Torra obstruye la matriculación en el resto de universidades de España
Gobierno pide flexibilidad en los plazos de matrícula universitaria para los alumnos catalanes a los que les han entregado tarde las notas de selectividad
Los estudiantes que han superado la selectividad en Cataluña se han encontrado con un problema inesperado para matricularse en universidades del resto de España. La Generalitat no publicó el resultado de las pruebas de selectividad hasta el pasado sábado, cuando la mayoría de las universidades de las otras autonomías ya habían cerrado el plazo de preinscripción.
Para obtener una plaza en una universidad de fuera de su comunidad deberán superar un viacrucis burocrático. La Generalitat asegura que estos alumnos no sufrirán ningún tipo de discriminación, pero ellos no lo tienen tan claro.
Para evitar que los estudiantes catalanes quedasen excluidos de las universidades de otras comunidades, precisamente por la demora de la Generalitat en publicar sus notas, la Secretaria General de Universidades del Gobierno de España publicó una circular la pasada semana pidiendo “flexibilidad” para estos alumnos.
A petición del gobierno catalán, el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, dirigió el 20 de julio una nota a todos los centros universitarios y gobiernos autonómicos para recomendarles flexibilidad en la matriculación de alumnos que no han cumplido con los plazos administrativos por causas ajenas a su voluntad.
Esta nota se refiere a los alumnos que tramiten la matrícula del primer curso de la carrera procedentes de otros países o de autonomías en las que, a causa de la pandemia de coronavirus, las pruebas de acceso a la universidad o sus resultados se promulguen con retraso.
Esta nota de la Secretaria General de Universidades ampararía a los estudiantes catalanes que, superada la selectividad, pretendían estudiar sus carreras en ciudades como Madrid, que cerró el plazo de preinscripción el pasado viernes.
Errores en el sistema informático
Precisamente, los alumnos catalanes no pudieron conocer los resultados de la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad) hasta el sábado mediante Internet. Por cierto, muchos aún no han conseguido acceder al sistema telemático por errores en las contraseñas.
Mediante una orden ministerial del pasado 22 de abril, se estableció que todas las comunidades debían publicar las notas de la selectividad antes del 17 de julio. Sin embargo, Cataluña se demoró hasta el sábado 24 de julio, cuando la gran mayoría de universidades de las otras autonomías habían cerrado la preinscripción.
Fuentes de la Secretaria de Universidades de la Generalitat indicaron que se realizaron las “gestiones pertinentes” para que todos los alumnos que han obtenido la selectividad en Cataluña puedan matricularse en las universidades de cualquier ciudad española. Insisten en que la anterior circular les ampara.
Estas fuentes aseguran que los alumnos catalanes “no sufrirán ningún tipo de discriminación”. No obstante, precisan que, si alguno se encuentra con dificultades para formalizar su matrícula en un centro de fuera de Cataluña, su caso será tratado individualmente en la Oficina de Acceso a la Universidad (OAU) y se harán las gestiones pertinentes con la comunidad autónoma que corresponda para garantizar el distrito único, tal como se han hecho en ocasiones anteriores.
La Generalitat se escuda en el principio de equidad
Desde la Secretaria de Universidades de Cataluña señalan que son pocos los alumnos en esta situación. Justifican la demora en la promulgación de las notas porque se primó la “la máxima calidad” en la corrección de las pruebas para garantizar el principio de equidad en el acceso a la universidad.
Sin embargo, los alumnos que pensaban cursar una carrera en universidades de otras comunidades siguen con la inquietud de si se les aceptará. Han optado por tramitar la preinscripción y, una vez en posesión del certificado de selectividad, presentar la correspondiente reclamación. Sin embargo, se verán obligados a realizar dos trámites cuando se podía resolver en uno si la Generalitat hubiese hecho los deberes en el plazo correspondiente. Además, a estos alumnos les corroe la duda de si serán finalmente admitidos.