponen el impacto del tributo para Apple y sus consumidores en entredicho. “El arancel podría suponer un golpe de 1.500 millones de dólares –1.330 millones de euros al cambio actual—a las ganancias”, cuantifica UBS.
La razón, alrededor del 25% de los ingresos de la tecnológica dirigida por Tim Cook estarían afectados.
«Creemos que Apple puede mitigar el efecto arancelario», dicen los analistas
“No está ni si quiera claro que el arancel fuera del 10% o del 25%”, admiten en UBS. “Asumimos que el impuesto se aplicaría en enero de 2019, por lo que impactaría les tres cuartas partes del ejercicio 2019”, cifran. Y sentencia: “Creemos que Apple puede mitigar cualquier impacto arancelario, ya que incluso podría comenzar a trabajar con productores instalados en Estados Unidos”.
Menor capacidad de reacción le dan desde Wedbush: “Apple está firmemente instalado en China, un elemento central de su fabricación. No vemos que esta dinámica vaya a cambiar en un futuro inmediato”.
Los analistas con peor perspectiva son los de Baird. “Los aranceles podrían impactar negativamente la demanda y la rentabilidad si hay que subir los precios, por lo que también se frenaría la demanda a nivel general en Estados Unidos”, lamentan.