Quim Torra pospone la desobediencia tras la sentencia del ‘procés’
El presidente de la Generalitat carga contra el Supremo, pide cita a Sánchez y el Rey y reclama la amnistía
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, evitó este lunes dar cuerda a su discurso basado en la desobediencia y el desacato de la sentencia del ‘procés‘, y se limitó a cargar contra la sentencia del Tribunal Supremo, reclamar la amnistía para los condenados y anunciar algunas medidas políticas como solicitar sendas reuniones al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey Felipe VI, para tratar «la crisis que se abre con la sentencia».
Así lo anunció en una comparecencia en la que también explicó que ha solicitado comparecer ante el Parlament y ha convocado una reunión urgente de su gobierno este martes para abordar la respuesta al fallo del Tribunal Supremo que condena a nueve líderes independentistas a penas de entre nueve y 13 años de prisión.
Torra compareció en el Palau de la Generalitat para ofrecer una primera reacción institucional al Supremo. Lo hizo arropado por el conjunto de su gobierno, así como por el presidente del Parlament, Roger Torrent, el expresidente de la Generalitat Artur Mas y los expresidentes de la cámara catalana Joan Rigol, Ernest Benach y Núria de Gispert, además de dos miembros de Junts per Catalunya (JxCat) de la Mesa del Parlament, Josep Costa e Isidre Campdepadrós.
Pero, más allá de la pompa y de la dureza de sus cargas contra el Supremo, no concretó nada de esa respuesta a la sentencia de la que el independentismo hace meses que habla sin que siga sin saberse en qué consistirá más allá de las protestas en la calle que este lunes por la mañana ya protagonizan la actualidad política.
Torra desprecia al Supremo
El president, que había dicho que no aceptaría la sentencia, se ha limitado a insistir en que él y su ejecutivo la rechazan «por injusta y antidemocrática», y que la respuesta se llevará a cabo «como siempre, con determinación, serenidad, firmeza y civismo».
Torra acusó al Tribunal Supremo de haberse «inventado hechos» y haber construido «un relato falso» para fundamentar una sentencia que tachó de «ignominia» porque no responde al afán de justicia, alegó, sino a la «venganza» como remate a un juicio en el que, para el president, «se han vulnerado los derechos fundamentales de los acusados y, por extensión, de todos los catalanes».
«Asumimos el compromiso de no desfallecer en la voluntad de devolverles la libertad» a los condenados, subrayó, para lo que abogó por una amnistía, y, además de eso, volvió a reclamar «el fin de la represión» y «el retorno de los exiliados».
Colau promete trabajar por la libertad de los presos
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se mostró muy crítica con la “condena durísima” de los acusados. Prometió solemnemente que trabajará por la libertad de los presos.
Mostró su solidaridad con Oriol Junqueras y el resto de condenados, en especial con el concejal Quim Forn, del que dujo que es “una grave anomalía que no pueda desempeñar el cargo por el que fue elegido democráticamente”.
Lanzó un “mensaje para las personas independentistas y no independentistas que hoy nos sentimos heridos por la sentencia”. Colau recalcó que este juicio ha supuesto “un retroceso en el estado de derecho” y que “responde más a la venganza que a hacer justicia”.
Insistió en que la relación entre Cataluña y España no se resuelve con juicios. “El conflicto es político. Cataluña es un país plural en que todas las posiciones deben ser escuchadas. Desde la sentencia del estatuto hemos entrado en una espiral que demuestra el fracaso de la política”, afirmó en su declaración institucional.
Ataque a Pedro Sánchez
La alcaldesa añadió que el PSOE “ha cometido el error de hacer coincidir la convocatoria electoral con la sentencia”. Ante las manifestaciones convocadas, pidió a los partidos políticos que “busquen soluciones y no cometan los errores del pasado”.
Como alcaldesa, Colau se comprometió a “trabajar libertad para los presos”, a propiciar el “diálogo político” y a buscar “soluciones democráticas”. Indicó que el diálogo político “no puede ser vacío, sino real y sincero”.
Acabó su declaración haciendo una llamada a “humanizar la política”. Dirigiéndose al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, indicó que que “la distancia ideológica no pude impedir empatizar con el otro”. Reiteró que “mostrar empatía es un señal de fortaleza no de debilidad”.