Teresa Ribera presiona para aplazar la subida de los impuestos medioambientales
La ministra augura que la presión fiscal no puede recaer en las pymes ni en los ciudadanos de clase media o los hogares más vulnerables
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha abogado este viernes por aplazar el debate sobre la subida de los impuestos medioambientales en “un momento tan complejo como este”.
Así lo ha expresado Ribera en un acto informativo organizado por el Clúster Marítimo Español, donde ha asegurado que la presión fiscal no debe “recaer” ni en las pymes ni en los ciudadanos de clase media o los hogares más vulnerables.
La vicepresidenta, tras destacar que la economía azul genera el 5% del empleo y el 3% del PIB, ha indicado que actualmente está en un “momento de apoyo”, en el que se le debe ofrecer flexibilidad para responder a la “emergencia inmediata” que supone la guerra en Ucrania.
Más a largo plazo, ha explicado que existe “un marco de inversión entorno a la economía azul”. En este sentido, ha insistido en que «España no debe perder el tren y debe hacerlo de forma exitosa”.
En esta misma línea, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, descartó a principios de marzo una subida de impuestos a corto plazo tras recibir el informe de los expertos para la reforma fiscal. La incipiente recuperación de la crisis de la pandemia, la inflación y las perturbaciones derivadas de la guerra en Ucrania son los principales motivos por los que se ha prorrogado.
Energía renovable en el mar
En este contexto, ha valorado de manera positiva que el Perte naval ofrezca “un espacio de oportunidades gigante” especialmente en lo relativo al despliegue de nueva capacidad renovable en el mar. Sobre esto, ha señalado que las últimas previsiones apuntan a que será necesario el despliegue de 328 gigavatios (GW) de eólica marina antes de 2030 y 2.000 GW en 2050.
De hecho, ha afirmado que “la eólica marina supondrá la mitad de la producción en 2040”, por lo que sostuvo que supone un “gran desafío desde el punto vista industrial, económico, social y tecnológico”.