Teresa Cunillera dimite como Delegada del Gobierno en Cataluña
Desde la institución que todavía preside insisten en que su renuncia se debe estrictamente a "motivos personales" sin desvelar quien la sucederá
La Delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, ha presentado su renuncia. La máxima responsable de Moncloa en la región ha comunicado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, su voluntad de dejar el cargo que ocupa desde 2018, año en que sucedió a Enric Millo tras ganar el PSOE la moción de censura contra Mariano Rajoy.
A través de un comunicado, Cunillera se despide celebrando que la situación en Cataluña ha mejorado considerablemente desde que tomó posesión del cargoa en junio de 2018 sin desvelar quien la sucederá: «He intentado cumplir el encargo recibido, por lo que ha llegado el momento de dejar mi puesto».
Delegación alega «motivos personales»
Desde la Delegación del Gobierno en Cataluña explican a Economía Digital que la dimisión se debe estrictamente a motivos personales y rechazan cualquier implicación política. Cunillera se retira así con casi 71 años, y deja un cargo exigente en una región donde las relaciones entre Moncloa y la Generalitat son complejas.
En su carta a Sánchez, la todavía Delegada del Gobierno ha defendido que, a lo largo de estos años, ha pretendido “estar a la altura del encargo, con todo mi esfuerzo y dedicación. Espero no haber defraudado esa confianza». Cunillera ha añadido que “esté donde esté, siempre estaré a tu lado, intentando ayudar y acompañar en la medida de mis posibilidades”.
«Ha sido un orgullo, que nadie me podrá quitar, haber compartido tantos momentos importantes para nuestro proyecto socialista y el haber sido su delegada en Cataluña”, ha defendido Cunillera, que antes de ser nombrada en 2018 acumulaba una larga trayectoria política tanto en el PSC como en el PSOE.
Una veterana ‘sanchista’ en el Congreso
La ilerdana Teresa Cunillera nació en Bell-Lloc hace 70 años. Desarrolló su trayectoria principalmente en Madrid como diputada electa por Lleida. La veterana socialista llegó a ser vicepresidenta primera del Congreso y también secretaria primera de la Cámara catalana.
Ha sido una incondicional de Pedro Sánchez y un perfil cercano a Miquel Iceta. Apoyó al presidente del Gobierno frente a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. Cuando se desató la crisis de confianza entre el PSC y el PSOE, fue uno de los perfiles que sonó para representar al socialismo catalán en la Ejecutiva Federal, pieza que terminó ocupando Núria Marín.