Los socios de Sánchez se preparan para una negociación exprés de Presupuestos
Los partidos nacionalistas ven con desconcierto el silencio del presidente del Gobierno y asumen que deberán pactar las cuentas de 2022 en las últimas 24 horas con pocas concesiones. “Solo quiere hablar de temas sociales y no avanzamos en lo mollar”, aseguran
El Gobierno de Pedro Sánchez sigue dando largas a sus socios en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Según ha podido saber Economía Digital, los contactos «siguen fluyendo» y ya ha habido más reuniones «vía telemática», según avanzan contactos directos de los encuentros.
Sin embargo, existe un profundo malestar en las formaciones que ya apoyaron las anteriores cuentas al Gobierno de coalición porque siguen viendo al jefe del Ejecutivo «demasiado tranquilo». «Solo quiere hablar de temas sociales y no avanzamos en lo mollar», aseguran los socios de Sánchez.
Desde el PNV y ERC ya se preparan para una negociación exprés de las cuentas, donde tendrán que arrancarle concesiones a Sánchez en una jornada maratoniana o «a contrarreloj«, explican. «Así negocia siempre el PSOE de Sánchez», señalan. Y no están del todo equivocados si se recuerda el proceder de los socialistas en las negociaciones más decisivas.
La táctica del exjefe de Gabinete del presidente, Iván Redondo, fue agotar el plazo y pactar esa misma noche con Podemos un Gobierno de coalición. Los socialistas también han estirado el chicle, recientemente, cuando negociaron los Presupuestos con sus socios más directos, Unidas Podemos, para aprobar el borrador en Consejo de Ministros.
El anteproyecto de las cuentas públicas y la Ley de Vivienda se cerraron en el despacho de trabajo de Pedro Sánchez en una reunión a cinco que duró algo menos de una hora. En torno a 50 minutos, según fuentes conocedoras de la intrahistoria de la negociación, sirvieron para cerrar un acuerdo que parecía lejano.
«Se trata de una estrategia negociadora. Cada partido utiliza las suyas», admiten a Economía Digital desde el PNV. Precisamente, la formación vasca no va a tirar la toalla y aunque parezca que una negociación exprés podría dar pie a dejar a un lado sus concesiones, los vascos lucharán hasta el final, según apuntan.
Enmienda a la totalidad
La intención del Gobierno de dejar siempre para el último minuto las negociaciones está enfadando a los socios republicanos y ‘peneuvistas’ quienes ya amenazan con registrar estos días una posible enmienda a la totalidad de las cuentas.
«Es algo que no podemos descartar de momento», explican desde ERC. «Ahora mismo no podemos decir que no», agregan desde el PNV. De momento, solo PDeCAT y EH-Bildu han renunciado a registrar esta enmienda. El plazo de registro termina el día 29, el viernes de la próxima semana, aunque habría margen para retirarla o confirmarla hasta que se voten el 4 de noviembre.
Catalanes y vascos también tienen su arte de presionar para obtener sus concesiones. Desde el PNV insisten en que el soterramiento del Tren de Alta Velocidad «debe quedar amarrado de inmediato» para garantizar su apoyo.
El PNV pide la alta velocidad y el ingreso mínimo vital
Asimismo, critican que haya pasado más de un mes desde que iniciaron contactos, y todavía no se ha cerrado un acuerdo sobre el traspaso de la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV).
Aunque, por otra parte, los vascos también valoran que Sánchez haya evitado un conflicto que podría haber llegado a la ruptura al renunciar de nuevo a elevar los impuestos al diésel, tal y como pidió el PNV.
Los vascos también se tomaron como «un buen gesto» la voluntad expresada por la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, el modular el decreto sobre el precio de la luz y frenar su impacto en la industria vasca y el empleo.
Los ‘jeltzales’ exigen ahora que su confianza se vea «correspondida» con el cumplimiento de estos acuerdos que ya traen cola. Solo así podrán asumir más compromisos en el futuro. De lo contrario, «va a ser muy complicado que el PNV esté por la labor», advierten.
En función del grado de cumplimiento de los compromisos para el día 29, el PNV tomará una decisión sobre la enmienda, aunque confían en cerrar un acuerdo para que la sangre no llegue al río, señalan fuentes de la formación en el Congreso.
ERC se centra en el Rodalies
Los republicanos también buscan arañar más concesiones en la negociación de los Presupuestos. Hasta el momento y según el anteproyecto, el asunto con más dinero aprobado es el de la mejora en las Rodalies de la capital catalana, con 1.300 millones. En el actual ejercicio, se habían presupuestado 202 millones, mientras que el pasado, 100 millones.
La pelea se centra, en que estos momentos, la Generalitat puede decidir sobre los horarios y las frecuencias, pero no tiene la titularidad de la infraestructura. Justo en este asunto, los republicanos están centrando sus fuerzas. «Si te dan la gestión pero no el dinero seguimos sin poder mejorar nada», responden a Economía Digital desde ERC.
De ahí que el pasado lunes, su portavoz nacional, Marta Vilalta, aseguró que de momento no descartaban una enmienda a la totalidad e insistieron en la necesidad de revisar los compromisos anteriormente adquiridos.
Ferran Bel (PDeCAT) explicó que no apoyarán ninguna enmienda a la totalidad, pero que ese movimiento no se debe entender ni como un apoyo ni como una abstención de cara a la votación final. «Seremos exigentes pero no intransigentes», dijo en un dardo directo a las filas de Junts.
Los contactos continúan pero tanto en el PNV como en ERC se arman de paciencia porque, conociendo a los socialistas, la negociación importante se hará esperar hasta las últimas 72 horas. «Ahí es donde podremos comenzar a negociar», señalan desde ambas formaciones.