El TSJC apoya la prórroga de las restricciones en Cataluña
El alto tribunal mantiene cerrado el ocio nocturno, pese a la petición de Colau para relajar las restricciones de cara a la Mercè
Pese a tumbar los toques de queda, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha aprobado la prórroga de las restricciones que permiten controles de aforo y acceso en grupos grandes. La prórroga se aplica desde este viernes y tiene una validez para los próximos siete días.
El tribunal mantiene así la restricción de reuniones sociales de más de 10 personas, y la limitación al 70% de los aforos en lugares de culto y ceremonias civiles. Pese mejoría de los indicadores de la epidemia, que por primera vez en esta quinta ola ha bajado de una media de mil positivos, el Govern ha preferido ser prudente.
La Generalitat quería tener alguna pequeña concesión con las restricciones, vigentes, puesto que por primera vez en la quinta ola los positivos han bajado de una media de mil positivos diarios. Han sido los epidemiólogos quienes eran partidarios de mantener un poco más las restricciones, para que los ingresados en UCI caigan por debajo del centenar.
Aunque sí que ha habido algunos pequeños alivios. Una de las restricciones propiciada por el descenso de los contagios la ha adoptado el departamento de Derechos Sociales y Salud, que ha prorrogado el plan de intensificación de medidas anticovid en residencias de la tercera edad, pero permiten que el número de visitantes a geriátricos pase de 2 a 3.
El ocio nocturno sigue cerrado
El TSJC ha mantenido cerrado el ocio nocturno. El alto tribunal ha considerado que la patronal Fecasarm no ha aportado ninguna prueba que avale la reapertura de los demandantes. La asociación solicitó la reapertura de los locales en base a la disminución de los indicadores sanitarios, aunque los magistrados han dado la razón a la Generalitat.
La situación no es fácil para el sector de la hostelería, que lleva desde 2020 con el cerrojo puesto salvo un pequeño paréntesis a principio de verano. Los empresarios de la noche han empezado una acampada y una huelga de hambre indefinida en el centro de Barcelona para reclamar la vuelta a la actividad.
Los propietarios consideran que el ocio nocturno es una forma para reducir los botellones, y alertan de la «situación límite» que sufren las empresas. Una posición que avala CSIF, el sindicato mayoritario de la Guardia Urbana, que aseguró que este tipo de locales podían frenar el consumo de alcohol y drogas en las calles.
Colau pide la reapertura del ocio
Quién también se posicionó a favor de la reapertura del ocio nocturno fue la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La primera edil de la capital catalana había pedido al Govern que «valore» la nueva situación epidemiológica con el objetivo de permitir una «reapertura controlada» del ocio nocturno de cara a las fiestas de la Mercè.
Aunque Colau entendía que la Generalitat quisiera ser “prudente” ante la difícil situación vivida tras las fiestas de San Juan y que desembocó en la quinta ola de la enfermedad, planteaba que se reabrieran estos negocios “respetando los criterios sanitarios y con todas las garantías”.