Tres meses para diez folios: así se gestó el documento clave de la OTAN

"Lleva desde la cumbre de Bruselas siendo muy prioritario, pero el tema de Rusia la ha dado un impulso muy fuerte", reconocen desde Moncloa a Economía Digital

Foto de familia de los asistentes a la cumbre de la OTAN que se celebra este miércoles en el recinto de Ifema, en Madrid. EFE/JUANJO MARTIN

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Un año de intrigas, tres meses de negociación total y diez folios de resultado: el proceso de gestación, convención y discusión sobre cada uno de los caracteres que componen el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN, conocido como Madrid 2022 y que tiene una vigencia de una década, ha sido un largo parto entre las 30 delegaciones de todos los países que componen este club atlántico. Un encargo que, según fuentes de Moncloa, tuvo su arranque hace varios meses.

«El Concepto lleva desde la Cumbre de Bruselas del año pasado siendo muy prioritario», admite una voz conocedora del proceso en conversación con Economía Digital. Fue en junio de 2021 cuando los aliados se reunieron en la capital europea para empezar a trazar por dónde discurrirían la reacción de la organización en cuanto a los nuevos retos en materia de seguridad y defensa. «Pero, al final, el tema de Rusia le ha dado un impulso muy fuerte», precisa.

La invasión rusa a Ucrania ha sido todo un revulsivo, no sólo para la hoja de ruta que mapea la estrategia de la Alianza, sino para convertir la cumbre de la OTAN en Madrid en la más importante a nivel histórico, según fuentes de la delegación española. El Plenario, con los líderes internacionales, ha reconocido el momento histórico que se vive y en el que se enmarca esta reunión.

Madrid, en los anales de la historia OTAN

«Estamos en un punto de inflexión, en un momento definitorio del orden internacional«, señalan fuentes de Moncloa. A sus ojos, y gracias a dos momentos concretos con cumbres atlánticas celebradas en la capital de España, «Madrid se va a convertir en los anales de la historia de la OTAN en el lugar de fortalecimiento». Porque en la reunión del año 1997 en la ciudad se produjo la ampliación al Este, y ahora, en 2022, Suecia y Finlandia han hecho lo propio, y más en un momento tan crítico.

Así, cada matiz que se infiera de la redacción de este documento de diez páginas, negociado coma a coma y redactado en inglés, es importante. Gracias a la elección concreta del vocabulario empleado, España, por ejemplo, se puede atribuir la inclusión de una definición de qué territorio está bajo la protección de la OTAN en base al ordenamiento constitucional de cada país y no en base a criterios puramente geográficos.

La postura de España ha conseguido cambiar la redacción de uno de los párrafos de este documento que diagnostica la situación global. Específicamente, de uno de los dedicados a las misiones fundamentalesel punto 20, que incluye los conceptos de «soberanía» e «integridad territorial». La literalidad reza: «Si bien la OTAN es una alianza defensiva, nadie debe dudar de nuestra fuerza y determinación para defender cada centímetro del territorio aliado, preservar la soberanía y la integridad territorial de todos los aliados y prevalecer contra cualquier agresor».

Estos términos desaparecieron del Concepto Estratégico de Lisboa de 2010, pero en este de 2022 se recuperan hasta en dos ocasiones. Para Moncloa era «importante» que se refiriera a la integridad territorial «de los aliados». Así, y de facto, España ha conseguido la inclusión de Ceuta y Melilla en la protección de la OTAN. También entra bajo este paraguas, por ejemplo, las islas de Hawái, que en base al artículo 6 del llamado Tratado de Washington no estaban protegidas, al igual que nuestras ciudades autónomas.

La importancia de la redacción

Ahora, y con esta redacción, España puede invocar al artículo 5 si recibe alguna amenaza a su integridad territorial, que define por sí mismo como Estado. Cada país define cuál es su región en peligro. Es uno de los grandes triunfos de la delegación, que lleva tres meses luchando. Aunque lo cierto es que no es un cambio y una cesión de último minuto: estaba incluida en versiones anteriores del borrador del Concepto Estratégico, y no fue novedad en el que se le dio el visto bueno último, el que se cerró en la noche del martes.

Fueron varios los puntos más complicados de negociar, como el rol de China –que no está tildado de amenaza, sino de desafío: se recoge un lenguaje que busca la manera de cooperar con el gigante asiático– o en qué punto se establecía la nueva financiación de la organización. No así el papel de Rusia, quien en el anterior documento -aprobado en Lisboa en 2010- estaba considerado como socio estratégico. Ahora es una amenaza, y no una cualquiera: es «la más significativa y directa» para ·la seguridad de los aliados y la paz y estabilidad del área euroatlántica». Le sigue el terrorismo.

El orden en el que se incluyen los conceptos también es el resultado de semanas de lucha. Es por ello que Moncloa muestra su satisfacción porque sus puntas de lanza, la llamada «aproximación 360 grados» y la mención al Sahel y al flanco sur, aparecen inmediatamente después de las menciones a Rusia y al terrorismo. Esa aportación española es la que, según han aprobado todos los miembros de la OTAN, «define las tres tareas principales de la Alianza: disuasión y defensa; prevención y gestión de crisis; y seguridad cooperativa».

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