La soledad de Arrimadas en el grupo de Cs en el Congreso propició la candidatura de Bal
Los diputados de Cs son "una piña", compartiendo tiempo y espacio más allá de lo puramente laboral. La líder, en cambio, no participaba de esas dinámicas
La refundación de Ciudadanos, tan ansiada por su integrantes, está lejos de ser tal y como se soñó en un primer momento, y la candidatura de Edmundo Bal a liderar el partido sólo es el epílogo de lo que era un secreto a voces: en una formación en retroceso, donde las caretas se cayeron hace tiempo, la soledad de la presidenta naranja, Inés Arrimadas, en su grupo parlamentario en el Congreso era casi total. No ya a nivel político, sino de sintonía.
Así lo aseguran fuentes naranjas a Economía Digital. La decisión de Bal tuvo dos patas muy claras -las elecciones andaluzas y la ley del ‘sólo sí es sí’- a niveles prácticos, pero la situación que vivían los diputados naranjas en la Cámara Baja era muy particular: los ocho restantes -sin Arrimadas- son «una piña», compartiendo tiempo y espacio más allá de lo puramente laboral. La líder, en cambio, no participaba de esas dinámicas.
El proceso de refundación lo ha acelerado todo: lo que muchos ven un «paripé», para otros es la única vía para conseguir darle la vuelta a la tortilla y aspirar a un proyecto netamente liberal en la política española. Y en eso, con las dos opciones de liderazgo posibles, se debaten los diputados: están mayoritariamente con Bal, como sucede con María del Carmen García, María Muñoz, Sara Giménez y Juan Ignacio López-Bas. Solo Guillermo Díaz sigue fiel a Arrimadas. Sin alinearse se encuentra José María Espejo-Saavedra, apartado tras la fallida moción de censura en la Región de Murcia junto a Carlos Cuadrado.
Líder y modelo de partido, a elegir en enero
La decisión de Bal, anunciada este viernes en el Congreso en la Jornada de Puertas Abiertas, se cimenta, especialmente, ante la polémica ley del ‘sólo sí es sí’, apoyada por la formación naranja. A Arrimadas, aseguran las fuentes, no le gustó cómo lo manejó su portavoz adjunto, al que pidió análisis en calidad de abogado del Estado para sostener la legislación o presentar enmiendas y quien no previó que efectivamente pudiera haber fallas en el articulado, como sí hicieron otros grupos, aunque fuera en la horquilla superior.
Además, el reloj está en marcha: Ciudadanos tiene elecciones internas el 9 y el 10 de enero a portavoz político y a secretario general en una ticket conjunto, el nuevo modelo de dirección elegido en una polémica Ejecutiva del partido el pasado 26 de noviembre.
Este nuevo modelo, aún por refrendar en la próxima Asamblea de Ciudadanos del 13, 14 y 15 de enero, separaría las funciones orgánicas de las políticas a través de esa candidatura conjunta del secretario general, con visión orgánica de partido y encargado de las filas, y un portavoz nacional, responsable de la acción política.
Sin embargo, Bal ha decidido presentar su candidatura directamente a la presidencia del partido, según marcan los actuales estatutos. En caso de que esa Asamblea ratificara la propuesta de «bicefalia» de la Ejecutiva, la candidatura ganadora en la primarias sería volcada en la nueva estructura del partido.