Tamames censura a Sánchez: «Su Gobierno no respeta la separación de poderes»

Pasaban más de dos horas del arranque de la sesión en el Congreso, y un par de duelos dialécticos entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Vox, Santiago Abascal, cuando el verdadero protagonista del día, el candidato de la moción de censura, el economista Ramón Tamames, tomó la palabra.

Sentado a la vera de Abascal, ocupando un escaño en vez de la tribuna debido a su difícil movilidad por su avanzada edad, Tamames arrancó un deslavazado discurso en el que tocó todos los palos, de la situación de la vivienda a Gibraltar, pasando por el feminismo o el medioambiente. Pero con una idea que subyacía todo el rato aunque sólo pronunció una vez: el Gobierno de Sánchez «no respeta la división de poderes».

«Preside usted un Gobierno Frankenstein», le ha llegado a reprochar Tamames a Pedro Sánchez, citando a Alfredo Pérez Rubalcaba, con sus declaraciones sobre cómo “los socialistas no pueden ir a la investidura de la mano de partidos independentistas, que quieren romper aquello que ellos quieren gobernar”. Tamames ha glosado una España indivisible, donde no puede caber la autodeterminación, porque «no existe».

No se ha quedado ahí el candidato, que también ha acusado a Sánchez de usar «la gracia personal» para una serie de acciones como suprimir el delito de malversación y de sedición, además de permitir la ley de sólo sí es sí que ha llevado a más 700 agresores sexuales fuera de las cárceles.

«Cuando se supo que iba a modificar el Código Penal es cuando tendría que haberse hecho la moción», ha atacado Tamames, que ha arrancado varios aplausos de la bancada de Vox, pero exclusivamente de ellos, de ningún diputado más. Además, ha aprovechado para recriminar al Gobierno sus 132 decretos leyes, «un instrumento extraordinario se ha convertido en algo casual».

Sánchez y su «plan concreto» para España

Más allá del cara a cara introductorio con Santiago Abascal, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho de la moción el escaparate perfecto para dejar pasar las semanas de polémica sobre su Ejecutivo e inaugurar un nuevo discurso mucho más electoral. Así, ha reivindicado su plan de futuro para España frente a la vuelta al pasado a la que asegura que aspira la moción de censura y ha garantizado que su Ejecutivo tiene «un plan concreto» para superar los desafíos del país y destinado a su mayoría social.

«Avanzar es mucho más esperanzador que retroceder a una España peor que ya no existe ni volverá a existir», ha recalcado para defender la continuidad de ese proyecto durante los próximos años para poder consolidar los avances. Mientras tanto, ha opinado que el PP quiere llevar a España diez años atrás y Vox, medio siglo.

Para Sánchez, las ideas que ha defendido Tamames en la moción están más cercanas al PP que a Vox, aunque a ambas fuerzas las una «la voluntad perentoria de desalojar al Gobierno». Sin embargo, ha defendido la coalición que conforma su Ejecutivo y que, pese a las diferencias, ha dicho que ha logrado estabilidad, paz social y un nuevo clima de convivencia en Cataluña. También ha dedicado palabras de elogio para sus ministros y sus respectivos colaboradores: «Contamos con unos equipos de gobierno de primer nivel entre los que hay grandes profesionales con gran talento. A todos ellos mi reconocimiento y gratitud».

El mayor foco de Yolanda Díaz

Sin embargo, la gran réplica a Ramón Tamames se la ha dado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. No es la primera vez que en un escenario similar -una moción de censura- el presidente Sánchez cede parte de sus intervenciones al mayor representante de Unidas Podemos de su Gobierno. Ya lo hizo con Pablo Iglesias en la moción de Vox de 2020 y ahora lo ha repetido con Díaz. Durante algo más de una hora, Díaz ha desplegado un discurso en el que se ha convertido en el pegamento de la coalición.

Primero, ha efectuado una loa al trabajo de la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, de quien ha dicho que «acierta con su rigor cuando hace las previsiones de crecimiento. Sería bueno que usted no se sumara a los agoreros que llegan a cuestionar los propios datos y las fuentes internacionales de nuestro país», ha reprendido Díaz en un tono marcadamente electoral que le ha servido de telón de fondo idóneo para la presentación de su candidatura a las generales a través de la plataforma Sumar.

Igualmente lo ha hecho, con especial ahínco, de las ministras de Podemos Ione Belarra e Irene Montero, de quienes ha destacado, respectivamente, que «está cambiando la dependencia en nuestro país» y que «refleja a la España de hoy con un plan como el de Corresponsables». De hecho, sobre Igualdad y las mujeres, Díaz ha atizado a Tamames de manera frontal: «Tengo que recordarle la existencia delas mujeres en nuestro país. Una España sin mujeres es una España inviable y sin propuestas. Sólo se ha dirigido a nosotras para reprocharnos la baja fecundidad y nos ha puesto deberes».

De comunista a comunista

Además de contrarrestar el discurso de Tamames en diversas materias, ya sea en economía o en legislación laboral, Díaz ha reprochado al candidato que utilizara su pasado como miembro del Partido Comunista de España (PCE) -«Es confuso escucharle intervenir como candidato de Vox vista su trayectoria», le ha admitido- mientras representa en esta moción «a un partido que se sitúa extramuros de la Constitución», Yolanda Díaz le ha exigido que respete al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, porque es el presidente «de todos los españoles». «Es su presidente, igual que el mío es Alfonso Rueda en Galicia, y lo respeto». 

Pero si sobre algo ha pivotado el discurso de Díaz es sobre la erosión que, a sus ojos, supone esta moción y el uso que Ramón Tamames ha hecho de ella al prestigio de las instituciones. «Es un poco sorprendente que usted no cumpla con el reglamento de la cámara. Las mociones de censura son constructivas en nuestro país y usted estaba obligado a presentar un programa de gobierno», ha subrayado. «Parece que esté destruyendo la democracia. Hacer uso de un instrumento constitucional sin programa alternativo no es correcto», ha lamentado.