Torra reclama el protagonismo en la negociación con Sánchez
El president exige que los contactos con la Moncloa tomen de modelo los de Gran Bretaña y Escocia y sean al máximo nivel, entre él y presidente del Gobierno
En víspera de la primera cita entre los equipos negociadores de ERC y el PSOE a la busca de un acuerdo que facilite la investidura de Pedro Sánchez, y con Junts per Cataluña (JxCat) ignorada en los contactos abiertos por los socialistas con las distintas fuerzas políticas, Quim Torra ha reclamado este martes su cuota de protagonismo.
El presidente catalán ha aprovechado la sesión de control a la que este miércoles se sometía en el Parlament para insistir en sus condiciones de cara a una eventual reanudación de las conversaciones entre la Generalitat y la Moncloa que quedaron interrumpidas a principios de año. Y se trataba de un mensaje para Sánchez, pero también para Esquerra, que es el único de los dos socios del gobierno catalán invitado a la mesa de negociación con los socialistas.
Ese deshielo es la principal exigencia que los de Oriol Junqueras le ponen al PSOE para facilitar que Sánchez renueve su estancia en la Moncloa. Pero el meollo radica en los términos en que tiene que producirse.
Torra aprovechó una respuesta al líder del PSC, Miquel Iceta, para insistir en que de lo que se trata es de dar contenido al cacareado «diálogo», y también en concretar qué significa que esas conversaciones se den «de gobierno a gobierno», una condición en la que hasta ahora han insistido tanto JxCat como ERC, y que el president entiende que significaría que un reconocimiento mutuo entre Cataluña y España como «dos entidades jurídicas», dos «sujetos políticos que deciden libremente cada uno de ellos una solución politica, como Gran Bretaña y Escocia».
Es más, Torra aprovechó para insistir en su demanda a Sánchez de que le devuelva todas esas llamadas que desde hace semanas el presidente del Gobierno se ha negado a coger. «De gobierno a gobierno», alegó en ese sentido, también significa «que el presidente del gobierno del Estado habla con el presidente de Cataluña», que «lo llama para poder hablar».
Esa, la de que las futuras conversaciones se lleven a cabo al máximo nivel, con participación de Sánchez y Torra, es una reivindicación que ERC ve bien. De hecho, los republicanos buscan activamente que el clima glacial de las relaciones entre ambos mejore, pero que de momento prefieren no plantear al PSOE la interlocución con el president en términos de condición sine qua non, como sí han hecho tanto JxCat como el propio Torra, que no tienen empacho en enmendar la plana a sus socios incluso por boca de la portavoz del govern que comparten, Meritxell Budó, que el martes rechazó la posibilidad, planteada por los de Junqueras, de un primer contacto entre Moncloa y Generalitat antes de la investidura.
ERC no lo ve «necesario» pero tampoco «descartable
Pese a esas pullas, el vicepresident y hombre fuerte de ERC en el gobierno catalán, Pere Aragonès, volvió a dejar claro, en una entrevista en Ràdio 4, que considera que el escenario de una negociación al máximo nivel y con participación de Torra «no es descartable», pero que tampoco lo vería «necesario» si al final se acaba pactando una mesa de diálogo en la que no se sienta Sánchez.
La reclamación de Esquerra, insistio Aragonès, es la de una mesa «entre gobiernos». Sería más adelante cuando vendría la concreción de la misma, subrayó, y también que esa decisión, por parte catalana, se tomaría en el Palau de la Generalitat. «Hemos de tener flexibilidad» argumentó. «Si una parte decide enviar un determinado rango, la otra deberá enviar el mismo, es lo lógico».
La postura de Esquerra y el decalaje entre esta y la de Torra y JxCat en ese sentido responden a las mismas lógicas que la demanda de que haya «garantías» de cumplimiento de futuros acuerdos: si los de Junqueras plantean un marco general que da pie a que los socialistas planteen opciones para responder, sus socios de govern y el president abogan por ir directamente al detalle, lo que equivale a maximizar la exigencia.
Así, la garantía que ERC no concreta para engrasar el entendimiento con el PSOE, para Torra tiene que consistir en un relator, que, como partido, JxCat reclama además que sea un «mediador internacional». Así que a Gabriel Rufián y el resto de negociadores de Junqueras les toca hacer malabares.