Todos los enemigos de Pilar de Lara
El entorno de la controvertida jueza ha denunciado en reiteradas ocasiones presiones e intentos de coacción debido a las casi 200 imputaciones que mantiene sin resolver
Jueza de gatillo fácil, Pilar de Lara libra una batalla en dos frentes. Intenta avanzar en macroprocesos que se dilatan durante años y que han desbordado al Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, mientras soporta la presión y la indignación provocadas por los cerca de 200 imputados que mantiene sin resolución.
Proxenetas, empresarios, policías, funcionarios y políticos del más alto nivel. Todos han pasado por los autos de Pilar de Lara. «Ella no se va a detener. Cuando empezó esto sabía que iba a recibir presiones, pero las presiones no le importan», dicen en su entorno, poco después de que el Consello da Avogacía Galega, que aglutina a los abogados de la comunidad, haya denunciado ante el Consejo General del Poder Judicial a la jueza estrella por presuntas irregularidades al registrar el conocido despacho Caamaño, Concheiro & Seoane.
Presiones a la jueza
El entorno de la magistrada denunció en más de una ocasión presiones y coacciones. La propia jueza llegó a denunciar a Cándido Conde Pumpido Varela, hijo del ex fiscal general del Estado, por un supuesto plan para apartarla de varias de las causas que instruye.
Desde que el juzgado lucense se convirtió en el epicentro judicial de Galicia con el estallido de la Operación Pokemon en 2012 –que suma más de un centenar de investigados e hizo saltar por los aires, por ejemplo, a los gobiernos del PP en Santiago y del PSOE en Ourense— De Lara acumula rechazo. Al malestar de políticos de todos los colores y de sus abogados por los procesos interminables, se ha sumado el desasosiego general de los partidos por los pinchazos telefónicos y el malestar de la judicatura por las filtraciones.
Mensajes cruzados
La refriega más reciente se produce tras salir a la luz conversaciones en las que participan los jueces Fidel del Río, titular del juzgado de vigilancia penitenciaria número 2 de Galicia, y Juan Carlos Carballal, titular del juzgado de Primera Instancia número 11 de Vigo, en las que se califica a la jueza como «loca pérdida», «torpe», «incompetente», que «destila maldad por todos los poros».
En el ámbito judicial han interpretado la filtración como una réplica a las actuaciones contra la magistrada iniciadas por el Consello da Avogacía Galega. «Está diciendo que si vais a por mi, tengo munición de sobra», interpretan las fuentes consultadas, que califican las conversaciones como de «escasa importancia» jurídica.
Jornadas de 16 horas
La crítica habitual a Pilar de Lara es el daño reputacional causado a los acusados en instrucciones eternas y, por su tamaño, difícilmente gobernables para el juzgado lucense. La magistrada mantiene sin cerrar los casos Carioca –también con un centenar de imputados–, Pokemon, Garañón, Pulpo, Condor o Fábrica de Luz, con piezas separadas como Pikachu en A Coruña o Manga en Santiago.
«Ella puede pasarse 14 o 16 horas en el despacho, pero los funcionarios no pueden soportar ese ritmo. Los mejores se van. Tiene a dos jueces de refuerzo llevando asuntos ordinarios para estar solo con las macrocausas», explican fuentes próximas a la jueza.
El cabreo de la Xunta
El parte de bajas tiene en el panteón de ilustres a José Ramón Gómez Besteiro, ex secretario xeral del PSdeG, que dimitió tras diez imputaciones derivadas del caso Garañón y Pulpo. Antes de su lío judicial, iba a ser el candidato socialista a la Xunta. También dimitieron el ex alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez (PSdeG), y los de Santiago, Gerardo Conde Roa y Ángel Currás (PP).
Francisco Fernández Liñares, ex presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño; José López Orozco (PSOE), ex alcalde de Lugo; Raúl López, presidente de Monbús; decenas de concejales y funcionarios, están imputados y sin resolución a la vista.
El último manotazo de la jueza tocó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y a su número dos, Alfonso Rueda, cuando envió informes al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y al Supremo sobre los regalos que percibieron del dueño de Monbús.
La defensa de la jueza
A estos se suman otros casos que quedaron en nada, como la investigación al conselleiro José Manuel Rey Varela, imputado al confundir su voz con la de otra persona en una grabación; o la de la diputada popular Paula Prado.
En el entorno de Pilar de Lara –la jueza nunca se pronuncia directamente en los medios de comunicación– argumentan que la dilación en las causas se debe a los continuos recursos que han interpuesto los abogados defensores, que critican la demora al mismo tiempo que la provocan.
También atribuyen a las filtraciones sobre Feijóo y a la irrupción en el despacho coruñés la actual escalada de tensión contra la jueza. «Pero a ella le dan igual las presiones», zanjan.