Torra plasma la desorientación soberanista en su discurso de la Diada
El president evita en su mensaje del 11 de septiembre referencias a la "confrontación" con el Estado pero insiste en "el derecho de la autodeterminación"
El tradicional mensaje del presidente de la Generalitat para dar el pistoletazo de salida a la Diada fue un fiel reflejo del momento de desorientación estratégica en el que está instalado el Govern y el independentismo en general. Quim Torra evitó este martes cualquier referencia a una eventual respuesta del independentismo al Tribunal Supremo en su discurso de la Diada Nacional de Cataluña. También a esa «confrontación» con el Estado por la que abogó en su conferencia del pasado agosto, rebajada ahora a «lucha democrática».
Manejándose en un terreno calculadamente abstracto, Torra subrayó que la democracia «es y será siempre la respuesta de los catalanes». Y también «la respuesta que exigimos a todos», añadió en referencia al Gobierno de Pedro Sánchez. El president volvió a reclamar «el derecho de autodeterminación, un derecho que pertenece única y exclusivamente a los pueblos» y que estos tienen «todo el derecho de ejercer».
«Por eso precisamente decimos que cada derecho que nos sea negado, será necesario que lo volvamos a ejercer», remató, en referencia a ese «lo volveremos a hacer» que el presidente de Òmnium Cultural, espetó en su alegato final en el juicio en el Supremo y que Torra asumió desde entonces como lema.
Pero, ante la falta de consenso sobre los pasos a dar una vez que se conozca la sentencia, también entre los dos socips que integran su gobierno, Junts per Catalunya (JxCat) y ERC, el president, pese a mantener su tono reivindicativo, evitó ir más allá y dar ninguna pista de cual será su hoja de ruta independentista de ahora en adelante.
Se limitó a apuntar que «si aún no somos libres, es porque aún no hemos acabado el camino, y a pedir determinación y esa unidad convertida en nuevo, y complicado, objetivo estratégico. Torra pidió a los ciudadanos «afrontar los tiempos que vienen con determinación y coraje, con inteligencia y carácter, con generosidad y unidad, con iniciativa y convicción, con serenidad y ambición, con toda la ambición colectiva del mundo». Y más: «Os pido que no nos detengamos y que avancemos juntos para hacer realidad nuestros sueños y nuestros anhelos».
Torra evita referencias a la república
Esta es la segunda Diada con Torra de president. En su discurso del año pasado, recordó que su gobierno se había comprometido «a hacer efectiva la República» y aseguraba que lo haría «por todos los presos políticos y exiliados y por todos aquellos que son perseguidos por defender la libertad de Cataluña y por haber dado la palabra al pueblo en el referéndum de autodeterminación del primero de octubre».
Ahora, en cambio, no ha habido ni referencias al compromiso republicano del ejecutivo catalán ni tampoco ratificación del mismo, como sí hubo en su mensjae de 2018. Tampoco al 1-O, ni ninguna mención explícita a los presos. Las discrepancias tácticas y estratégicas obligaban a un mayor grado de abstracción.
A cambio, se forzó a lanzar un guiño optimista rebatiendo la idea, tan extendida, de que el 11 de septiembre se conmemora una derrota, la caída de Barcelona a manos de las tropas borbónicas en 1714 que puso fin a la Guerra de Sucesión. «No conmemoramos ninguna derrota, porque no hemos sido vencidos. Dispongámonos, por tanto, a celebrar la vitalidad y el vigor de un pueblo que no se deja doblegar y que mira adelante sin miedo», recetó.