Toni Cantó, en la encrucijada tras la crisis de Ciudadanos
El polifacético actor que se ha convertido en el rostro visible de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana se enfrenta a la decisión de continuar en el partido o cambiar de bando
Toni Cantó es uno de los políticos de la esfera nacional más camaleónico, no solo por sus dotes como actor sino también por haber sabido cambiar de partido para afrontar nuevos retos en su carrera. Se bajó del barco de UPyD, justo antes que la formación de Rosa Díez acabara en la deriva, para terminar convirtiéndose en uno de los rostros visibles de Ciudadanos. Ahí, se ha hecho fuerte como el barón de la Comunidad Valenciana. Pero el terremoto que ha sacudido a los liberales le ha vuelto a colocar de nuevo en una encrucijada: renovarse o morir.
El popular interprete se enfrenta ahora a una nueva decisión que marcará su futuro. Debe escoger entre seguir el camino marcado por algunos de los diputados de Ciudadanos que se han acogido al calor del Partido Popular o mantenerse erguido en la formación naranja, a pesar de haberse convertido en uno de los líderes territoriales más críticos con la dirección nacional del partido. Desde hace tiempo, es una piedra en el zapato para Inés Arrimadas.
Conservar su puesto en el organigrama de Ciudadanos le permitiría guardarse un as en la manga si en algún momento cae la líder del partido. Si las críticas internas acaban por tumbar a la sucesora de Albert Rivera, es uno de los perfiles mejor colocados para aspirar a la presidencia de la formación. Sin embargo, Arrimadas sigue contando con la legitimidad de haber arrasado en las últimas primarias con un 76% de los votos de la militancia.
Permanecer en el equipo naranja también supone un riesgo añadido. El batacazo de la formación liberal en las últimas elecciones mantiene al partido en caída libre. A su escasa representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados o en el Parlament de Cataluña se suma una considerable pérdida de poder autonómico. Su giro de guion ha terminado consumando su salida de los Gobiernos de la Comunidad de Madrid y Murcia.
Toni Cantó recibe la indiferencia de Inés Arrimadas
Las diferencias entre Toni Cantó e Inés Arrimadas son sonadas desde semanas. De hecho, es uno de los barones territoriales que ha presionado en las últimas horas para que se convoque una reunión de la Ejecutiva Nacional, en la que se analicen los errores cometidos en el intento de asaltar el Gobierno de la Región de Murcia.
Los desencuentros son recíprocos. Arrimadas dejó al líder de la Comunidad de Valencia fuera del vídeo que lanzó el pasado 8 de marzo en sus redes sociales para celebrar su primer aniversario como presidenta de Ciudadanos. Rostros afines como los de Edmundo Bal, Ignacio Aguado, Francisco Igea, Juan Marín, Begoña Villacís o Luis Garicano formaron parte de la emotiva conmemoración. Pero ni rastro de Toni Cantó en las imágenes.
Cantó ha mostrado en varias ocasiones sus diferencias en público con Arrimadas. La presentación de la moción de censura en Murcia fue duramente contestada por el líder valenciano, que admitió no tener conocimiento previo sobre la operación. Tampoco aprobó la estrategia de la campaña catalana, que conduciría al partido a perder 30 diputados en la cámara autonómica.
Toni Cantó ha sido el azote de la corrupción popular en el Congreso
Toni Cantó no solo ha alcanzado un peso político en la Comunidad Valenciana. Antes de dirigir a la formación autonómica se convirtió en un azote en la comisión parlamentaria que investigaba en el Congreso la presunta financiación irregular del Partido Popular. Sus interrogatorios contra figuras de peso de la formación conservadora como Luis Bárcenas, José María Aznar o María Dolores de Cospedal todavía pesan en el recuerdo. Algo que puede jugar en su contra si decide cambiar de barco.
El entonces diputado de Ciudadanos le reprochó al expresidente del Gobierno su falta de humildad en su testimonio sobre la caja B del Partido Popular. E incluso acusó públicamente a Cospedal de haberle llamado por teléfono para amenazarle si le citaba finalmente a declarar en la cámara. «Es usted la secretaria general de un partido que forma parte de una empresa criminal conjunta», le reprochó durante la comparecencia, en la que pidió en repetidas ocasiones su dimisión.
Las polémicas persiguen la trayectoria política de Toni Cantó
Más allá de sus relaciones con Inés Arrimadas o sus duros ataques políticos contra figuras del Partido Popular, Toni Cantó también ha protagonizado buena parte de los titulares de los periódicos por sus polémicas declaraciones, especialmente durante el primer tramo de su carrera como diputado. Los mensajes en Twitter le han jugado en más de una ocasión una mala pasada.
Su información sobre los datos de violencia de género le forzó a realizar unas disculpas públicas, después de que escribiese en sus redes sociales que un tercio de las víctimas mortales de violencia doméstica eran hombres. El aluvión de críticas que recibió por varios sectores del feminismo forzaron que se retractara y pidiera perdón.
Sus burlas contra la dicción de Mariano Rajoy, aplaudir un montaje de un misil destrozando la sede de la televisión valenciana o compartir una noticia del portal humorístico El Mundo Today como un hecho real han sido algunas de las meteduras de pata que figuran todavía en la hemeroteca.
Toni Cantó, el político que no renunció a ser actor
Cantó ha sabido capear con destreza todas estas polémicas y mantenerse en la primera línea de la batalla política. Tal vez, gracias a las tablas que le ha ofrecido su carrera como actor. Se hizo popular en la primera década de los años 2000 por su participación en la sitcom de éxito 7 Vidas, que le convirtió en uno de los interpretes más conocidos de la televisión española.
Tras su inicio en la política, su perfil como actor fue más discreto pero ha seguido manteniendo contacto con la profesión. Todos los años intenta subirse a las tablas con obras de teatro como Linda Vista, aunque en más de una ocasión ha denunciado su dificultad para programar las citas en las salas de Cataluña.
Su última gran aparición estelar fue en le programa de Antena 3 Mask Singer. El político se prestó a ser uno de los concursantes enmascarados que ofreció su habilidad para cantar y bailar, escondido detrás de un traje de un camaleón. El jurado, entre el que se encontraba la cantante Malú, actual pareja de Albert Rivera, no fue capaz de descubrir quién estaba detrás de la máscara. Su sorpresa fue mayúscula al ver aparecer al líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid. Una jugada atrevida que confirma que no tiene miedo a probar nuevas aventuras.