Temor en Junts por la falta de estrategia para las elecciones municipales
Voces del territorio mantienen la necesidad de rebajar el ruido mediático con Esquerra Republicana para concentrar los esfuerzos en el despliegue del partido
El curso político en Catalunya empieza, formalmente, con la celebración de la Diada del 11 de septiembre. Ahora bien, la política catalana se sigue alimentando de polémicas como las vinculadas a Laura Borràs. Una vez ejecutada su salida del Parlament, la presidenta de Junts per Catalunya ha dado un paso más adelante y, más allá de sus tradicionales dardos a Esquerra, ahora ha pasado a una nueva fase: atacar a su propio partido.
En una reciente conferencia en el sur de Francia, Borràs ha acusado al Govern de Pere Aragonès de vivir “acomodado en la autonomía”. Una vez apartado de la primera línea, la dirigente juntera es consciente de que la parte institucional del partido no ha comprado el argumento de la persecución judicial del Estado y, por esa razón, Borràs se ve obligada a seguir difundiendo discursos abstractos y vacíos de contenido para contentar el sector más radical del independentismo.
De momento, ERC se mantiene fiel al acuerdo de investidura por el cuál a Junts le corresponde la presidencia del Parlament, a cargo (provisionalmente) de la exconsejera de Salud, Alba Vergès, pese al ofrecimiento del PSC de pactar una nueva dirección de la cámara catalana sin tener en cuenta a los junteros.
El mundo local de Junts pide rebajar la tensión con ERC
A poco menos de un año de las elecciones municipales, las agrupaciones de Junts en el territorio quieren que desde Barcelona se rebaje la tensión con Esquerra Republicana. “Todavía no hemos culminado todo el proceso de implementación del partido y perdemos demasiado tiempo en peleas”, expresan a Economía Digital voces del partido liderado por el dúo Borràs-Turull.
El cambio de Jordi Sánchez por Jordi Turull en la secretaría general, formalizado el pasado mes de junio en el congreso del partido en el sur de Francia, parecía que iba encaminado a solucionar los problemas del partido para expandirse por el territorio catalán y preparar las elecciones municipales.
La realidad de las últimas semanas es que Turull se ha dedicado a minimizar los efectos de los incendios creados por Borràs o aplacar otras guerras. “El argumentario de Esquerra gustará más o menos, pero al menos han hecho creíble el discurso entre su militancia y entorno mediático”, apuntan desde el mundo local.
Borràs frente al poder en la sombra de los cargos
De puertas para fuera, Laura Borràs tiene un dominio férreo de la formación en calidad de presidenta. Internamente, todas las proclamas rupturistas de la expresidenta del Parlament chocan con el “realismo” del sector institucional. Un grupo de personas que tienen como objetivo principal mantener sus cargos en la Generalitat y otras organizaciones.
Algunos de estos cargos, la mayoría procedentes de instituciones supramunicipales, han visto con mucho enfado la actitud de Borràs en el homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils. De hecho, la oposición silenciosa se va más representada en figuras del estilo Jaume Giró, Victòria Alsina o Josep Maria Argimon.
Las elecciones locales del 2023 son claves para la viabilidad de Junts. Actualmente, el partido solo recibe 80.000 euros por su presencia en la administración municipal. El 60% de los ingresos de la formación (2,1 millones de euros) corresponden a la representación en el Parlament.