Los siete condenados por asesinatos de ETA renuncian a ser candidatos de EH Bildu
Los exmiembros de ETA aseguran que no tomarán el cargo de concejal si resultan elegidos en las próximas elecciones
Los siete condenados por asesinatos de ETA que iban en las listas de EH Bildu a las elecciones del próximo 28 de mayo han renunciado a ser candidatos en las próximas elecciones.
Estos siete exmiembros de ETA han remitido un texto al portal Naiz en el que anuncian que no tomarán el cargo de concejal si resultan elegidos por lo que renuncian así a sus candidaturas «en la medida de lo posible» pues están ya oficializadas.
En concreto, se trata de Jose Antonio Torre Altonaga, Asier Uribarri Benito, Lander Maruri Basagoiti, Begoña Uzkudun Etxenagusia, Jose Ramón Rojo González, Juan Carlos Arriaga Martínez y Agustín Muiños Día.
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) denunció que 44 integrantes de las candidaturas de EH Bildu en Euskadi y Navarra habían sido condenados por pertenencia y colaboración con ETA, entre ellos estos siete por asesinato, que ya habían cumplido su pena y que han renunciado ahora a ir en las listas.
Marca la campaña electoral
Esta denuncia ha marcado toda la campaña electoral y ha sido rechazada por el resto de partidos con críticas directas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y del lehendakari, Iñigo Urkullu.
Los siete candidatos, condenados por la Audiencia Nacional por asesinatos de ETA cometidos entre 1978 y 2001, explican que con esta decisión se quieren dirigir «en primer lugar a las víctimas de ETA y, en general, a todas las personas que han sufrido en este conflicto» para que sus palabras o acciones no añadan «jamás el más mínimo padecimiento al ya habido».
«Queremos resaltar que desde el inicio participamos en el cambio de estrategia de la izquierda abertzale producido hace ya más de una década, y que asumimos su apuesta inequívoca por vías exclusivamente políticas y democráticas», recalcan los siete condenados por asesinatos de ETA, que aclaran también que no está en su ánimo «ocultar el pasado».
Aseguran que creen «necesarios los ejercicios de memoria sinceros, constructivos y completos«. «No queremos un futuro sin pasado, pero tampoco podemos dar por buena la actuación de aquellos sectores reaccionarios que quieren condenar a nuestro país a un pasado sin futuro», matizan.
En su opinión, «resulta bastante obvio que en los últimos días se han impuesto los intereses partidistas y electoralistas que poco o nada tienen que ver con la construcción de la convivencia y la paz, y que el objetivo de la polémica no es otro que el de dañar a EH Bildu, al haber logrado ser un referente ineludible y la principal fuerza transformadora».
Aluden a la «gran polvareda política y mediática» que ha levantado la inclusión en las listas de EH Bildu de los 44 condenados por pertenencia y colaboración con la organización terrorista.
No obstante, matiza que «la mayoría» de ellos fueron «condenados bajo la estrategia de ‘todo es ETA’ que persiguió -dicen- actividades estrictamente políticas y que condujo a la conculcación de derechos civiles y políticos de muchos ciudadanos». «Se haría flaco favor a los mínimos principios democráticos si se da por bueno que dichos derechos se puedan seguir pisoteando», subrayan.
«Nuestros casos concretos han sido más destacados por los hechos por los que fuimos condenados. No vamos a negar ahora nuestra militancia del pasado ni la responsabilidad que asumimos con ello», agregan.
Las siete candidaturas
Entre los siete aspirantes con delitos de sangre y en los primeros puestos de las candidaturas, figuran los condenados por asesinato Juan Carlos Arriaga Martínez, número 3 en la de Berrioplano, así como Begoña Uzkudun Etxenagusia, tercera en la de Erregil.
Asier Uribarri Benito, condenado como cómplice en el asesinato de un guardia civil, ocupaba el puesto 4 para Maruri-Jatabe,; Agustín Muiños Dias, número 6 en Legutiano, fue sentenciado por el asesinato en 1983 de José Antonio Julián Bayano y Juan Ramón Rojo González, en el puesto 21 de la candidatura de Irun, por el asesinato de Francisco Gil Mendoza en 1991.
Como suplentes figuraban los condenados por colaboración en asesinato José Antonio Torre Altonaga, en Mungia, y Lander Maruri Basagoiti, en la de Zierbena.