Síndrome de ansiedad covid: limpieza compulsiva y miedo a lugares públicos
El síndrome covid se caracteriza por la necesidad de comprobar continuamente si se padece alguno de los síntomas, evitar lugares públicos y limpiar de manera compulsiva
Una pandemia se desarrolla de forma paralela a la del coronavirus: la de la salud mental. Un estudio publicado recientemente en The Lancet Psychiatry demostró que la ansiedad fue uno de los trastornos que más se ha desarrollado entre los pacientes covid. Pero no solo ellos han sufrido las consecuencias más directas de la crisis sanitaria, sino que los encierros, cuarentenas, la falta de actividad y de vida social ha provocado también lo que se conoce como ansiedad residual.
Se trata de un trastorno que ha provocado que un determinado número de personas desarrollen hábitos de higiene compulsivos que no permiten que se reintegren en la nueva normalidad una vez que han terminado los confinamientos. Este síndrome se caracteriza por la necesidad de comprobar continuamente si se padece alguno de los síntomas de la enfermedad y estar obsesionado con todo lo que tiene que ver con ella de tal forma que se evitan lugares públicos y se limpia de forma obsesiva para desinfectar posibles rastros del virus.
El concepto de síndrome de ansiedad covid fue teorizado por primera vez en junio de 2020 por Ana Nikčević, de la Universidad de Kingston, y Marcantonio Spada, de la Universidad London South Bank, según ha informado The Guardian. Ahora, estos investigadores han dado la voz de alarma tras observar el miedo con el que viven algunas personas que no son capaces ni de hacer uso del transporte público. Estos temores, advierten, no disminuirán ni cuando la pandemia esté controlada.
«Mi expectativa es que vamos a tener partes de la población que evitan volver a involucrarse y se preocuparán constantemente por el virus durante los próximos meses»
Marcantonio Spada, investigador de la Universidad London South Bank
“El miedo es normal. Se supone que tú y yo debemos temer al virus porque es peligroso. Sin embargo, la diferencia en términos de desarrollar una respuesta psicopatológica es si terminas comportándote de una forma tan segura que te encierras en el miedo”, advirtió Spada. «Mi expectativa es que vamos a tener partes de la población que evitan volver a involucrarse y se preocuparán constantemente por el virus durante los próximos meses, ya sea que estén vacunados o no», añadió.
Este síndrome predice trastornos de ansiedad y depresión
El pasado mes de junio los investigadores utilizaron los datos de aproximadamente 500 personas de los Estados Unidos. A través de este estudio llegaron a la conclusión de que este síndrome podía predecir altos niveles de ansiedad y depresión generalizada más allá de factores como los rasgos de personalidad y la ansiedad general por la salud.
Ahora, diez meses más tarde, estos expertos, junto con Ian Albery, profesor de psicología en la London South Bank University , han recopilado datos preliminares de encuestas a casi 300 adultos en el Reino Unido en febrero de 2021, según ha informado el citado diario. En esta nueva investigación, que todavía tiene que ser revisada por pares, los científicos mostraron a los participantes dos conjuntos de palabras, unas relacionadas con la covid y otras no: descubrieron que la atención tendía a sesgarse hacia los estímulos relacionados con el virus.
Sorprendentemente, una de las hipótesis planteadas no se cumplió. Los expertos creyeron que el hecho de que los voluntarios hubieran sido vacunados, hubieran perdido a un ser querido o su edad podían ser factores determinantes. Pero no fue así. «No creo que sepamos todavía como de grande es este síndrome”, apuntó Victoria Salem, endocrinóloga e investigadora clínica senior del Imperial College London. “Lo descubriremos conforme se alivien los bloqueos”.
Salem ha hallado en sus investigaciones algunas evidencias de este síndrome, sobre todo en pacientes con factores de riesgo de desarrollar enfermedades graves. «Creo que el síndrome de Covid no será un gran problema, pero afectará a una minoría significativa y debemos ser conscientes de ello», ha concluido. No obstante, todavía es necesario profundizar en esta investigación.
Por ello, estos científicos británicos están utilizando una muestra de 6.000 adultos en China, Europa y los Estados Unidos y han colaboran con investigadores del Imperial College para evaluar la prevalencia y el impacto del síndrome.