Torra boicotea el 12-O y el 6-D a petición de un sindicato minoritario
La Intersindical-CSC sólo lleva la voz cantante entre el personal administrativo, que representa el 13% de los funcionarios de la Generalitat
La Intersindical-CSC, una organización de trabajadores de orientación independentista, se siente particularmente satisfecha esta semana. El gobierno de Quim Torra ha atendido su petición de que los funcionarios puedan trabajar el 12 de octubre (Día de la Hispanidad) y el 6 de diciembre (Día de la Constitución). Y lo ha conseguido a pesar de que es un sindicato minoritario entre los que representan a los más de 200.000 trabajadores de la Generalitat de Cataluña.
Estos más de 200.000 trabajadores se dividen, básicamente, en cinco grandes sectores: personal sanitario (unos 80.000 empleados), personal docente (otros 80.000), personal administrativo (27.000), mossos d’esquadra (16.000) y bomberos (6.000). Pues bien, la CSC únicamente lleva la voz cantante entre el personal administrativo, ya que en las últimas elecciones sindicales acarició la victoria. La acarició porque fue superada por un puñado de votos por el sindicato CATAC, pero empataron en delegados (35).
En el resto de sectores públicos, está muy lejos de ser el sindicato más representativo. Es la sexta fuerza entre los sanitarios, la tercera entre los maestros y la cuarta entre los mossos (aunque las elecciones sindicales de la policía de la Generalitat están pendientes de la resolución de los juzgados).
El sindicato al servicio de Torra
A pesar de estas cifras de representación, la CSC ha ganado protagonismo en los últimos años gracias a las huelgas convocadas en apoyo del procés. A pesar de que los parones por motivos políticos están prohibidos en la legislación española, la Intersindical-CSC siempre ha podido sortear este obstáculo justificando sus protestas con motivos como la precariedad laboral.
Su primer gran éxito fue la huelga general del 3 de octubre de 2017, tras la resaca del referéndum ilegal del 1-O. Poco después, el 8 de noviembre de 2017, logró otra movilización importante a rebufo de la decisión de la Audiencia Nacional de ordenar el ingreso en prisión de Oriol Junqueras y de otros siete consellers de la Generalitat.
Su última gran convocatoria, el 21 de febrero de 2019, en cambio, fue un fracaso porque pretendía paralizar toda Cataluña y lo único que consiguió fue algunos cortes temporales en carreteras y cierto seguimiento en la universidad catalana. Por lo demás, ni en las escuelas, ni en los hospitales ni en el transporte público lograron un gran impacto.
La irrupción de la Intersindical-CSC
Pero su fama ya estaba ganada y así afrontaron el reciente ciclo electoral de elecciones sindicales en todo el sector público de la Generalitat. Ciertamente, la Intersindical-CSC ha dejado de ser este año 2019 una organización de trabajadores marginal e irrelevante y ha adquirido cuotas nunca vistas. Pero en ningún caso se puede concluir que su fuerza se asemeja a la de sindicatos como CC.OO o UGT, por no citar a otros exclusivamente sectoriales (el policial USPAC o el sanitario Metges de Catalunya).
Pese a todo, cuenta con el mimo del gobierno de la Generalitat, que ha atendido su petición política de habilitar como laborables las festivades españolas por antonomasia. El asunto llegará al Parlament, ya que provocó infinitas dudas a la oposición.
Quan tothom ens deia que seria impossible perquè era il·legal
Quan el Govern dubtava de la viabilitat i tots els Departaments de la Generalitat ens ho van negar el 2018
Quan cap altre sindicat hi donava suport
La @I_CSC vam demanar treballar els festius que no són nostres! pic.twitter.com/5paNnXIIcu
— Intersindical-CSC 🎗🚩 (@I_CSC) August 5, 2019
Su crecimiento ha ido de la mano del aliento de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que en el último ciclo de elecciones sindicales pidió a los funcionarios de la Generalitat el apoyo a esta organización.
Lo hizo enviando correos electrónicos a sus asociados con el mensaje de que era muy importante votar «con conciencia de país para fortalecer a las fuerzas sindicales nacionalmente comprometidas y con un proyecto de futuro enmarcado en la defensa del derecho a la autodeterminación». «Octubre de 2017 nos dejó un aprendizaje claro: debemos tener representación independentista en todas partes», zanjó la ANC. Sus correos no fueron en balde.