Torra desoye a Sánchez y aprueba su propio desconfinamiento
La Generalitat lanza un paquete de medidas adicionales para "proteger a los trabajadores" ante la vuelta al trabajo de los sectores no esenciales
A pesar de las escasas competencias que tiene para gestionar el confinamiento, la Generalitat de Cataluña aprobó este domingo un paquete de medidas para realizar su particular desconfinamiento. El Gobierno decretó la vuelta al trabajo de los sectores no esenciales para la próxima semana contra la voluntad del Ejecutivo catalán a lo que su presidente, Quim Torra, ya advirtió: «Es una irresponsabilidad y una temeridad».
El líder independentista se reunió este mismo domingo con sus consellers para lanzar su propio plan de la mano del comité de expertos propio con el que cuenta el govern. Si bien aboga por mantener el confinamiento total, Torra se tuvo que conformar con dar a luz medidas como el uso de mascarillas, la desinfección de espacios diaria y «un plan de control de aglomeraciones en los centros de trabajo, transporte público y establecimientos comerciales».
A pesar de sus aspiraciones, el president sabe de su falta de competencias y lamenta haber sido «desposeído» por el Estado. Por lo tanto, admite que su paquete de medidas carece de «seguridad jurídica». O lo que es lo mismo: no puede hacer más que recomendaciones.
«Si tuviera las competencias prolongaría el confinamiento total, pero como no le puedo dar seguridad jurídica lo que sí puedo pedir a los ciudadanos es que se protejan”, admitió en una comparecencia posterior a la reunión de presidentes autonómicos con Pedro Sánchez. Por ello, se limitó a pedir «compromiso mutuo» del mismo modo que hizo cuando trató de impulsar un documento –de carácter voluntario– para controlar los trayectos de los ciudadanos.
En el mismo acto, Torra calificó de «irresponsabilidad y temeridad» la decisión de reactivar la actividad empresarial. El político catalán solicitó que el confinamiento total se alargase, como mínimo, dos semanas más. Lo contrario «puede provocar un rebrote de contagios y un segundo confinamiento con consecuencias desastrosas».
Cada vez menos presidentes autonómicos respaldan a Sánchez
Si bien ninguno llegó a impulsar un desconfinamiento propio, son varios los presidentes autonómicos que ya critican abiertamente las medidas tomadas por Sánchez. En el encuentro de presidentes autonómicos, las quejas no solo llegaron desde el País Vasco y las comunidades dirigidas por el Partido Popular: también expresaron sus discrepancias el presidente de la Comunidad Valencia, Ximo Puig, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page.
Ambos barones socialistas pidieron que las medidas se fueran aplicando de forma territorializada y no para el conjunto de España; una receta contraria a la aplicada hasta el momento por el Gobierno central. Además, solicitaron una mayor coordinación entre administraciones.
En la misma línea estuvo Iñigo Urkullu, presidente del País Vasco, que incidió en el carácter negativo de las «decisiones no compartidas» que toma el mando único, según El País. El lehendakari pidió «una reconsideración urgente del método de trabajo» y se sumó a criticar la incertidumbre.. “Necesitamos compartir certezas sobre las nuevas infraestructuras, mascarillas, test de diagnósticos y llegadas de suministros».
Entre los populares, la voz cantante la llevó Alberto Núñez Feijoo. El presidente gallego lamentó que la desconfianza se haya «agrandado en los últimos días», un pensamiento al que se sumaron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente de Andalucía, Juanma Moreno.